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Especialista sostiene que Chile está preparado para afrontar posible llegada de la variante BF.7

La semana pasada, China señaló que 37 millones de personas contrajeron Covid durante un solo día, superando el récord de 4 millones ocurrido en enero de este año. Desde el país asiático achacan estas cifras a la nueva variante BF.7, la que tiene un poder de contagio muy elevado.

Respecto a qué tan temible es esta variante, reflexionó el infectólogo y académico de la Usach, Dr. Ignacio Silva: “No tenemos suficiente información para sacar conclusiones definitivas, pero sí sabemos de algunas condiciones que son importante considerar, como, por ejemplo, que se trata de una subvariante de Omicron, que proviene de la subvariante BA.5 que actualmente predomina en circulación en la mayoría de los países del mundo”.

“China, si bien tiene un amplio esquema de vacunación inicial, no ha tenido una buena cobertura de dosis de refuerzo, a diferencia de nosotros”, explicó.

En ese sentido, dijo que nuestra población está mejor preparada para afrontar estas variantes contagiosas. “Hasta ahora las informaciones nos muestran que las vacunas siguen siendo significativamente efectivas para prevenir las enfermedades graves asociadas al contagio. En Chile, es probable que haya algo de circulación, pero está dentro de lo notificado como BA.5. No hemos visto impacto en la red asistencial, manteniéndose una baja tasa de hospitalización”, complementó.

Finalmente, hizo un llamado a “estar atentos a la información e investigación que se genere en torno a esta variante, donde los que están pendientes deben completar su esquema de vacunación”.

 

Un 42% de los habitantes de la región Metropolitana dice que le gustaría vivir en otro lugar

La U. de Chile, la PUC y la U. Andrés Bello entregaron los resultados de Encuesta Barómetro Regional para la Región Metropolitana 2022, instrumento diseñado para estudiar la percepción ciudadana acerca de las regiones del país y del proceso de descentralización, fortaleciendo así la deliberación pública y apoyando la movilización de las sociedades regionales hacia una mayor y mejor descentralización.

El instrumento ahondó sobre temas relativos a la pertinencia territorial y también a temáticas relativas a la apreciación de diversas instituciones públicas relacionadas con salud, medioambiente, transporte público, vivienda y ciudad.

En 2019 se formó un consorcio de ocho universidades para potenciar un instrumento utilizado en estudios regionales previos realizados por la Universidad de Los Lagos desde el 2011 y aplicar nuevo cuestionario en todo el país. En el caso de la Región Metropolitana, para esta versión 2022, la encuesta se aplicó a partir de un convenio entre la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile, la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos de la UC (a través de su Dirección de Servicios Externos, DESE), y la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad Andrés Bello (UNAB).

Sobre la pregunta “¿dónde usted pertenece?”, un 43% respondía en 2019 que “a su barrio”, cifra que desciende a 30% en 2022. Le sigue la respuesta “a su comuna”, con un 23% en 2019 y un 28% en 2022.

Cuando se le consultó a los/as encuestados si le gustaría cambiarse o vivir en otro lugar, un 42% indicó que sí y un 57% que no, mientras que en 2019 estas cifras alcanzaban a un 41% y un 59% respectivamente. Dentro de los motivos que motivarían un cambio de lugar de residencia, la seguridad pública lidera las preferencias, con un 28% en 2019 y un 32% en 2022. Vivir en un lugar libre de contaminación también es factor de decisión (20% en 2019 y 12% en 2022), así como lo es mayores oportunidades para cumplir objetivos y metas personales (14% en 2019 y 16% en 2022).

La encuesta también evaluó el nivel de conocimiento que tiene la ciudadanía sobre sus autoridades, las formas de gobernanza, evaluación de la gestión actual y prioridades futuras para la región Metropolitana. Dentro de los resultados del 2022 se encuentra que un 34,6% indicó conocer al gobernador/intendente mientras que el 2019 esa cifra ascendía solo al 10,5%. 

Respecto al momento actual de la RM, el 53,1% dice que está estancada, un 33,1% en decadencia y un 13,3% progresando. En relación al futuro, el 35,3% cree que la situación puede empeorar, un 32,6% que puede mejorar y un 28,5% seguir igual. 

Sobre la confianza en las instituciones a nivel regional, de 0 a 5, las universidades son evaluadas en promedio con un 3,91, las municipalidades con un 3,73, las radios locales y regionales con un 3,63. 

Ante la consulta sobre los tres problemas más importantes a los que las autoridades debieran tomar atención, lidera con un 37,8% regular la migración; 26,5% enfrentar la delincuencia y el narcotráfico; y un 7% parar la inflación de los precios de los productos. 

Sobre qué aspectos afectó la pandemia en la RM, un 28,5% destaca la pérdida de empleo; un 25,7% el aumento de la desigualdad; 17,7% el aumento de la delincuencia.

Advierten elevado riesgo de incendios por lluvias invernales sobre lo normal y llegada de altas temperaturas

Uno de los conceptos más divulgados sobre los incendios tras la “tormenta de fuego” que azotó principalmente a las regiones de O’Higgins, el Maule y el Biobío en 2017 es el Factor 30-30-30, premisa que plantea como parámetro de riesgo para la propagación de incendios la confluencia de temperaturas sobre 30°, vientos por sobre los 30 kilómetros por hora y una humedad relativa del ambiente inferior al 30%. Respecto a la primera de estas variables, si bien el cambio climático ha favorecido y normalizado las altas temperaturas en verano durante los últimos años, las tres olas de calor registradas este mes de noviembre, y que marcaron un peak de 35° en Santiago, hacen temer por un verano con calores extremos.

Sin embargo, la recurrencia de estos eventos en noviembre no necesariamente son un predictor de un verano marcado por episodios de temperaturas extremas, sostiene el académico del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile, Nicolás Huneeus. Aun así, enfatiza que es importante tener presente que “las proyecciones a largo plazo, por lo menos las que se hacen para el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático), sí dicen que las olas de calor están siendo y serán más recurrentes por efecto del cambio climático”. Por otra parte, indica que existen pronósticos operacionales, que proyectan las condiciones meteorológicas hasta cerca de una semana y que van perdiendo confiabilidad a medida que el pronóstico es a más días, y los pronósticos estacionales, que pueden estimar de manera aproximada cómo viene una estación. En este caso, si un verano puede ser más o menos caluroso de lo normal.

Miguel Castillo, académico de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza de la U. de Chile y especialista en incendios, plantea que hoy además debemos prestar particular atención a la humedad de la vegetación. La razón tiene que ver con las lluvias del pasado invierno, que registraron niveles por sobre lo normal para los últimos años. “Efectivamente, este año llovió más de lo habitual en el quinquenio, es decir, en los últimos cinco años. Sin embargo, seguimos con déficit de precipitaciones para el último decenio, y el déficit es aún mayor si lo comparamos con los últimos 20 o 25 años. Nosotros hemos realizado un seguimiento de las condiciones meteorológicas asociadas a incendios y hemos llegado a la conclusión de que lluvias abundantes en primavera son un predictor del aumento de la carga de vegetación combustible fina y muerta en verano. Eso es un hecho”, explica.

“Estamos hablando de un contenido de humedad bajo el 8%, que ya es una condición propicia para el encendido. Es decir, si acercas un fósforo, lo más probable es que si hay viento y oxígeno, se va a encender, independiente de dónde sea”, detalla el profesor Castillo. Agrega, además, que una de las variables fundamentales para la propagación de los mega incendios de 2017, sobre los cuales cumplió labores periciales, fue la existencia de esta vegetación seca. “Ahí vimos una alta carga de combustible, plantaciones básicamente y algo de bosque nativo, propicio al encendido porque venían de una condición de abandono en cuanto a su manejo. Fue probado que hubo un descuido con el tema de las líneas eléctricas, pero dentro de los hallazgos determinamos también que cerca de un 70% de los incendios ocurrieron porque había mucha carga de vegetación fina, combustible que propició la propagación hacia otros sectores”.

Otro factor de riesgo más constante en el escenario actual tiene relación con el cambio climático y la sequía que afecta con particular gravedad a la zona centro del país desde hace más de una década. Este contexto ha favorecido un menor contenido de humedad en la vegetación no solo pequeña, sino también de los árboles. “El cambio climático está provocando que tengamos menos agua y que los bosques se sequen, lo que los hace más vulnerables a plagas y enfermedades y, en consecuencia, a los incendios”, sostiene el académico de la Universidad de Chile, quien hace referencia a un estudio de la profesora Amanda Huerta que establece este nexo. “Si tú tienes un bosque atacado por polillas o por la avispa de la madera, lo más probable es que ese árbol va a tratar de sobrevivir modificando su sistema hídrico para minimizar su transpiración y proteger el cambio vascular. Pero una de las consecuencias es que parte del follaje se va a secar y, por lo tanto, va a ser más propicio a ignición”, sostiene.

A esto se suma la incidencia de la presencia y actividad humana en este tipo de eventos. “Normalmente, las áreas con mayor riesgo de incendios forestales son las que tiene mayor actividad humana, de movilidad y de permanencia. También hay un componente que hemos visto aumentar, que tiene que ver con la intencionalidad”, indica. Por otro lado, apunta a un entramado territorial donde hay cada vez mayor competencia por el uso del suelo y la extracción de agua. “Eso hace que las cuencas se vayan secando y que, por lo tanto, haya menos agua disponible. Se encarece el uso y también se deteriora la infraestructura para el combate de incendios forestales. Esto es lo que está pasando, por ejemplo, en Valparaíso”, advierte. No obstante, reitera que hay una vulnerabilidad intrínseca más allá del cambio climático y la escasez de agua, que tiene que ver con la disponibilidad de combustible para el encendido.

Hoy existen más de 40 zonas sensibles a la ocurrencia de incendios forestales en la zona centro-sur del país, precisa el especialista, entre las que se cuentan unas 29 comunas críticas, concepto que se asocia a áreas de interfaz urbano-forestal con una alta incidencia y probabilidad de eventos de este tipo. Algunas de las comunas que concentran la mayor cantidad y densidad de incendios forestales son Valparaíso, Viña del Mar, Quilpué, Casablanca, El Quisco, El Tabo, San Antonio, Cartagena y Melipilla. Más al sur, en tanto, figuran puntos críticos como Lota, Tomé, Coronel, Curanilahue, Penco, Lebu, Tirúa, Mulchén, Collipulli, Ercilla, Cabrero, Concepción, Cañete, Temuco, San Pedro de La Paz, Angol y Santa Juana, entre otros.

Parte importante de estas zonas de mayor riesgo corresponden a áreas rurales cercanas a núcleos de población donde han proliferado loteos o parcelaciones sin mayor gestión del territorio, fenómeno que -además- se intensificó con la pandemia debido al éxodo de las ciudades por el que muchos optaron. Este hecho, sumado al incremento de las personas que han buscado una segunda vivienda en entornos rurales o semirurales, ha tenido importantes consecuencias, desde la sobredemanda de agua a nivel local y el agotamiento de recursos hídricos, hasta el aumento del riesgo de incendio en estas zonas y de la población expuesta a ellos, que muchas veces desconoce la importancia de medidas preventivas como el desmalezamiento.

La temporada de incendios 2022-2023 ya comenzó con eventos en Coquimbo y el Maule, los que hacen prever un verano complejo frente a las variables descritas por el profesor Castillo. Sin embargo, recuerda que los incendios no van a ocurrir si no se da el factor de encendido. “Es decir, puedes tener todas las condiciones de altísimas temperaturas, de baja humedad relativa del aire y vientos que se levantan, pero eso no inicia un incendio. Tal como hemos visto en años recientes, en los que se ha dado una baja ocurrencia”, aclara. Destaca, asimismo, que se han implementado diversas medidas, como “capacitaciones en terreno, redes de colaboración campesina y también apoyo técnico. Se han hecho cosas muy valiosas, como la destinación de recursos por más de 180 millones de dólares para el combate, pero también en prevención. El problema es que sigue siendo insuficiente”.

Por otra parte, enfatiza la necesidad de seguir trabajando fuertemente en la reducción del combustible “para reducir la continuidad horizontal de la carga de elementos propagadores, pero también es necesario abordar la continuidad vertical, es decir, podar, ya que vienen las altas temperaturas, la vegetación de menor envergadura se seca y puede propiciar la propagación de un evento que escale a la vegetación mayor”. Esa cadena de procesos es la que produce un incendio, afirma, por lo que resulta fundamental aumentar la inversión en labores de silvicultura preventiva y tratamiento de la vegetación, particularmente de los bosques, donde aún observa falta de preparación, presupuestos e incentivos. “El año pasado tuvimos una jornada reflexiva y llegamos a la conclusión que todo parte por el manejo de la vegetación. Creo que ahí está la clave”, sentencia.

Respecto a las formas de reducir esta carga de vegetación altamente inflamable, señala que “hoy existen alternativas a la quema de estos materiales, aunque el fuego sigue siendo una alternativa rústica pero efectiva para poder disminuir el peligro de incendio. Pero la reducción de combustible también se puede hacer de otras maneras, el problema es que son más caras”.

Apoyar la toma de decisiones a escala de paisajes, simulando escenarios de propagación en distintos espacios, también es un camino, pero a largo plazo. En esta línea, sostiene la importancia de trabajar ahora mismo a nivel local junto a las comunidades que están más expuestas a riesgos de incendio forestal. “Cada región tiene realidades distintas y cada comuna responde a prioridades territoriales diferentes. Por eso, me parece que es necesario programas locales que, por ejemplo, ataquen directamente la gestión de la vegetación. La dinámica de ocurrencia de los incendios forestales no va en la misma celeridad que la política pública, por lo que recomiendo no esperar a que las autoridades nos digan qué hacer con la vegetación”, plantea.

A 100 años de la titulación de la primera ingeniera agrónoma de Chile y Latinoamérica

La Universidad celebra sus 180 años de existencia y también conmemora otros hitos ocurridos durante su historia, como el de la primera mujer ingeniera agrónoma del país y de Latinoamérica, Victoria Tagle Cavieres (1899 – 2002), titulada el 22 de noviembre de 1922 del Instituto Agronómico de Chile, el cual cinco años después se convirtió en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Chile. Solo una década después le seguiría Dora Volosky.  

La “Toyita”, como le decían, es una pionera. No solo abrió camino a sus colegas ingenieras, también le gustaba estar en el campo, con los pies en la tierra, pero debía hacerlo acompañada de una tutora, pues eran territorios exclusivamente masculinos. Parte de su familia dijo que “deshonró” el apellido al estudiar y trabajar en lo que quería. También decidió sobre su vida y nunca se casó, pues tenía la situación económica necesaria para no depender de ningún hombre. 

Ella misma describe sus recuerdos en la vieja Escuela de Agronomía de la Quinta Normal: “Mi papá me dio permiso para ir a las prácticas, pero con una señora que me acom­pañaba. Era mal visto que la mujer estudiara y peor todavía con tantos hombres. Una vez me encontró una tía y me acusó de haber rebajado el apellido” (Colegio de Ingenieros agrónomos, 1985). 

Ella abrió el campo de la fitopatología, donde hasta hoy dominan las mujeres. El decano de la Facultad de Ciencias Agronómicas, Gabino Reginato, celebró el centenario de esta mujer que abrió el camino a quienes le siguieron. “Marca un hito para la profesión. Tempranamente, busca insertarse en el ámbito agronómico, solicitando ser incorporada a la SACH, Sociedad Agronómica de Chile, y posteriormente se desempeña profesionalmente en los Servicios Agrícolas. Hoy, 100 años después, la Universidad llama, con motivo de celebrarse los 180 años, a un “un futuro con todas y todos”, que bien pudo escribirse cuando Victoria recibió su título”, dijo el decano. 

Victoria Tagle trabajó en su vida profesional en distintas reparticiones: Se inició en la Corporación de Ventas de Salitre y Yodo, trabajando por 10 años. Luego ingresó al Ministerio de Agricultura, específicamente al Laboratorio de semillas y semilleros experimentales del Departamento de Genética y Fitotecnia de la Dirección General de Agricultura. Después, ascendió a Jefe del laboratorio del Departa­mento de Sanidad Vegetal. Se perfeccionó con diversos viajes al extranjero visitando organismos relacionados con su actividad profesional. 

La SACH, a través de su presidente, el ingeniero agrónomo René Henríquez Frödden, le rindió un “Homenaje de Admiración” en 1960, por ser “la primera mujer que supo interpretar el noble sentido de nuestra profesión”. Se rindió este tributo, además, por “haber abierto el camino a toda esa brillante pléyade de mujeres Ingenieros Agrónomos que hoy colaboran en diversas e importantes funciones técnicas tanto oficiales como privadas”. 

Uno de los estudiosos de su vida es el bibliotecario documentalista de la Facultad de Ciencias Agronómicas, profesor Pedro Calandra, quien la conoció y tuvo la oportunidad de compartir con ella. “Fue una innovadora para su época, en su vida profesional y personal. Su gran aporte en el campo es la fitopatología, que son los pesticidas y químicos para el Agro. Ella trabajó para el Servicio Agrícola y Ganadero, para INDAP, tasando y valorando la aplicación de pesticida y eso le abrió un campo a todas las mujeres en el área. Hoy día hay congresos de fitopatología, hay una asociación de fitopatólogas y en su mayoría son mujeres. Curiosamente, porque a los inicios del tiempo, en los 1900, la Toyita para ir a las prácticas tenía que ir acompañada de una empleada. Ella abre este campo laboral y evidentemente que pre-reforma agraria la mujer sí tenía problemas en el campo, entonces, se dedicaba a la ciencia, al laboratorio”, rememora. 

“Hoy las mujeres estudiantes de agronomía representan más del 50% de los estudiantes a nivel nacional y en la U. de Chile también. O sea, la Toyita abre una puerta en los anales de la Universidad de Chile, en los orígenes de nuestra carrera, porque ella se titula del Instituto Agronómico de Chile. Cinco años después pasamos a ser la Facultad de Agronomía. Y la primera que se titula como agrónoma ya siendo facultad es Dora Volosky en 1933. Victoria estuvo una década siendo la única mujer”, agrega el docente que está preparando un libro sobre este tema. 

Leslie Rauld Olave, coordinadora de la Oficina de Género, Diversidades e Inclusión (GDI) del Campus Sur, valora que se le reconozca para recordar e instalar en las generaciones de las estudiantes que existió una predecesora que abrió camino contra todo pronóstico. “Sabemos que hoy se garantiza el acceso a la educación superior de las mujeres y que incluso hay carreras que se han ido feminizando. Sin embargo, esto no significa que al interior de las carreras se experimente un cambio cultural donde existan condiciones que garanticen la igualdad de género”, dice Leslie. 

Agrega que en Campus Sur todavía existe una suerte de conformismo al creer que el acceso de las mujeres es lo que viene a garantizar la igualdad y que con eso es “suficiente”. “Lo que necesitamos es generar realmente un cambio de paradigma desde el enfoque de género y sabemos que esto es un trabajo de largo aliento. Primero, viene un proceso de sensibilización y concientización de prácticas y dinámicas que son a la base patriarcales y profundizan la desigualdad, y en un segundo momento, y de manera más profunda, la transversalización de género, es decir, que efectivamente se inunde cada espacio con prácticas que garanticen la igualdad sustantiva y -sobre todo- construyan un camino más amigable para tantas mujeres que deciden entrar al mundo del agro, que ha sido por años un mundo masculinizado”, afirma.

Chile será sede del primer encuentro latinoamericano sobre terremotos y tsunamis

Científicos, científicas y profesionales de toda Sudamérica, el Caribe y México se reunirán en Chile el próximo 30 de noviembre para dar vida al Primer Encuentro Latinoamericano Amenaza Sísmica y Tsunami, evento impulsado con el propósito de desarrollar un espacio de análisis y colaboración para reducir los riesgos frente a este tipo de amenazas naturales, desde México hasta la Antártica.

La instancia es organizada por la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo (VID) y el Programa Riesgo Sísmico (PRS) de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, con el apoyo de entidades nacionales e internacionales, como el Centro Sismológico Nacional (CSN), el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA), el Centro Regional de Sismología para América del Sur (CERESIS), la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID) y el Programa de Reducción de Riesgos y Desastres (CITRID), entre otros.

“El encuentro tiene una relevancia estratégica fundamental, pues busca generar una conexión entre la generación de conocimiento científico y la posibilidad de que este se conecte y dialogue estrechamente con las instituciones públicas”, indica Enrique Aliste, Vicerrector de Investigación y Desarrollo de la U. de Chile.

Uno de los temas centrales de este encuentro será la creación de una nueva institucionalidad del conocimiento en este ámbito. “Esperamos que surja una agenda para la consolidación de un espacio de discusión y colaboración en temas de reducción de riesgos de desastres (asociado a geoamenazas) entre expertos de instituciones públicas, el mundo académico y organizaciones sociales en América Latina”, comenta Jaime Campos, sismólogo y director del Programa Riesgo Sísmico.

Para este trabajo conjunto, se convocaron distintos referentes de la sismología en el continente. Uno de ellos es CERESIS, institución con 56 años de trayectoria en el estudio, investigación e implementación de políticas en la región sudamericana. “Las actividades de este encuentro permitirían, entre otros beneficios, la implementación de políticas regionales, tanto de prevención como de desarrollo en las zonas más vulnerables, para beneficio de la comunidad regional y de sus respectivos pueblos”, manifiesta Leandro Rodríguez, director del organismo.

El evento contará con la participación de profesionales de diversos países y con la intervención de Elizabeth Castañeda, del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) de México.

Por otra parte, los días 1 y 2 de diciembre, también en el marco de este evento, se realizará el curso gratuito “Determinación de mecanismos focales a distancia local-regional con método FMNEAR”, herramienta informática para abordar el modelamiento de formas de onda de sismicidad a nivel local y regional. Esta capacitación será brindada por Bertrand Delouis, profesor de la Universidad de Niza (Francia), y Jaime Campos, académico de la Universidad de Chile.

Sobre este curso, el profesor Campos afirma que “será una experiencia concreta de colaboración en el área de la formación de expertos en la región. Esperamos sea un buen ejemplo de cómo podemos compartir conocimientos y metodologías para un mejor desempeño en los respectivos países”.

En tanto, el vicerrector Aliste destaca que “un elemento fundamental de este primer encuentro es la realización del curso internacional sobre determinación de los mecanismos focales a distancia con un método en particular desarrollado por el Programa de Riesgo Sísmico (PRS) y la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile. Esto permitirá habilitar y capacitar a profesionales de la región en el manejo de este modelo de análisis que permite trabajar en estas materias”.

Economista entrega medidas para controlar caída de los salarios reales

Según informó el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el Índice de Remuneraciones Real, que descuenta la variación del IPC, registró un retroceso de 2,3% en septiembre. Así, se completó un año de caídas, con un retroceso de 2,2%.

La economista y académica de la Usach, Marcela Vera, explicó en primer lugar lo que es este índice: “Es una medida que nos permite conocer el poder adquisitivo que tienen los salarios acá en Chile. Para calcularlo simplemente tomamos el índice de salarios nominales con el IPC y así podemos tener un ponderador de lo que realmente podemos comprar con lo que recibimos de salario”.

“Es un indicador muy fluctuante y en ese sentido podemos observar en los últimos años una tendencia a la baja, es decir, hemos tenido una tendencia los últimos 12 meses en la cual se expresa que el poder adquisitivo está cayendo. Esto es tremendamente preocupante porque frente al proceso inflacionario que está ocurriendo en Chile y en el mundo, no está siendo acompañado con un alza lo suficientemente significativa en los salarios para compensar las alzas en los precios”, sostuvo.

Consultada sobre medidas para paliar esta situación, fue clara. “Un adecuado plan de empleo podría controlar esta caída precipitada de remuneraciones a través de un sistema de subsidio estatal, en donde cada trabajador nuevo contratado recibe una remuneración un poco más alta de la que recibiría simplemente por acción del mercado. Esto generaría una tendencia a que el salario pueda subir y esa subida pueda compensar de mejor forma el alza inflacionaria”, indicó la economista.

 

Music Bank Chile 2022 prepara su arribo

Quedan pocos días para que Music Bank aterrice nuevamente en nuestro país. Es por esto que desde ya se está trabajando para recibir la versión más grande en la historia del certamen, la cual posee una producción fuera de serie. 

El festival de K-Pop por excelencia cuenta con un escenario de 58 metros de ancho, con una pasarela de 50 metros, la cual termina en la mitad de la cancha del Estadio Monumental. Ahí, encontraremos el Escenario B, de 10 por 12 metros, donde los Idols tendrán un contacto más cercano con sus fanáticos.

Serán más de 550 m2 de pantallas las que se distribuirán a lo largo de todo el recinto, además de 500 equipos de iluminación. Todo el montaje técnico estará a cargo de 200 trabajadores chilenos en estrecha colaboración con otros 160 coreanos. 

Para Francisco Bas, Productor General de Music Bank Chile 2022, siempre es un desafío el poner de pie este evento: “Me tocó ser parte del Music Bank que se realizó en Río de Janeiro hace unos años atrás. Son muy intensos y con mucha exigencia. La cantidad de equipamiento, tecnología, sonido, luces y pantallas es bastante grande, incluso mayor a varios conciertos internacionales que han llegado a nuestro país”.

“Estamos realizando el montaje más grande y para la mayor cantidad de gente. Desde Corea están muy entusiasmados y con muchas ganas porque para ellos también es un desafío. El hecho de conectar con tantos fanáticos es todo un hito”, afirmó Bas. 

“Después del COVID, el área del entretenimiento nacional se vio muy afectada. Por eso es bueno volver y poder contratar y dar trabajo a tanta gente como da nuestra industria, no es menor. Será bien potente armar un concierto con sólo equipos locales y de esta envergadura”, finalizó el encargado. 

Esta será la tercera edición de Music Bank en nuestro país y justo en el 10º aniversario desde su primera vez en Chile, recordando el gran espectáculo de 2012 en la Quinta Vergara.

Desde todos los países de Latinoamérica, incluso fans de Corea, Japón y Europa, llegarán hasta Santiago para ser parte de un evento de carácter mundial. NCT Dream, The Boyz, (G)I-Idle, Ateez, Tomorrow X Together (TXT) y Stayc harán vibrar el coloso de Macul junto al género musical que solo sabe de récords alrededor del globo.

Por si fuera poco, el cantante, actor y modelo Ro Woon (protagonista de los k-dramas de Netflix “El afecto del rey” y “Mañana”) será el MC encargado de esta legendaria jornada.

Music Bank Chile 2022, organizado por la prestigiosa cadena de televisión coreana KBS, también contará zona de relajación para los asistentes Vip Experience, además de Food Trucks, espacio K-Beauty y sectores especialmente destinados a los fans clubs, quienes podrán compartir sus proyectos y organizar todo lo que tengan preparado para los artistas en el show.

Empresas mineras analizan cómo la economía circular y medición de huella de carbono fortalecen al sector

Según estimaciones del sector minero, la demanda internacional de cobre al 2050 aumentará en un 100%. En este contexto, procurar una producción sostenible en el corto, mediano y largo plazo resulta fundamental.

Por ello, el Departamento de Ingeniería en Minas de la Universidad de Santiago, la Asociación de Proveedores Industriales de la Minería (Aprimin) y representantes de las principales empresas mineras de Chile se dieron cita en el encuentro “Hacia una Minería Cero Emisiones”.

“En este encuentro compartimos experiencias y coincidimos en temas que aseguren y potencien una producción limpia y responsable con el ambiente. Sabemos que se requiere de tiempo para desarrollar proyectos que, por ejemplo, determinen o establezcan parámetros para medir la huella de carbono, pero trabajando en conjunto lo podemos lograr”, sostuvo el presidente de Aprimin, Phillippe Hemmerdinger.

“Es fundamental el lazo que se genera entre la Universidad y la industria. Sabemos que la industria minera es un motor importante del desarrollo económico y social de nuestro país y que, en este proceso, las empresas proveedoras cumplen un rol fundamental, complementó Juan Pablo Vargas, director de Desarrollo Institucional de la Usach.

En el encuentro se analizaron una serie de desarrollos y proyectos en materia de economía circular y de medición de huella de carbono realizados por mineras como Codelco, Collahuasi y la propia Usach.

“Hay que promover una transición del sector minero, para que estratégicamente incorpore la innovación y la economía circular en sus modelos de negocios. En la Usach ya estamos trabajando en ello, para sumar estos conceptos en la formación de estudiantes y en la investigación”, comentó Patricia Muñoz, académica del departamento de Ingeniería en Minas de la U. de Santiago.

Para Jorge Sanhueza, gerente de desarrollo sustentable de Codelco, esta herramienta resulta fundamental. “La urgencia del cambio climático nos plantea desafíos a los ciudadanos y a las empresas. Por ello, en Codelco trabajamos para reducir nuestra huella de carbono en el marco de una serie de desafíos al 2030”, cerró el experto.

 

Simulador de terremotos prepara ensayo único a nivel sudamericano

Desde el 2018 se encuentra el simulador de terremotos más grande de Sudamérica en la Universidad de Santiago. En este, se pueden realizar ensayos experimentales a gran escala, donde se reproducen o simulan efectos sobre grandes edificaciones, tributando a proponer nuevos e innovadores sistemas de construcción.

En una conversación con la página web de Rectoría de la Usach, el Dr. Erick Saavedra, jefe del Laboratorio de Ingeniería Sísmica de la Casa de Estudios, señaló que están preparando un ensayo único.

“Queremos edificar un galpón que albergue a este equipamiento, además construir un edificio de hormigón armado donde funcionen salas de clases, de reuniones y de investigación para estudiantes, principalmente, de postgrado”, sostuvo durante una visita al simulador junto con el rector de la U. de Santiago, Dr. Rodrigo Vidal Rojas.

El jefe del Laboratorio de Ingeniería Sísmica explicó que la mesa es un cuadrado de acero que funciona mediante bombas hidráulicas que reciben instrucciones por computador, donde se pueden realizar estudios de fatiga en construcciones, de vibraciones en estanques, de conexiones y en producción de daños a estructuras de hormigón, madera y acero. “Trabaja con estructuras de madera contralaminada y pronto pretendemos realizar un ensayo con una estructura de cuatro pisos con este material, convirtiéndose en un ensayo único a nivel sudamericano”, comentó.

Finalmente, el rector destacó que esto es “un aspecto más donde la Universidad de Santiago de Chile muestra un liderazgo indiscutido en materias tan sensibles para el país como son los terremotos y sus efectos en edificaciones”. 

 

Académicos diseñan método simple para determinar cómo evolucionan pacientes de COVID-19

Dos años y medio han pasado desde el inicio de la pandemia de COVID-19, enfermedad que ha cobrado la vida de 2.8 millones de personas en el planeta y cuyo virus sigue infectando a miles de seres humanos cada día. El próximo mes el comité de la Organización Mundial de la Salud (OMS) definirá si continuamos en estado de emergencia sanitaria internacional. Mientras tanto, los especialistas recomiendan continuar con las medidas de prevención.

Quienes sobreviven al coronavirus han descrito una amplia variedad de secuelas: pueden experimentar fatiga, síntomas respiratorios persistentes, disminución de la función física y disminución de la calidad de vida hasta seis meses después de la infección. En general, los pacientes con comorbilidades se ven más afectados por el COVID-19 y tienen peor evolución clínica. Frente a este fenómeno, el kinesiólogo y académico del Departamento de Kinesiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Rodrigo Núñez-Cortés, desarrolló un método simple para determinar cómo evolucionará el paciente.

El trabajo estudió la asociación entre la puntuación del índice de comorbilidad de Charlson (CCI) después del alta con la prueba de caminata de 6 minutos (6MWT) 1 año después del alta en una cohorte de sobrevivientes de COVID-19, estudio cuyos resultados fueron publicados recientemente en la revista científica International Journal of Environmental Research and Public Health.

“Nuestros resultados indican que los pacientes con una mayor carga de comorbilidad preexistente tuvieron un peor rendimiento físico 1 año después de la hospitalización por COVID-19. Esto se hizo mediante el test de marcha de 6 minutos, que es una prueba sencilla y muy validada en el contexto clínico para evaluar capacidad física o rendimiento físico de los pacientes”, señaló el profesor Núñez-Cortés.

Un 60% de los pacientes que sobreviven al coronavirus presentan este cuadro que se llama “COVID persistente” o “Long COVID”, que se relaciona con síntomas como la fatiga, dificultad para respirar y también problemas de movilidad. Esto en cuanto a las secuelas físicas, porque existen consecuencias psicológicas e incluso cognitivas. “Nuestro método complementa una evaluación más integral que debe contemplar salud mental y factores sociológicos. Muchos pacientes que se recuperaron de la hospitalización por COVID presentaban una gran variedad de secuelas que les impedían realizar ciertas actividades cotidianas o de la vida diaria. En este contexto, era necesario contar con herramientas clínicas que fueran sencillas para identificar a los pacientes que fueran más vulnerables”, explicó el especialista.

El estudio abarcó a 41 pacientes de ambos sexos, mayores de 18 años de edad, que estuvieron hospitalizados por coronavirus en el Hospital Clínico Eloísa Díaz de la Florida, entre agosto y septiembre del 2020. Un mes después de su alta, entraron en este programa de seguimiento con los kinesiólogos rehabilitadores.

“Hasta el momento, el test de caminata se había utilizado para evaluar el pronóstico en cuanto a gravedad o mortalidad en pacientes con COVID-19, no en términos de salud física. Nuestra conclusión es que esta herramienta sencilla puede ser usada también por profesionales de la salud para determinar el riesgo que pueda tener una persona en términos de su salud física a largo plazo. Las conclusiones del estudio nos pueden ayudar a tomar decisiones clínicas importantes como la asignación de recursos sanitarios necesarios para la rehabilitación, y así identificar bien a los pacientes que tienen mayores secuelas del COVID y necesitan una intervención ya sea de kinesioterapia o terapia ocupacional, acelerando y personalizando su rehabilitación”, indicó el académico.

Otra de las autoras de este estudio prospectivo, la kinesióloga Constanza Malhue-Vidal, del Hospital Clínico Eloísa Díaz de la Florida, dice que -dado el gran número de pacientes con secuelas por el COVID-19- era necesario identificar herramientas clínicas adecuadas para evaluar a los pacientes con riesgo de desarrollar limitaciones a largo plazo en su rendimiento físico.

“Esto puede mejorar la estratificación, priorización y permite realizar ajustes en los inicios de la rehabilitación. Esta herramienta puede utilizarse también cuando el paciente no puede realizar pruebas físicas exigentes después de una hospitalización prolongada. Así, esta herramienta podría utilizarse en las primeras fases de la planificación de la rehabilitación tras la hospitalización por COVID-19”, agregó la especialista.

“Además, al poder usarse en las primeras fases, se puede utilizar esta prueba como seguimiento y replicarla a posterior, logrando objetivar la evolución del paciente tanto en etapas iniciales de la hospitalización como también en un proceso de rehabilitación ambulatoria más avanzado”, cerró.