Donald Trump quiere que vivir legalmente en Estados Unidos sea una experiencia premium. Así lo demuestra su último anuncio: el lanzamiento de la “Gold Card”, un nuevo programa de residencia permanente destinado a millonarios extranjeros que estén dispuestos a pagar 5 millones de dólares a cambio de establecerse en el país sin las restricciones habituales. Este plan busca reemplazar la actual visa EB-5, un sistema vigente desde 1990 que requería inversiones en zonas designadas y la creación de empleos como condición para la residencia.
Con esta movida, Trump pretende atraer capitales globales de forma directa y sin intermediarios. La Gold Card elimina la necesidad de invertir en proyectos específicos o de demostrar impacto económico en el país. Solo exige una transferencia bancaria al Estado. “Queremos que Estados Unidos sea el destino número uno para grandes fortunas internacionales”, afirmó Caterina Utili, gerente general de AIM Global, una consultora dedicada a asesorar sobre residencia por inversión. El objetivo, además de atraer capital, es contribuir a disminuir el déficit fiscal estadounidense, que ya supera los 35 billones de dólares.
Aunque la EB-5 había sido una vía popular para obtener la green card, su burocracia, falta de fiscalización y vínculos con proyectos opacos le han valido críticas durante años. Trump ha calificado al sistema como “lleno de fraudes y simulaciones”. La Gold Card, en contraste, propone un proceso más transparente: quien tenga los cinco millones y los transfiera, accede directamente a residencia permanente, con la posibilidad de solicitar la ciudadanía después.
Este tipo de programas no es exclusivo de Estados Unidos. En Europa, países como Portugal, España, Grecia y Malta han implementado versiones similares, conocidas como “Golden Visas”, donde las exigencias son notablemente menores: desde 250.000 euros en Grecia hasta unos 500.000 en España, aunque este último cerrará su programa en abril de 2025. La propuesta estadounidense, sin embargo, establece un umbral financiero mucho más alto, posicionándose como la opción más costosa a nivel global, pero también como una de las más simples y directas.
No todos aplauden la iniciativa. Expertos en política migratoria advierten que el programa podría aumentar la brecha de desigualdad en el acceso a la residencia legal en Estados Unidos, y todavía no está claro si el Congreso aprobará la medida. El debate está abierto. Por ahora, empresas como AIM Global ya se posicionan como asesoras clave en este nuevo panorama, guiando tanto a quienes deseen aprovechar los últimos meses de la EB-5 como a los interesados en el flamante pasaporte dorado estadounidense.