Medio Ambiente

Realizan el primer Inventario de Biodiversidad del Campus Guayacán, Coquimbo

En la comunidad de la Universidad Católica del Norte se formó el grupo de voluntarios y voluntarias que durante el mes de septiembre y octubre realizarán avistamientos y registros fotográficos, con el fin de levantar un catastro de las especies del campus.

Para Roberto Moreno Gutiérrez, jefe del Departamento de Servicios y Obras, “este trabajo es muy importante porque por primera vez se realizará este inventario que permitirá conocer qué especies habitan en el campus y de qué forma debemos protegerlas, además este estudio será presentado en el Reporte de Sostenibilidad 2023 de la institución”.

Por su parte, Kathalina Silva Caquisani, encargada de UCN + Sustentable, señaló que el proyecto se extenderá por tres semanas, donde trabajarán con un grupo de 15 voluntarios y voluntarias, quienes se dividirán para recorrer las cinco zonas del campus que fueron delimitadas para hacer más eficiente la búsqueda y cubrir toda la extensión del Campus.

Toda esta información se va subir a iNaturalist que es una plataforma que fomenta la observación de la naturaleza, así como el registro y divulgación de la biodiversidad y permite conocer más acerca de la distribución y ciclos de vida de las especies que habitan en el país.

Así lo explicó Bastián Riveros Flores, estudiante de Biología Marina UCN e integrante del grupo de observación Simbiontes, quienes crearon el proyecto Campus Guayacán dentro de iNaturalist para poder circunscribir lo identificado y poder tener un registro más completo. “Nosotros como estudiantes amantes de la biodiversidad valoramos mucho esta iniciativa UCN,  que se suma al trabajo que iniciamos hace algunos años y que nos permitirá conservar estas especies, y tener un mejor manejo de la biodiversidad del campus”.

 

Chile avanza a paso firme en la estrategia de electromovilidad

En el marco de la celebración del Día Mundial del Vehículo Eléctrico, que busca concientizar a las nuevas generaciones sobre la importancia del uso de medios de transporte más sustentables con el medio ambiente, tanto el Ministerio de Energía, como el Transportes y Telecomunicaciones y empresas privadas como astara Chile, dan cuenta de algunas de las iniciativas que ya están en curso para masificar el uso de la movilidad eléctrica en el corto y mediano plazo.

Chile tiene como meta ser carbono neutral a 2050 y la Estrategia Nacional de Electromovilidad establece que para 2035 el 100% de la venta de vehículos nuevos livianos y medianos sean cero emisiones, llegando así a 2050 a que el 40% del total de parque automotriz particular sea cero emisiones. 

En el lanzamiento de la Hoja de Ruta de la Electromovilidad, el Gobierno anunció que se estudiará la elaboración de un proyecto de ley que permita tener una penetración más acelerada de la movilidad eléctrica en nuestro país. El último informe entregado en julio por la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC), muestra que la venta de vehículos eléctricos creció un 40% en el primer semestre de 2023, en comparación a igual periodo del año anterior. Asimismo, mientras que en 2020 la cantidad que circulaban era sólo 1.791 unidades, a junio de este año la cifra alcanza los 6.812, es decir, más de 120% anual en tres años.

El crecimiento acelerado en la venta de vehículos eléctricos se debe, en gran medida, a la llegada de nuevas marcas y modelos que permiten cubrir las diferentes necesidades de movilidad, junto a precios cada vez más convenientes y competitivos. “A través de la amplia variedad de marcas que representa astara en el país buscamos incrementar la oferta de modelos para dar respuesta a las diferentes necesidades de las personas, y que van desde el hatchback eléctrico más económico del mercado, SUVs, sedán, pick up y comerciales”, asegura Juan Luis Larroulet, jefe de electromovilidad. 

Para que la electromovilidad se convierta en el estándar de los próximos años, la formación de capital humano es crucial. Y para abordar este desafío, el Gobierno estableció dos grandes objetivos: capacitar al menos 250 técnicos al año en materias de electromovilidad, mantención de vehículos eléctricos e instalación de infraestructura de carga; y contar con al menos tres nuevos perfiles de egreso de aquí a 2026.

En esta línea, astara Chile en conjunto con la Fundación Chile Dual y el Ministerio de Educación, hace ya 12 años que detectaron esta necesidad y desarrollaron el programa “Fortalecimiento de la estrategia de Alternancia en los Liceos Técnico Profesionales del País”, que tiene como objetivo vincular a liceos de manera activa con empresas e instituciones de educación superior, a través de la actualización de los conocimientos de profesores, respecto a los cambios que vive la industria automotriz en el marco de la electromovilidad.

 

Los desafíos que enfrentan los animales que hibernan ante el avance del cambio climático

La hibernación, una estrategia ancestral de supervivencia empleada por innumerables especies animales en todo el mundo, incluido Chile, está siendo alterada por las altas temperaturas y los cambios en los patrones climáticos. Diversas investigaciones sobre el impacto de este fenómeno en la fauna señalan que los animales están respondiendo de distintas formas a este escenario en evolución. 

Esta disminución del metabolismo durante los meses de invierno ha sido adoptada por algunas especies en Chile, especialmente por marsupiales como el monito del monte (Dromiciops gliroides) y la yaca o marmosa elegante (Thylamys elegans). Para estos animales, las temperaturas más cálidas pueden causar que los periodos de hibernación se acorten prematuramente, exponiendo a los animales a la escasez de recursos alimenticios cuando despiertan antes de tiempo. 

Así lo explica el profesor René Quispe, académico del Departamento de Ciencias Biológicas Animales de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias (Favet) de la Universidad de Chile, especialista en ecofisiología y conservación. “La hibernación es una estrategia fisiológica y conductual de los animales y está estrechamente asociada con las condiciones ambientales. Entonces, desde ese punto de vista, la mayoría de los animales tienen un patrón estacional, por ejemplo, el de la hibernación, que está relacionado justamente a cuando ocurren las temperaturas más bajas. Sin embargo, uno de los efectos del cambio climático es el aumento de las temperaturas en invierno, y también la ocurrencia de eventos extremos en períodos anormales”, dice el académico de Favet. 

Por esta razón, agrega, “esa condición de aumento de temperatura y de ocurrencia de eventos extremos, por ejemplo, de sequía o aumento de temperaturas, o esta ola de calor o lluvias, etcétera, generan que el proceso de hibernación que los animales naturalmente tienen durante el invierno pueda estar desacoplado a la condiciones ideales de cuando debe ocurrir la hibernación que es durante el invierno, cuando los recursos son escasos y las temperaturas son bajas”. 

Más allá de la duración de la hibernación en cada especie, las repercusiones se propagan por todo el ecosistema. En Chile, algunos animales se están viendo obligados a modificar sus hábitos alimenticios y de reproducción. El profesor Quispe detalla algunas de las adaptaciones únicas que han desarrollado ciertos animales hibernantes para enfrentar los desafíos derivados de las fluctuaciones climáticas. 

“En el Hemisferio Norte, por ejemplo, se sabe que los animales están teniendo hibernaciones más cortas porque las temperaturas están más altas. Y eso tiene consecuencias porque ocurre una especie de desacoplamiento cuando el animal tiene que despertar. Porque, naturalmente, cuando la hibernación se acaba, tiene que haber una disponibilidad de alimento que permita al animal recuperar toda la reserva de energía que había perdido durante la hibernación. Pero si el animal despierta de su hibernación y resulta que no hay alimento disponible, eso afecta directamente su supervivencia y su reproducción. Puede darse la posibilidad de que este animal entre en un estado de conservación vulnerable e incluso un problema de extinción”, plantea el especialista en ecofisiología. 

Entonces, el principal impacto que podría tener el cambio climático en los animales que hibernan, sobre todo por el aumento de las temperaturas, es que ellos estén desacoplados a las condiciones ideales de cuando ellos tienen que despertar, que es en primavera, cuando hay alimento disponible. “Ahora con el cambio climático estos deberán lograr cierta plasticidad que les permita adaptar su hibernación a los cambios ambientales que están sucediendo. Por ejemplo, el monito del monte se sabe que tiene un grado de plasticidad a las condiciones térmicas: cuando hace mucho frío está en una hibernación profunda, pero cuando sube la temperatura tiene momentos de torpor o letargo, que son intermitentes”, detalla. 

El profesor Claudio Veloso, director del Departamento de Ciencias Ecológicas de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, dice que el mayor impacto será cuando aumenten aún más las temperaturas, tal como se ha vaticinado. “Efectivamente, cuando se incrementa la temperatura los patrones de hibernación se modifican. Ahora, si la temperatura sigue aumentando como supuestamente será, va a impactar muchísimo. El período de hibernación se les va a acortar, van a tener mayores tiempos de actividad, se van a desfasar”. 

El profesor Veloso destaca que este ajuste es del ecosistema completo donde están insertas estas especies hibernantes. “Los animales que hibernan tienen una historia evolutiva de co-evolución con su entorno, con las plantas, con su alimentación, con otras especies y al acortarse los períodos de frío, en los cuales ellos utilizan el mecanismo de hibernación, van obviamente a producirse desfase con su dieta, por ejemplo. Ese tipo de situaciones va a ocurrir necesariamente”. 

“En Chile, los animales que hibernan son los de pequeño tamaño, que están en el límite de su presupuesto de energía. Porque, en el fondo, la hibernación y el sopor, son mecanismos de ahorro de energía. Y, entre las adaptaciones al cambio climático que veremos, están también futuros desplazamientos de su hábitat, modificaciones de sus patrones de actividad diarios, van a tener que hacer un montón de cosas para ajustarse si es que efectivamente llegamos a niveles tan extremos”, agrega el director del Departamento de Ciencias Ecológicas. 

Algunas especies incluso podrían cambiar su morfología. “Son tremendamente flexibles, algunos modifican completamente su conducta, su fisiología, incluso su morfología, como perder el pelaje en el cambio de estación, por ejemplo. Y seguramente veremos nuevas adaptaciones. Hay que hacer un análisis más profundo, pero de que el cambio climático los va a afectar, los va a afectar”. 

Ecoansiedad: La preocupación exacerbada sobre el futuro climático

El 89% de la población en Chile se considera “muy preocupada” sobre el futuro incierto de la crisis climática, según un estudio del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2). Este análisis reveló que la Ecoansiedad es un problema psicológico real que se manifiesta en nuestro cuerpo y mente. Si bien no es un término muy conocido pronto nos familiarizaremos, porque son sentimientos similares que están expresando distintas personas de todo el mundo, en los últimos años, frente a la sobreexposición de mensajes catastróficos respecto al clima.

El psicólogo ambientalista de la Universidad de Santiago, Gabriel Prosser, describe este sentimiento de angustia como “una sensación de que no se puede hacer nada a nivel personal”. Este trastorno psicológico se manifiesta tanto en las alteraciones del sueño de las personas como en cuadros de ansiedad e incluso puede desencadenar una crisis de pánico producto de la desesperanza de que el mundo pudiera  llegar  a su fin.

Según el académico, algunos consejos para enfrentar este estado de preocupación es que “tenemos que conocer aquello que nos preocupa”; esto significa informarse con expertos, porque existen creencias erradas respecto al tema. Sugiere además seguir aquellas páginas de organizaciones que actúen a favor del clima, como también conocer las posibles soluciones individuales y colectivas para aportar con actos positivos a enfrentar la crisis global.

No obstante, recalca Prosser , es importante mantener una comunicación esperanzadora entre nuestros círculos cercanos como amigos y familiares, como también abrir espacios de reflexión; por ejemplo, visibilizar las cosas positivas que se están haciendo por el planeta. Además, el experto recomienda que para enfrentar el estado de Ecoansiedad se debe tener espacios de acercamiento y en constante contacto con la naturaleza.

Es importante aclarar que hay un trastorno similar a la Ecoansiedad llamado Solastalgia, el cual se diferencia de la primera porque es una alteración psicológica que se produce en las personas tras la vivencia de cambios destructivos en su entorno, ya sean consecuencia de actividades humanas o del clima.

Investigación muestra cómo el clavel del aire se ha desplazado para sobrevivir al cambio climático

El cambio climático avanza lento, pero sin pausa, y el incremento de la temperatura en el desierto de Atacama, donde además las variaciones térmicas diarias están siendo más bruscas, está modificando la vida de animales, ecosistemas y plantas.

Así lo plantean Marcel Clerc, académico del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemática de la Universidad de Chile, y David Pinto, estudiante del Doctorado en Ciencias mención Física de la Universidad de Chile, quienes por cinco años han liderado un seguimiento al comportamiento espacial de la tillandsia landbeckii, planta conocida comúnmente como “clavel del aire”, especie “capaz de sobrevivir en condiciones muy extremas y que es experta en capturar agua de neblinas”, explica el profesor Clerc.

“Lo aquí recabado nos está mostrando que estas plantas estarían al borde de su desaparición si las condiciones continúan empeorando”, advierte el académico de la U. de Chile. El cambio en la autoorganización espacial de estas plantas sería la clave de su supervivencia hasta ahora. 

“Este organismo vive en las zonas costeras del norte grande de Chile, fundamentalmente entre Vallenar y Arica y también en la zona sur de Perú, lo hace dejando un rastro parecido a las líneas de un tigre, vale decir, patrones o formas que se repiten, que se observan al mirar esta vegetación con imágenes satelitales (obtenidas Google Earth) y comparándolas con ecuaciones matemáticas hemos encontrado comportamientos muy esclarecedores aplicada a estos patrones”, detalla David Pinto.

El modelo matemático desarrollado por los investigadores fue capaz de analizar patrones de vegetación tipo líneas y estimar su estado buscando los rastros mencionados en las imágenes satelitales, lo que abre las puertas a que más científicos puedan entender mejor cómo la vegetación responde a los cambios ambientales y así poder mantenerla. 

Para lograr estos resultados, se utilizaron técnicas matemáticas avanzadas de física no lineal para predecir este tipo de órdenes, acompañado de simulaciones numéricas para verificarlo. También se aplicaron las mediciones con otras imágenes satelitales de vegetación tipo líneas en el desierto de Atacama, en zonas áridas de Texas, Estados Unidos, y Sudán, mostrando todas características similares y compartiendo el orden predicho por la teoría.

“Sería muy interesante ver hasta dónde puede llegar la adaptabilidad de la tillandsia landbeckii, hemos contemplado cómo se está distribuyendo mayormente de forma no homogénea, algo así como si estuviera aprovechando las zonas donde haya más humedad y separándose de sí misma, es decir, está buscando no competir con sus iguales para lograr capturar hasta la última gota de agua y bruma disponible… Definitivamente sabe cómo sobrevivir”, acota Clerc.

Investigación utiliza al espino como árbol nodriza para la restauración del bosque esclerófilo

La intensa lluvia que cayó sobre la Región Metropolitana el pasado 22 de junio no fue impedimento para visitar la Estación Experimental German Greve y evaluar los avances del proyecto “Restauración activa del bosque esclerófilo en terrenos de pastoreo, usando el espino como especie nodriza”, financiado por el XI Concurso del Fondo de Investigación del Bosque Nativo de CONAF. La iniciativa, encabezada por el profesor Luis Piña, académico del Departamento de Producción Animal de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, tiene como objetivo utilizar a este árbol como nodriza para la restauración del bosque esclerófilo en la zona central del país.

En el encuentro, profesionales de CONAF y estudiantes de la carrera de Ingeniería Agronómica de la U. de Chile, entre otros asistentes, revisaron los principales resultados que se han obtenido en la ejecución de este proyecto. “Es muy motivante ver el interés por las temáticas relacionadas con la restauración del bosque esclerófilo y el manejo silvopastoril de espinales, que se refleja en las múltiples preguntas y comentarios por parte de los asistentes al Día de Campo, muchos de ellos profesionales de CONAF que asesoran a productores en el manejo de estos ecosistemas, así como también por el deseo de conocer los resultados finales que se obtendrán en los ensayos del proyecto”, comentó el profesor Luis Piña sobre esta visita al espacio de prueba de esta iniciativa.

El estudio busca evaluar la factibilidad de utilizar el espino como árbol nodriza para el proceso de restauración activa del bosque esclerófilo en la zona central de Chile. El llamado efecto nodriza es una suerte de colaboración entre plantas, en que las más grandes o adultas generan un ambiente favorable para la vida bajo la proyección de su copa, sea ésta un árbol o un arbusto. El proyecto de investigación contempló a cuarenta espinos que se espera cumplan la función de nodrizas para más de 600 ejemplares de quillay, peumo, litre y maitén que se plantaron abajo y alrededor de ellos.

Los resultados generales, que se esperan en los 42 meses que durará este estudio, es que el espino como nodriza permita acelerar el proceso de restauración activa de las especies arbóreas en estudio, aumentando la tasa de crecimiento y el porcentaje de sobrevivencia de las plántulas. A modo particular, además, con el efecto nodriza de los espinos debería observarse una disminución de las necesidades de agua de riego requeridas para la sobrevivencia de las plántulas en los primeros años del proceso de restauración activa, disminuyendo así los costos asociados a dicha práctica y aumentando el porcentaje de sobrevivencia de las especies arbóreas a restaurar.

Respecto a este último punto, el director del proyecto explicó que en los resultados preliminares de la investigación se concluyó que en las especies que tuvieron una mejor respuesta se observó una disminución de la necesidad de riego de las mismas, es decir, que la humedad se mantiene más eficientemente bajo la copa de los árboles, lo que permitiría riegos menos frecuentes.

En cuanto a la capacidad de restauración de las cuatro especies en estudio, Luis Piña explicó que la de mejor respuesta ha sido el Quillay. “Aun cuando los animales consumen las plantas dejando un pequeño tallo de aproximadamente 3 milímetros de altura, el Quillay vuelve a brotar, no así el resto de las especies en estudio, que, aunque se supone son especies adaptadas a las condiciones de la zona, al parecer; y es parte del análisis final del estudio, algunas de ellas necesitarían que el bosque esté relativamente establecido para reaparecer“, comentó el académico de la U. de Chile.

Una vez finalizado el proyecto, se pretende obtener un plan de manejo para el fomento de la restauración activa del bosque esclerófilo, que involucre una propuesta de manejo conjunta de la formación vegetal actual (espinal), la restauración de especies arbóreas del bosque esclerófilo y un manejo silvopastoril acorde al proceso de regeneración de la formación vegetal.

El plástico que respiramos y su impacto en la salud

El doctor Magne ha dedicado su línea de investigación a conocer este cosmos en miniatura compuesto por microorganismos no patógenos que viven en simbiosis y que condicionan nuestra fisiología, constituyendo una especie de interfaz entre el medioambiente y el cuerpo. “Hace una década se pensaba que los pulmones eran estériles, pero luego se identificó una microbiota ‘sana’ en el pulmón, que a pesar de la baja concentración de microorganismos, presenta una significativa diversidad de éstos”, explica.

En su primer Fondecyt Regular del año 2019, el doctor Magne describió la microbiota del pulmón y su rol en la regulación de la producción de moco, “que representa una de las primeras líneas de defensa. Sin embargo, su producción excesiva puede causar obstrucción pulmonar, lo que se observa en pacientes con patologías respiratorias como asma bronquial o enfermedad pulmonar obstructiva crónica. La idea de este primer proyecto era reconocer si la microbiota jugaba un papel en la producción de moco pudiendo ser, de esta forma, una terapia dirigida a estas enfermedades tanto para su prevención como para su tratamiento”.

Su actual investigación, “Implicación del microbioma pulmonar en los efectos nocivos combinados del humo del cigarrillo y de los microplásticos en la mucosa respiratoria” tiene como objetivo conocer cómo afectan estos contaminantes a los microorganismos residentes y, por ende, a la salud del pulmón.

“Sabemos que los contaminantes tienen un impacto sobre las enfermedades respiratorias, pero no se sabe mucho cuáles son los mecanismos que impactan en la salud del paciente. Si bien se observó alteración en la microbiota humana relacionada a los contaminantes o al humo del cigarrillo, nunca se estudió si la microbiota podía contribuir en los efectos de estos. Además, se conoce muy poco del impacto de los microplásticos sobre la salud, los cuales se han encontrado en varios órganos y, en particular, en el pulmón”, explica el doctor Magne.

A esto, agrega que, dado que se ha producido bastante investigación respecto a la presencia de microplásticos en el ambiente marino, “se ha observado que afecta la salud de los organismos que viven en los océanos induciendo inflamación. También, a nivel de microbiota, se mostró que estas partículas pueden inducir la colonización específica de algunos microorganismos por sobre otros, o inducir un estrés que cambie su metabolismo y que los lleve a producir otros metabolitos que podrían afectar negativamente sobre nuestra salud. Es decir, pueden tener un efecto directo produciendo una inflamación de las mucosas, o a través de cambios en el metabolismo de la microbiota. Incluso, los microplásticos podrían ser un vector de transmisión de bacterias patógenas, ya que algunas son capaces de colonizar este tipo de superficie”.

Usando modelo in vivo, esta investigación determinará el impacto del humo del cigarrillo y de los microplásticos sobre la microbiota pulmonar, en concentraciones similares a las que estamos expuestos. En modelo in vitro, en tanto, se realizará el cultivo de algunos microorganismos para analizar su relación con estos contaminantes. 

¿Cómo evitar la exposición a microplásticos? El doctor Magne indica que la única forma es una solución global: disminuir el uso de plástico. “Demostrar con investigaciones que estos microplásticos no son componentes inertes al interior de nuestro organismo, por lo que hay que concientizar a la población de los riesgos que podrían significar en la salud”, finaliza.

Presentan nueva plataforma para evaluar la seguridad hídrica en el país

Aportar a la planificación multiescala, desde macrocuencas hasta comunas, por medio de información histórica y actual de las condiciones hidrológicas y climáticas y sobre la disponibilidad y usos de agua en el país. Esta es la propuesta de la “Plataforma de sequía y seguridad hídrica en Chile”, herramienta desarrollada en el marco del proyecto ANID Sequía FSEQ210001, adjudicado por el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2 y que fue presentado el 23 de junio 2023 en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile.

Los proyectos ANID Sequía forman parte del Plan de Emergencia contra la Sequía del Estado de Chile que, dentro de sus acciones, entrega financiamiento a la investigación para el diseño de políticas públicas, normativas, investigaciones y soluciones tecnológicas que hagan frente a la extensa y prolongada sequía que afecta al centro y sur del país desde hace más de 10 años.

Camila Álvarez-Garretón, investigadora del (CR)2 y directora del proyecto ANID Sequía FSEQ210001, explica que la investigación se enfocó en cerrar brechas de información respecto a la disponibilidad hídrica, usos de agua, reconstrucciones históricas y proyecciones a futuro, además de abordar vacíos de conocimiento respecto a la evolución de las sequías y de la seguridad hídrica, así como la atribución a cambios en el clima y a las actividades humanas.

“Esta plataforma permite explorar los usos de agua por sector productivo desde 1960 en adelante a lo largo de Chile, y ver lo que ocurre en la actualidad para así estimar, por ejemplo, qué comunas del país se encuentran en riesgo de inseguridad hídrica”, comentó Álvarez-Garretón. “Las estimaciones de usos de agua se desarrollaron en el marco del proyecto y son independientes a los registros de derechos de aprovechamiento de agua que mantiene la Dirección General de Aguas”, agregó la investigadora.

La plataforma se compone de cuatro herramientas, dos de las cuales fueron presentadas en el evento de lanzamiento: el “Monitor de sequías”, que permite visualizar condiciones de sequía históricas y actuales, y el “Explorador de aguas”, para acceder a datos de usos de agua y disponibilidad hídrica en Chile.

“A través del monitor de sequías, las autoridades podrían evaluar las condiciones para promulgar decretos de escasez hídrica, entre otras aplicaciones útiles para la toma de decisiones”, indicó Juan Pablo Boisier, investigador del (CR)2 y del Departamento de Geofísica de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, quien es director alterno del proyecto.

La plataforma de sequías y seguridad hídrica en Chile está disponible para acceso de manera libre y gratuita en https://seguridadhidrica.cr2.cl. Este trabajo, además, es uno de los insumos relevantes para el próximo informe a las naciones del (CR)2 con foco en la seguridad hídrica en Chile, que será presentado en noviembre de este año.

Expertos crean informe sobre desafíos y oportunidades de la desalinización para abordar la inseguridad hídrica

“Desalinización: oportunidades y desafíos para abordar la inseguridad hídrica en Chile” es el nombre del informe realizado por un grupo de 26 especialistas en calidad de coautores, entre ellos los académicos de la Universidad de Chile María Christina Fragkou, Linda Daniele, Rodrigo Palma-Behnke, Anahí Urquiza, Rodrigo Fuster, Tamara Monsalve y Marcelo Olivares. El documento, cuyo objetivo es entregar recomendaciones para el desarrollo del proceso de desalinización y sus diferentes aplicaciones, fue elaborado por el Comité de Cambio Climático del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación a solicitud del Ministerio de Medio Ambiente.

El académico del Departamento de Ciencias Ambientales y Recursos Naturales Renovables de la Facultad de Ciencias Agronómicas y actual director de Investigación de la Universidad de Chile, Rodrigo Fuster, asegura que se trata de un “interesante trabajo de colaboración” y destaca “el camino que se ha seguido, de tratar de basarse en evidencia científica para hacer las propuestas de política pública. Es una línea en la que no debiéramos echar marcha atrás, sino más bien robustecer”.

“Nosotros, con este trabajo, venimos a generar información que esperamos sea útil para ese momento legislativo en que la ley de desalinización considere los elementos que se exponen en el documento, que yo creo que fue la motivación de los ministerios de hacer esta convocatoria amplia para generar este documento con los pro y los contra de esta alternativa para la seguridad hídrica”, añade Fuster. El ingeniero agrónomo detalla que “parte de la discusión importante que se da en el documento es el potencial impacto ambiental, pero también sobre el ámbito de la economía, sobre las actividades productivas, sobre el desarrollo social. Es bastante más complejo tomar la decisión de la desalación”.

La doctora en hidrogeología, académica de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile y directora académica del Centro Avanzado Para Tecnologías del Agua (CAPTA), Linda Daniele, indica que este estudio “no solo abarca la parte ingenierística de la desalinización, sino que toda la parte medioambiental, la parte de gestión de los recursos, cuándo se producen, dónde van, sobre todo en un país donde las desaladoras ya están y están volcadas a prestar servicios a la industria minera”.

En esta línea, plantea que para tener una respuesta hay que analizar “hacia dónde apuntamos como país en términos de desarrollo y crecimiento industrial, agrícola, poblacional. Entonces, se trata de una valoración de cuánta agua necesitamos en Chile en su globalidad y cómo sería mejor tener esta cantidad, teniendo también en consideración los usos del agua. Es decir, no solo es desalar, la sequía no la resolvemos solo desalando, en mi opinión hace falta una lectura más transversal y también una educación cívica especial para que tengamos siempre un uso óptimo de los recursos hídricos”. 

La profesora Daniele sostiene que la desalinización puede convivir como una de varias alternativas para luchar contra la escasez hídrica, y ejemplifica que “en Almería hay desaladora para agricultura, para abastecimiento humano, y en los mismos lugares donde se han implantado estas soluciones hay un fuerte reciclaje del agua. Hay varias soluciones tecnológicas orientadas a mejorar la gestión completa, no solo es producir agua”.  

Otra de las coautoras de la Universidad de Chile, la profesora del Departamento de Geografía de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, María Christina Fragkou, comenta que “el agua desalinizada es la más cara de producir, es la que tiene mayores impactos ambientales en comparación con otras alternativas, como la reutilización o captar aguas lluvias, y también es la más intensiva en consumo energético”.

En este sentido, respecto a la razón de este informe, destacó que “la desalinización tiene como fuente el océano infinito. Es una fuente que no va a terminar nunca si la gestionamos bien. Es la más aceptable para consumo humano entre las otras alternativas que mencioné y también es una fuente que es independiente del clima. Entonces, la combinación de esas características hace muy importante que exista un informe como el que hicimos bajo la dirección del profesor Sebastián Vicuña y creo que este es el primer aporte, no solo para la desalinización”.

La profesora Fragkou destacó, asimismo, que “el modo de trabajo da un ejemplo de cómo tenemos que tratar las estrategias políticas, de infraestructura y de tecnologías que nos puedan ayudar a adaptarnos al cambio climático a largo plazo. No son decisiones de un sector económico, no son decisiones del gobierno de turno, son decisiones que tiene que tomar la comunidad científica con el mundo político a través trabajos meticulosos, interdisciplinarios y completos estudios, como es el informe que se presentó hoy”. 

Para la académica, el desafío no tiene que ver con la desalinización en sí como tecnología. “Ya sabemos lo que tiene de positivo y de negativo, lo importante es cómo estamos proyectando el desarrollo del país, cómo estamos alineando el desarrollo las actividades económicas, el crecimiento poblacional y los recursos naturales que tiene el país, que son finitos, aunque sean renovables. Las preguntas que tenemos pendientes por responder son: ¿Por qué desalinizar y hasta cuándo desalinizar?”.

Finalmente, el profesor Fuster enfatiza que “la desalación no resuelve el problema de la escasez, no resuelve el problema de la inseguridad hídrica. Creo que es una opción dentro de un conjunto de opciones que tienen que ser parte de una política y de una estrategia en materia de aguas”. De esta forma, plantea que “habrá casos en que la desalación sea la alternativa más apropiada para resolver un problema, pero en otros casos, probablemente, tenemos muchas otras opciones que también pueden jugar un rol clave para reducir la inseguridad hídrica”, afirma.  

Inauguran Cumbre Climática Internacional en Educación

El Salón de Honor de la Casa Central de la Universidad de Chile recibió a expertas y expertos en torno a la quinta versión de la Conferencia Internacional de Educación en Cambio Climático y Desarrollo Sostenible: Construyendo un futuro sostenible desde la escuela (CIECC).

Con el objetivo de abordar el papel de la educación en la lucha contra el cambio climático en Latinoamérica y el mundo, la cita es organizada por el Programa ICEC del Ministerio de Educación; por la Universidad de Chile, a través del Instituto de Estudios Avanzados en Educación, del CIAE, del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2 y del Programa de Educación en Ciencias Basada en la Indagación (ECBI); además del Museo Interactivo Mirador (MIM); la Oficina por la Educación Climática (OCE); la Fundación internacional Siemens Stiftung y la Red STEM Latinoamérica. 

La rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, destacó que “este trabajo es de muy alto nivel, en el sentido de que está presente la mejor ciencia que hoy se está desarrollando, pero también muy importantemente la educación. La metodología indagatoria que se utiliza acá favorece todo. Sabemos que mientras más se aprenda conceptualmente sobre el cambio climático y la sustentabilidad, los niños y las niñas van a ir desarrollando habilidades y sobre todo las actitudes necesarias para enfrentar el cambio. Así toman conciencia sobre sus acciones individuales y sobre las acciones colectivas para cuidar el planeta. Lo sabemos porque se estimula a los niños y a las niñas a que sean protagonistas de acciones complejas e incidentes. No solamente lo que ofrecen ellos y ellas como individuos, lo que ya es muy importante, sino que se comprometen con una mejor sociedad”.

Quien también se sumó a esta jornada fue la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, quien explicó que para enfrentar la triple crisis ecológica hay que avanzar en construir una sociedad “resiliente a los impactos que ya tenemos del cambio climático”.

“Ese tránsito tiene que ocurrir de manera muy rápida”, aseguró la ministra Rojas, añadiendo que “estos compromisos son urgentes, van a requerir transformaciones muy profundas, transformaciones en la manera en que consumimos o producimos energía, pero más que eso, la manera en que construimos ciudades, que nos movilizamos, la manera en que producimos comida, probablemente no hay ningún aspecto de nuestra vida que no se vaya a ver afectado y eso requiere entender la necesidad de los cambios, de que existe un gran consenso y eso no va a ocurrir si no tenemos a ciudadanos y ciudadanas empoderados que entiendan esta necesidad y eso se tiene que realizar a través de la educación”.

Por su parte, la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Gloria de La Fuente, relevó cómo los efectos de la crisis climática se dejan sentir con mayor intensidad en los países en desarrollo como los de América Latina y el Caribe, transformándose en un asunto de “justicia intergeneracional”. “Lo que hagamos o dejemos de hacer tiene profundas consecuencias para las actuales y las futuras generaciones también. El costo de la inacción es cada vez mayor a medida que la concentración de gases de efecto invernadero continúa aumentando y serán los más jóvenes de hoy quienes tendrán que lidiar con ello, y por cierto, pagar esas consecuencias. Por eso resulta tan importante que nos centremos en la educación sobre el cambio climático en América Latina. Tenemos que promover en todos los sectores un conocimiento mayor sobre las causas y los efectos del cambio climático e incrementar las habilidades que se necesitan para encontrar soluciones prácticas a este problema”, indicó la subsecretaria de La Fuente. 

En tanto, la directora de la Fundación internacional Siemens Stiftung, Nina Smidt, destacó la importancia de trabajar en conjunto para lograr las metas. “Buscamos que nuestros proyectos en educación sobre cambio climático tengan un impacto duradero, para lograrlo, como Red STEM Latinoamérica estamos interactuando con redes similares a nosotros en todo el mundo. No se trata sólo de promover acciones colaborativas, sino también de ejecutarlas a través de equipos cohesionados. De esta manera estamos contribuyendo a la implementación de políticas públicas y programas educativos que integren la educación sobre cambio climático a los diferentes niveles educativos en la región. Para lograrlo, necesitamos unir esfuerzos en cada paso que damos. Sólo uniendo fuerzas podremos dar forma a una transformación hacia la sostenibilidad”, dijo.  

La quinta versión de la Conferencia Internacional de Educación en Cambio Climático y Desarrollo Sostenible: Construyendo un futuro sostenible desde la escuela (CIECC) busca mostrar las acciones y proyectos que se están realizando en la región en torno a la educación y el cambio climático, destacando las lecciones aprendidas y las buenas prácticas de establecimientos educativos y de la sociedad civil. Asimismo, se debatirá en tonto a cómo expandir estos proyectos para abarcar toda la región, llevando las soluciones exitosas de América Latina al mundo. 

Las actividades continuarán hasta el próximo viernes en el Museo Interactivo Mirador (MIM) y contará, en todas estas jornadas, con la presencia de destacados científicos, educadores y representantes gubernamentales, de la Red STEM Latinoamérica, de las iniciativas de Territorios STEM+ y de proyectos de Educación en Cambio Climático de toda América Latina. 

En línea con la “Declaración de Monterrey” se buscará co-construir el enfoque educativo STEM+ Clima desde el contexto regional educativo y climático a través de espacios de diálogo y acción intersectorial colaborativa, promoviendo el movimiento de educación abierta, sistematizando las iniciativas y participando en la construcción de un plan de acción que contribuya a la acción y la resiliencia climática en la región.  

Participaron también en la ceremonia inaugural, Juan Pablo Álvarez, coordinador nacional de Convivencia para la Ciudadanía del Ministerio de Educación, la profesora Carmen Sotomayor, directora del Instituto de Estudios Avanzados en Educación de la U. de Chile; Larissa Grütz, encargada de Cultura y Educación de la embajada de Alemania; Enrique Rivera, director ejecutivo del Museo Interactivo Mirador; la profesora Pilar Reyes, directora ejecutiva del Programa ECBI; Ulrike Wahl, representante de la Oficina Regional Latinoamérica de la Fundación internacional Siemens; y el invitado especial, David Wilgenbus, director ejecutivo de la OCE (Office for Climate Education), quien brindó la charla “Educación Climática: oportunidades globales, retos locales”, entre otros.