Chile ha sido seleccionado por la FAO como uno de los cinco países piloto a nivel mundial para liderar un ambicioso proyecto de inteligencia zoosanitaria que apunta a anticipar y contener futuras crisis sanitarias globales. Esta movida posiciona a Chile no solo como el único representante de América Latina y el Caribe en la iniciativa, sino también como un referente regional en vigilancia epidemiológica animal, gracias al trabajo sostenido del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG). El programa está anclado al enfoque “Una Sola Salud”, que busca conectar salud humana, animal y ambiental en un mismo frente de defensa ante emergencias sanitarias.
La presentación del proyecto se realizó en el Parque Humedal Río Maipo, en Santo Domingo, un punto clave por su alta concentración de aves migratorias y su cercanía a instalaciones avícolas, lo que lo convierte en zona de riesgo sanitario. Allí, equipos del SAG realizaron demostraciones en terreno sobre captura y muestreo de aves silvestres frente a representantes de la FAO y el Ministerio de Salud. La estrategia contempla reforzar la bioseguridad en campo y mejorar los sistemas de información sanitaria, a partir de planes piloto que cruzan tecnología, territorio y acción directa.
En concreto, el proyecto permitirá al país revisar y optimizar su sistema de alerta temprana, enfocado especialmente en el control de la Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (IAAP) y en la erradicación de la brucelosis bovina. Rodrigo Sotomayor, subdirector de Gestión Técnica del SAG, enfatizó que este trabajo no solo moderniza las capacidades técnicas del organismo, sino que también refuerza su rol estratégico como actor central en la prevención de brotes que impactan simultáneamente a la salud pública, la economía y el medio ambiente. La meta a largo plazo es clara: diseñar un modelo de inteligencia sanitaria chileno que pueda ser replicado a escala regional.