La amplia oferta de suplementos alimenticios en el mercado, que incluye vitaminas, minerales, hierro, zinc, magnesio, productos naturales como aloe vera y colágeno, entre otros, genera interrogantes en la población sobre su consumo adecuado. En este contexto, el profesor Cristián Tapia Villanueva, de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile, entregó orientaciones clave para su uso responsable.

El académico, adscrito al Departamento de Ciencia de los Alimentos y Tecnología Química de la Casa de Bello, explica que los suplementos alimenticios son productos definidos en el Reglamento Sanitario de Alimentos (RSA). Su objetivo es suplementar la dieta con fines saludables y contribuir a mantener o proteger diferentes etapas de la vida, como la adolescencia, adultez o vejez. Se encuentran disponibles en distintas formas farmacéuticas: comprimidos, cápsulas, polvos o bebidas.

Las ventajas de consumir suplementos alimenticios para la salud se sustentan en mensajes regulados por el Ministerio de Salud. “Estos beneficios están asociados a la concentración de nutrientes declarados y a evidencia clínica internacional que los respalda”, señala el profesor Tapia. Un ejemplo es un producto con fibra dietética que, según su contenido, se clasifica como “Alto en fibra”. Este producto puede incorporar el mensaje de que puede reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares.

La Resolución Núm. 394 del año 2002 del Ministerio de Salud fija directrices nutricionales sobre los suplementos alimenticios y sus contenidos en vitaminas y minerales. Esta norma establece los límites mínimos y máximos de estos elementos, al igual que las dosis diarias recomendadas. Por ejemplo, para la Vitamina C indica una cantidad de 60 mg a 1,0 g/día, mientras que para el Calcio es de 400 mg a 1,6 g/día.

Sin embargo, “no incluye una serie de nutrientes que sirven para prevenir o complementar el tratamiento de enfermedades crónicas no transmisibles, asociadas varias de ellas a una alimentación no saludable”, advierte el profesor Tapia. Por ello,”es fundamental fijarse en la información nutricional del producto, en términos del contenido de nutriente y el porcentaje que corresponde a la dosis diaria recomendada”.

Según un estudio de 2022 realizado por ALANUR (Alianza Latinoamericana de Nutrición Responsable) en Santiago,Valparaíso y Concepción, los suplementos nutricionales más consumidos son:

  • Vitaminas (44%): Complejo B (42%), Multivitamínicos (23%), Vitamina C (13%), Vitamina B12 (7%).
  • Minerales (16%): Calcio (68%), Magnesio (13%), Multiminerales (6%), Hierro (5%).
  • Proteínas (13%): Proteína en Polvo (49%), Proteína en cápsula (19%), Proteína en barras (15%), Proteína de Suero de Leche (14%).
  • Ácidos grasos (10%): Omega 3 (97%), Omega 6 (3%).
  • Comprimidos y/o cápsulas con ingredientes botánicos (7%): Té Verde (59%), Aloe Vera (14%), Berenjena (12%).
  • Otros tipos de suplementos (5%): Colágeno (63%), Espirulina (11%), Probióticos (8%).
  • Aceites esenciales (1%): Aceite de Coco (57%), Aceite de Hígado de Bacalao (21%), Aceite de Chía (16%).