Metales y minerales como el aluminio, el oro, la plata, el cobre y el estaño, además de elementos raros como el europio, el itrio, el neodimio o el terbio, se pueden encontrar entre los componentes de los dispositivos electrónicos que usamos a diario. Celulares, notebooks e impresoras, y también sus cables, contienen en su interior una verdadera mina urbana, que se desperdicia al llegar a los vertederos, donde además contaminan el suelo.

Para ayudar a combatir esa contaminación y lograr que muchos de estos aparatos puedan ser reparados y tengan una segunda vida, la Oficina de Ingeniería para la Sustentabilidad (OIS) de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, organiza la Reciclatón e-waste, que este año logró recolectar 10,4 toneladas de residuos electrónicos en tres días.

“La Reciclatón de este año marcó un hito en nuestras campañas, siendo la más exitosa que hemos realizado. No solo acopiamos la mayor cantidad de residuos a nivel histórico, sino también vimos un aumento en la participación, tanto de organizaciones como de personas naturales que fueron a donar. De hecho, la participación de este último grupo creció en cerca de un 40% con respecto a la versión del año pasado”, contó Pablo Garrido, jefe de la OIS-FCFM. 

“Este tipo de eventos nos permite generar una cultura más sustentable y apoyarnos como Universidad de Chile en esta misión. Según las cifras de este año, el 46% de los residuos acopiados fueron de la Universidad, no sólo de la FCFM, también de otras facultades como Ciencias, Arquitectura y Urbanismo, Odontología y Campus Sur. Del mismo modo, también nos permite vincularnos con la comunidad, el 24% de los residuos fueron entregados por organizaciones externas a la Universidad y un 30% por personas naturales”, comentó Reynaldo Cabezas, secretario ejecutivo del Comité por la Sustentabilidad de la Universidad de Chile.

El principal cúmulo de residuos se logró en computadoras (2989,8 kg) –entre ellos había 300 notebooks–, seguido de impresoras (2013,2 kg), pilas y baterías (1433,8 kg). Se recopilaron más de 900 kg en cables y componentes, y más de 250 kg de mouses y teclados. Gran parte de los computadores y otros dispositivos serán reacondicionados por la Fundación Chilenter, para ser entregados a organizaciones sociales del país, como escuelas y centros de emprendimiento.

“Aportar a incentivar la cultura del reciclaje en nuestro país es una de las misiones que tenemos. Todos los componentes que llegaron van a ser revisados y pasarán a nuestros procesos de reacondicionamiento y/o reciclaje. Felicitamos una vez más al equipo de la Facultad de Ingeniería por hacer posible esta iniciativa”, sostuvo Matías González Pacheco, director ejecutivo de Chilenter. 

En esta versión, además de 41 organizaciones que llevaron sus residuos electrónicos, 383 personas fueron a entregar los suyos a la Facultad. “Es una tremenda recompensa el poder escuchar los agradecimientos de las personas y organizaciones externas a nuestra institución, felicitando al equipo. Se puede notar que aprecian que la Universidad de Chile genere este tipo de instancias de vinculación con el medio, tomando como vehículo una mayor responsabilidad con nuestros residuos y con la sustentabilidad”, subrayó Garrido. 

Además de dispositivos electrónicos, este año también se recolectaron baterías de auto, cuyos componentes principales, el ácido sulfúrico y el plomo, contribuyen a la contaminación del agua y del suelo. Recimat, empresa nacional encargada de reciclarlas, se llevó más de una tonelada.