Una de las obras más emblemáticas de la música popular chilena vuelve al escenario con una nueva potencia. Quilapayún celebrará seis décadas de trayectoria con una versión inédita de la Cantata Santa María de Iquique, esta vez acompañada por un elenco vocal compuesto exclusivamente por destacadas artistas mujeres, en un gesto que busca resignificar la obra con una perspectiva actual, feminista y plural. Las funciones se realizarán el 17 de octubre en el Teatro Caupolicán de Santiago y el 19 en el Teatro Municipal de Viña del Mar.
La puesta en escena contará con la participación de Amaya Forch, María José Quintanilla, Elizabeth Morris, Magdalena Matthey, Ema Pinto, Colombina Parra y una intérprete aún por anunciar, quienes se suman al grupo fundacional para dar vida a esta pieza clave del repertorio de la Nueva Canción Chilena. El relato estará a cargo del actor Francisco Melo, en una versión que combinará lo teatral, lo musical y lo histórico en un mismo escenario. Además, se incluirán imágenes inéditas de la pampa salitrera, registradas especialmente para esta producción, lo que reforzará la conexión emocional y documental de la obra.
La Cantata Santa María de Iquique, compuesta por Luis Advis en 1970, revive la masacre de más de 300 trabajadores salitreros ocurrida el 21 de diciembre de 1907 en Iquique, cuando exigían mejores condiciones laborales. Se trata de un hito musical que ha trascendido generaciones por su mensaje de justicia social, dignidad y memoria histórica. En esta nueva edición, el mensaje se amplifica con las voces femeninas como acto político y artístico, en un momento donde las brechas de género en las artes siguen siendo evidentes.
No es la primera vez que esta versión con intérpretes mujeres toma protagonismo. Durante la pandemia, en 2020, Quilapayún estrenó la propuesta en formato digital, alcanzando más de 13 mil visualizaciones, lo que la convirtió en uno de los eventos culturales más vistos de ese periodo. Ahora, con público presencial, la agrupación pretende reactivar esa emoción colectiva y volver a poner en circulación una de sus obras más potentes, con una sensibilidad acorde a los tiempos.
En palabras de Quilapayún, este reencuentro con la cantata no es solo un homenaje a su propia historia, sino también una forma de amplificar nuevas voces que representan distintos estilos y territorios musicales. Esta mezcla entre tradición y renovación posiciona el evento como uno de los más relevantes de la cartelera cultural de 2025, reafirmando que la música de raíz no es una reliquia, sino una herramienta viva de resistencia y transformación social.