El cierre temporal de escuelas, el uso voluntario de mascarillas y el refuerzo de recomendaciones preventivas en Reino Unido activaron una memoria colectiva todavía fresca. Para muchos, las imágenes que llegan desde Europa remiten de inmediato a la experiencia del Covid-19. Sin embargo, el brote que hoy tensiona a los sistemas de salud no es nuevo: se trata de una variante de la gripe A, conocida como influenza H3N2, que ya está golpeando con fuerza a países como Inglaterra, Alemania, Francia, Italia y España.

Según informó la BBC, varios establecimientos educacionales en Reino Unido han debido suspender sus actividades de manera preventiva, mientras que datos publicados por The Guardian revelan que los ingresos hospitalarios por gripe en Inglaterra alcanzan un promedio diario de 1.717 personas, con 69 pacientes en cuidados intensivos. Son cifras récord para el periodo invernal y, aunque el riesgo individual de desarrollar cuadros graves no ha aumentado de forma significativa, la magnitud del brote está generando una presión considerable sobre la red hospitalaria.

La pregunta es inevitable: ¿estamos frente a un nuevo virus? Para el infectólogo y académico de la Facultad de Ciencias Médicas de la Usach, Ignacio Silva, la respuesta es clara. En conversación con Diario Usach, explicó que “es muy importante destacar que no estamos ante un virus nuevo, este es el virus de la influenza que conocemos bien y que nos afecta todos los años”. Una aclaración clave en un contexto donde la comparación con la pandemia aparece casi de manera automática.

Silva detalló que las principales variantes que circulan a nivel global son la influenza H1N1 y la influenza H3N2, responsables de la mayoría de las campañas de invierno. “Ya lo vivimos en nuestro país en el invierno recién pasado que tuvimos un peak importante de influenza H1N1 y este segundo peak que vivimos en Chile en este último periodo, ahora en primavera, que fue justamente por influenza H3N2”, señaló. Para el especialista, lo que ocurre hoy en Europa responde a una lógica similar.

El fenómeno, explicó, tiene que ver con un adelantamiento en el inicio del aumento de los casos respiratorios. “Un adelantamiento en la fecha de inicio del ascenso de los casos de infección respiratoria. Muy similar a lo que vimos en Chile, donde se adelantó el inicio de la campaña de invierno y tuvimos un peak de casos más precoces que en años previos. Esto mismo se está viendo ahora en Europa”, afirmó el académico, subrayando que no se trata de un escenario excepcional, sino de una variación en los tiempos epidemiológicos.

Respecto a la variante específica que circula en el hemisferio norte, Silva explicó que la diferencia está en el subtipo. “La principal diferencia está en que el subtipo, la variante de H3N2 que está afectando a Europa, es una variante diferente a la que habitualmente nos afecta, que es esta famosa variante o subclado K, por lo que podría tener una respuesta un poco más agresiva que la H3N2 que circula habitualmente”. Esto podría traducirse en cuadros algo más graves o en una mayor capacidad de contagio, pero lejos de un escenario pandémico.

El infectólogo fue enfático en marcar esa distancia. “Podría causar cuadros de un poco mayor gravedad, podría ser más contagiosa y podría evadir de cierta manera al sistema inmune y la respuesta a las vacunas, pero esto no significa que estemos expuestos a una situación similar a la pandemia del Covid-19, porque el Sars-Cov-2, el virus que causó la pandemia, era un virus absolutamente nuevo para el cual no teníamos ni vacunas ni una respuesta inmune propia capaz de defendernos de esta enfermedad”. En la misma línea, recalcó que “bajo ninguna circunstancia estaríamos en una situación de vulnerabilidad como la que vivimos para la pandemia del Covid-19”.

De cara a Chile, el escenario no es ajeno. Silva advirtió que “por supuesto que podría afectar a Chile en nuestro próximo invierno”, considerando que el país suele replicar los patrones de circulación viral del hemisferio norte. Frente a ese panorama, el llamado vuelve a ser uno conocido, pero no menos urgente: reforzar las medidas de prevención y, sobre todo, la vacunación. “Contamos a nivel mundial con una amplia disponibilidad de vacunas contra la influenza que siguen siendo tremendamente útiles para prevenir particularmente los cuadros graves de influenza”, sostuvo, recordando que la experiencia acumulada sigue siendo una de las principales herramientas para enfrentar lo que viene.