Música

La música como droga natural para el ánimo

Un reciente estudio del Colegio de Químicos de Puerto Rico reveló que la música de Bad Bunny no solo domina los rankings globales, sino que también tiene un efecto directo en el cerebro: dispara dopamina, serotonina y oxitocina, neurotransmisores que inducen placer y bienestar. Con más de 80 millones de oyentes mensuales en Spotify, el puertorriqueño no solo marca tendencia musical, sino también emocional. Su sonido conecta con algo más profundo: la necesidad humana de sentir, recordar y moverse.

Desde la Universidad de Chile, el psicólogo y doctor en Neurociencia, Gonzalo Quintana Zunino, confirma que la música tiene la capacidad de regular nuestras emociones y que, gracias a su relación con experiencias pasadas, puede transformarse en una verdadera “máquina del tiempo” emocional. Las canciones favoritas no solo evocan momentos memorables, sino que también reactivan las sensaciones asociadas a ellos, generando un puente entre memoria y placer.

El neurocientífico Pedro Maldonado, por su parte, profundiza en la conexión entre música y actividad cerebral, afirmando que esta ha acompañado al ser humano a lo largo de su historia, sincronizándose con el ritmo interno del cuerpo y reforzando estados de ánimo. Maldonado destaca que incluso el aprendizaje musical desarrolla habilidades cognitivas aplicables a otras áreas, como la lectura o el dominio de idiomas.

Ambos especialistas coinciden en que la música; ya sea escuchada o aprendida, tiene un rol terapéutico y cognitivo, porque potencia la memoria, acompaña rutinas, mejora el ánimo y favorece el movimiento. Y eso explica, en parte, por qué melodías como las de Bad Bunny no solo pegan en la pista de baile, sino también en las zonas más profundas del cerebro.

Sarazul presenta META y abraza el renacer desde el caos

En un momento donde mirar hacia atrás se vuelve inevitable antes de avanzar, Sarazul; el proyecto de la cantante y compositora chilena Francisca Guzmán, lanza META, su nuevo EP y el primer material original desde Mercurio 52 en 2020. Esta obra marca el inicio de un ciclo profundamente introspectivo, una declaración íntima en clave poética y sonora sobre transformación, pérdida y claridad. Más que un disco, META es un ejercicio de exorcismo emocional convertido en música.

Conformado por tres canciones, META refleja un proceso de cambio vital para su autora. “Crisálida” abre el EP como una inmersión en el dolor y la reconstrucción, inspirada en el encierro y la depresión vivida durante la pandemia. Luego llega “Quemas”, una pieza que emerge del naufragio emocional de una relación fracturada, donde el piano, las atmósferas y la voz de Sarazul dibujan la ruta hacia el reencuentro con lo esencial. El viaje concluye con “Diálogo Interno”, una composición cargada de lirismo confesional donde el yo se desdobla para escuchar(se), y donde la trompeta de Donsalo Fuckushima y los beats íntimos de MRVS amplifican la sensación de catarsis.

Este nuevo trabajo no solo marca un punto de inflexión en la discografía de Sarazul, sino también el comienzo de una nueva etapa artística que culminará con el lanzamiento de su próximo disco en noviembre. META es un manifiesto musical sobre el poder de sostenerse a través de la creación y sobre cómo incluso en los escombros emocionales florece la posibilidad de una nueva vida.

Marlon Breeze y Ana Tijoux coronan la era urbana de los Pulsar

Los Premios Pulsar 2024 vivieron su edición más expansiva hasta la fecha, culminando este domingo con una ceremonia en los estudios de TVN que reunió a lo más potente y diverso de la escena musical chilena. Durante una semana completa de celebraciones, la SCD convirtió a los Pulsar en una verdadera fiesta nacional de la música, con tributos, presentaciones en vivo y reconocimientos que reafirmaron el peso cultural y artístico del país.

La noche comenzó con un homenaje cargado de emoción a Tommy Rey, para luego dar paso a la entrega de los premios más esperados. Gepe se llevó sus primeras estatuillas Pulsar por UNDESASTRE y el hit Bolero Libra, mientras que Ana Tijoux volvió a lo más alto tras una década, coronándose con el Álbum del Año y Mejor Álbum de Rap, Reggae & R&B gracias a Vida, una obra que conecta su impronta política con un refinado universo sonoro. En el plano tropical, El Chibano repitió el plato con Familia, y Marlon Breeze se impuso en la categoría Mejor Álbum Urbano con Le Trap 4, marcando el pulso del trap chileno actual.

Otros momentos clave fueron el reconocimiento a Bailando Solo de Los Bunkers como la canción más tocada en radios, y la victoria de Gata Only de Floyy Menor y Cris Mj como la canción con mayor difusión digital, consolidando el impacto global del reggaetón y trap criollo. La categoría Artista del Público, en tanto, fue nuevamente para La Combo Tortuga, que se alzó con este galardón por cuarta vez, demostrando una fidelidad de fans única. Entre lo romántico, Catalina y Las Bordonas de Oro sorprendieron al imponerse ante pesos pesados con Presagio, y Pascuala Ilabaca, Electrodomésticos, Manuel García y Alanys Lagos completaron una noche que reflejó la amplitud del talento nacional.

Los shows en vivo también marcaron la jornada, destacando el encuentro de Jere Klein con la escena urbana, la fiesta pop-punk de Glup!, los 25 años de Saiko y los cruces generacionales entre Manuel García y Fernando Ubiergo. Con una escena más viva que nunca, los Pulsar no solo premiaron lo mejor del año, sino que evidenciaron un momento histórico para la música chilena, que ya no pide permiso y se mueve entre géneros con libertad, carácter y proyección internacional.

Karol G se pone la corona tropical y desafía todo con Tropicoqueta

Karol G, la estrella global del reggaetón y ganadora del GRAMMY, revela su álbum más ambicioso hasta la fecha. Tropicoqueta, su quinto trabajo de estudio, no es solo una producción musical: es un manifiesto visual y emocional donde lo íntimo se vuelve espectáculo y lo latino se eleva a altar. Inspirada por el legado de las vedettes latinoamericanas y moldeado por dos años de transformación personal, la artista se lanza sin red a un proyecto en el que cada ritmo, cada color, cada letra, celebra la sensualidad, la nostalgia y el poder de habitar el propio escenario sin pedir permiso.

Tropicoqueta es un disco que mezcla géneros y derriba fronteras: hay vallenato que se codea con reggaetón, bachata que conversa con pop, y cumbia que coquetea con mariachi. Todo en una puesta en escena sonora que va de lo ancestral a lo divino, de lo kitsch a lo sagrado. Karol toma las riendas creativas desde el primer compás hasta el último arreglo, haciendo de este álbum una declaración de independencia artística. No hay pieza secundaria, no hay relleno: “Para mí, es el playlist perfecto”, afirma. Cada track está diseñado para mover el cuerpo, conmover el alma y decir con claridad quién es y de dónde viene.

La artista no está sola en este viaje. Se suman a ella figuras como Eddy Lover, Greeicy, Feid, Manu Chao, Mariah Angeliq y Marco Antonio Solís, cada uno aportando texturas únicas que conectan el álbum con las raíces musicales del continente. La apertura corre por cuenta de Thalía, una de sus grandes inspiraciones, y entre los créditos se cuelan nombres como Pharrell Williams, Tainy, Ovy on the Drums y Edgar Barrera. En manos menos visionarias, este cruce de estilos podría sonar a collage forzado, pero en Tropicoqueta todo fluye como una fiesta ritual: un carnaval de identidad.

Con este álbum, Karol G sigue empujando los límites de lo que puede ser una figura del pop latino global. Si Mañana Será Bonito la consagró, Tropicoqueta la libera. No se trata solo de hacer hits, sino de dejar una marca estética, política y emocional que resuene en una cultura cada vez más abierta al cruce de géneros, cuerpos e historias.

Premios Pulsar 2025 se renuevan con diversidad y memoria

La escena musical chilena afina los últimos detalles para su cita más esperada: los Premios Pulsar 2025. El próximo domingo 6 de julio, desde las 18:30 horas, los estudios de TVN se transformarán en el epicentro de una jornada que no solo premiará a lo más destacado de la música nacional, sino que además desplegará una serie de shows únicos, diseñados como postales irrepetibles de la diversidad y el cruce de estilos que caracterizan este galardón impulsado por la Sociedad Chilena de Autores e Intérpretes Musicales (SCD).

La ceremonia abrirá con un homenaje al fallecido ícono de la cumbia y el bolero, Tommy Rey. La Combo Tortuga, Luis Jara, Alanys Lagos y Karla Melo darán forma a este tributo dividido en dos actos, evocando la versatilidad y el carisma de Patricio Zúñiga, figura clave de la música popular chilena. La potencia femenina y el legado del rock estarán presentes a través de Saiko, que celebrará sus 25 años acompañado por Karla Grunewaldt y Masquemusica, evidenciando el puente entre generaciones y estilos que propone esta edición.

La cantautoría también tendrá su momento de encuentro intergeneracional con Fernando Ubiergo y Manuel García compartiendo escenario, en una colaboración que cruzará repertorios y sensibilidades guitarreras en clave íntima. Por otro lado, el pulso de la fiesta vendrá desde el pop y los ritmos urbanos, con Glup repasando sus clásicos con nuevos arreglos e invitados sorpresa, y el fenómeno Jere Klein, que no solo mostrará su repertorio trap, sino que sorprenderá con un inesperado salto a la salsa.

El presidente de la SCD, Rodrigo Osorio, destacó la madurez que ha alcanzado el evento tras una década de historia, consolidándose como una plataforma que no solo celebra lo mejor del año, sino que además genera encuentros artísticos inéditos. “Lo que se vive en este escenario muchas veces no se repite, y eso es parte del valor que le hemos dado a los shows”, señaló. Este año, además, los organizadores apostaron por un nuevo día y horario, buscando ampliar la audiencia y conectar con públicos diversos. “Queremos que la familia completa se conecte con la música chilena”, remarcó Osorio.

Los Premios Pulsar 2025 prometen ser, una vez más, un espejo vibrante de lo que está ocurriendo en la música hecha en Chile, entre homenajes, colaboraciones inesperadas y la energía de los nuevos sonidos que están redefiniendo el mapa sonoro nacional.

Quilapayún reinventa la Cantata Santa María con poder femenino en sus 60 años de historia

Una de las obras más emblemáticas de la música popular chilena vuelve al escenario con una nueva potencia. Quilapayún celebrará seis décadas de trayectoria con una versión inédita de la Cantata Santa María de Iquique, esta vez acompañada por un elenco vocal compuesto exclusivamente por destacadas artistas mujeres, en un gesto que busca resignificar la obra con una perspectiva actual, feminista y plural. Las funciones se realizarán el 17 de octubre en el Teatro Caupolicán de Santiago y el 19 en el Teatro Municipal de Viña del Mar.

La puesta en escena contará con la participación de Amaya Forch, María José Quintanilla, Elizabeth Morris, Magdalena Matthey, Ema Pinto, Colombina Parra y una intérprete aún por anunciar, quienes se suman al grupo fundacional para dar vida a esta pieza clave del repertorio de la Nueva Canción Chilena. El relato estará a cargo del actor Francisco Melo, en una versión que combinará lo teatral, lo musical y lo histórico en un mismo escenario. Además, se incluirán imágenes inéditas de la pampa salitrera, registradas especialmente para esta producción, lo que reforzará la conexión emocional y documental de la obra.

La Cantata Santa María de Iquique, compuesta por Luis Advis en 1970, revive la masacre de más de 300 trabajadores salitreros ocurrida el 21 de diciembre de 1907 en Iquique, cuando exigían mejores condiciones laborales. Se trata de un hito musical que ha trascendido generaciones por su mensaje de justicia social, dignidad y memoria histórica. En esta nueva edición, el mensaje se amplifica con las voces femeninas como acto político y artístico, en un momento donde las brechas de género en las artes siguen siendo evidentes.

No es la primera vez que esta versión con intérpretes mujeres toma protagonismo. Durante la pandemia, en 2020, Quilapayún estrenó la propuesta en formato digital, alcanzando más de 13 mil visualizaciones, lo que la convirtió en uno de los eventos culturales más vistos de ese periodo. Ahora, con público presencial, la agrupación pretende reactivar esa emoción colectiva y volver a poner en circulación una de sus obras más potentes, con una sensibilidad acorde a los tiempos.

En palabras de Quilapayún, este reencuentro con la cantata no es solo un homenaje a su propia historia, sino también una forma de amplificar nuevas voces que representan distintos estilos y territorios musicales. Esta mezcla entre tradición y renovación posiciona el evento como uno de los más relevantes de la cartelera cultural de 2025, reafirmando que la música de raíz no es una reliquia, sino una herramienta viva de resistencia y transformación social.

Las Pecadoras celebran 15 años con cueca, placer y revolución

Después de una década y media sacudiendo los escenarios con su cueca urbana de raíz feminista, Las Pecadoras lanzan su quinto disco La cueca de los placeres, una producción que explora el amor libre, la soberanía del cuerpo y el placer como acto político. Este nuevo trabajo es una declaración artística sobre la transformación y la libertad, atravesada por voces potentes, décimas bien plantadas y melodías que mezclan la cueca tradicional con sonidos arrabaleros, flamenco y elegancia callejera. Las canciones llevan nombres como reír, viajar, amar y vino, trazando un mapa íntimo de experiencias vitales que conectan el deseo con la resistencia.

Formadas en Melipilla, Daniela Meza y Claudia Ortiz han empuñado el pandero y la palabra con fuerza desde el 2010, instalándose en la escena chilena e internacional con presentaciones en espacios tan diversos como la ONU Mujeres, Villa Grimaldi, el Festival de Olmué y favelas de Brasil. Su música ha sido puente entre el arte popular y la memoria histórica, desafiando estereotipos de género y reivindicando figuras femeninas invisibilizadas por los relatos oficiales. En La cueca de los placeres, suman a su formación habitual una serie de colaboradoras que amplifican el mensaje: voces como Catalina Teresa, Caro López y Catártica Animal, además del arpa provocadora de Cachorro Arpa.

Las Pecadoras ya habían dejado huella con álbumes como A morder la manzana y Cuéntame una cueca, este último orientado a la educación no sexista desde la infancia. En cada uno de sus discos han levantado un cancionero incómodo y vital, donde la cueca es vehículo para nombrar y resistir. Este nuevo hito sonoro, grabado en Chano Records y con carátula ilustrada por Camilo Henríquez (Cabro Caramba), es también una invitación a bailar con convicción, a desear sin culpa y a politizar el goce en clave popular.

Premios Pulsar 2025 ya tiene a sus nominados

La escena musical chilena vuelve a centrar las miradas con el anuncio oficial de las nominaciones a los Premios Pulsar 2025, la ceremonia que reconoce lo mejor de la música nacional y que este año celebrará su undécima versión el próximo 6 de julio, en una transmisión conjunta entre TVN y radio Bío-Bío. La lista, revelada la noche del martes en Sala SCD Bellavista, abarca 25 categorías con más de 100 artistas y proyectos nominados, en una edición que promete ser una de las más reñidas desde la creación del galardón.

La presentación oficial fue transmitida en vivo y contó con las actuaciones en vivo de Cancamusa y Asía Menor, ganadoras en 2024 como Mejor Artista Pop y Mejor Nuevo Artista, respectivamente. La noche también sirvió como termómetro del estado actual de la música chilena: diverso, competitivo y en expansión. Según René Calderón, vicepresidente de la SCD; entidad organizadora de los premios, “la lista de este año reúne a figuras consolidadas con nuevos referentes, lo que confirma el excelente momento que vive nuestra música”.

En esta edición destacan artistas que acumulan múltiples nominaciones, como Pedropiedra, quien competirá por Mejor Álbum Rock y Grabación del Año gracias a su disco Tótem, además de disputar Canción del Año con “Aquello que llaman amor”. En esta última categoría aparece también Gepe junto a Mon Laferte por “Bolero Libra”, mientras que UNDESASTRE, su disco, figura en la competencia por Álbum Pop y Mejor Portada.

El pop nacional muestra una sólida presencia con trabajos como Epistolares, el debut de Akriila, y Dime Precioso, el más reciente de Alex Anwandter, quienes se enfrentan en la categoría Mejor Álbum Pop. Anwandter también aparece en la carrera por Canción del Año con “Gaucho”.

Íconos como Luis Jara y Myriam Hernández confirman que los Premios Pulsar abarcan generaciones. Ambos figuran como nominados a Intérprete del Año y en Álbum de Balada o Música Romántica, por sus discos Latin Swing y Tauro, respectivamente. También regresan a la competencia Magdalena Matthey y Mauricio Redolés, con doble postulación por sus discos Instinto y Redolés Lavanda, incluyendo la categoría de Grabación del Año.

La categoría Rap, Reggae & R&B incorpora nombres potentes como Ana Tijoux; quien también está nominada por su videoclip “Dime qué”, Valentina Marinkovic y su Mama Groove, y Pascuala Ilabaca con Poética bailable, vol. 1, quien además compite por Mejor Intérprete.

El panorama urbano también se prende con fuerza. Floyymenor, Kidd Voodoo, Loyaltty, Marlon Breeze y Pablo Chill-E serán protagonistas en una de las categorías más comentadas: Mejor Álbum Urbano, confirmando que los sonidos callejeros no solo dominan plataformas, sino también instancias institucionales como esta.

Carlos Cabezas, líder de Electrodomésticos, aparece con doble presencia: por Mirar la luz en Mejor Álbum Rock, y por su trabajo en la serie “Vencer o Morir” en la categoría de Composición para Audiovisuales.

Además, ya está abierta la votación popular para elegir al Artista del Público, una de las categorías más simbólicas y democráticas de los Pulsar. Se puede votar en vota.premiospulsar.cl, donde los fans decidirán qué artista se lleva este reconocimiento directo de la audiencia.

Los ganadores serán anunciados en una ceremonia que se realizará en los estudios de TVN y que marcará el punto cúlmine de una temporada de reconocimiento y celebración para la música chilena, en toda su diversidad de géneros, voces y trayectorias.

Chile busca saldar su deuda con los intérpretes musicales en la era digital

La muerte del legendario cantante Patricio Zúñiga, conocido como Tommy Rey, no solo dejó un vacío en la cultura popular chilena, sino que también reactivó una discusión largamente postergada: ¿cómo garantizar que los artistas que interpretan música reciban una remuneración justa por su trabajo en el entorno digital? La respuesta podría estar en un nuevo proyecto de ley impulsado por la Sociedad Chilena del Derecho de Autor (SCD), que busca modernizar el régimen de derechos conexos en el país.

Esta propuesta legal, ingresada recientemente al Congreso, no pretende alterar los derechos de autor ni equiparar a intérpretes con compositores o letristas. Lo que plantea es algo más específico: reconocer de forma efectiva el derecho de artistas, intérpretes y ejecutantes a recibir ingresos por la utilización digital de sus interpretaciones, en línea con tratados internacionales que Chile ha ratificado pero que, hasta ahora, no se han reflejado plenamente en la legislación nacional.

En la práctica, la ley chilena reconoce estos derechos conexos desde hace décadas, pero su aplicación en plataformas digitales; como Spotify, YouTube o TikTok, sigue siendo inexistente. Como explica la abogada Francisca Bustos, especialista en propiedad intelectual del estudio jurídico Ruiz Salazar, “este proyecto no crea un derecho nuevo, sino que habilita un mecanismo concreto para que los artistas puedan ejercer lo que ya está escrito en la ley, pero que hoy es letra muerta”.

El proyecto plantea que estos derechos sean irrenunciables e intransferibles, lo que significa que no podrán ser eliminados por contratos abusivos ni vendidos bajo presión de la industria. Es una protección estructural, pensada para equilibrar las fuerzas entre artistas y grandes plataformas tecnológicas, que en muchos casos obtienen millonarias ganancias por contenidos en los que los músicos no ven un peso.

La iniciativa también apunta a cerrar la llamada “brecha de valor”, una desigualdad estructural entre lo que generan las plataformas digitales por la música que difunden y lo que efectivamente reciben los artistas. Hoy, mientras las tecnológicas consolidan sus modelos de negocio gracias a las interpretaciones de músicos y cantantes, estos últimos quedan fuera de la ecuación económica. “Este proyecto no busca duplicar derechos, sino actualizar la ley para que el trabajo artístico no sea gratis en internet”, enfatiza Bustos.

Además, Chile se pondría al día con estándares internacionales como el Tratado de Beijing de 2012, que reconoce expresamente los derechos de los intérpretes audiovisuales frente a la puesta a disposición digital. La aprobación de esta ley permitiría dar un paso concreto en esa dirección, reconociendo a quienes, con su voz e interpretación, construyen el ADN sonoro de un país.

Más allá del tecnicismo jurídico, esta es una demanda ética: dar valor real a los músicos que no solo acompañan nuestra vida cotidiana, sino que han sido pilares en la construcción de la identidad cultural chilena. Como Tommy Rey, cuya voz seguirá sonando en radios, fiestas y plataformas, pero que hasta hoy no cuenta con una retribución justa por cada reproducción digital.

Este proyecto no es solo una corrección legal. Es un acto de justicia pendiente con quienes interpretan nuestra historia en forma de canción.

Testament regresa a Chile para desatar su thrash metal en agosto

La emblemática banda californiana Testament regresará a Chile el próximo 12 de agosto para presentarse en el Teatro Coliseo, en una noche donde la potencia y la furia del thrash metal se tomarán el escenario. Con la voz inconfundible de Chuck Billy al frente, la agrupación llegará como parte de su Latin American Tour 2025, y las entradas estarán a la venta desde el miércoles 14 de mayo a las 11:00 horas en PuntoTicket, convocando a los seguidores del metal a una experiencia inolvidable.

Desde sus inicios a principios de los años 80, Testament se ha destacado como una de las bandas pioneras del thrash metal, consolidándose rápidamente como un ícono del género a nivel mundial. Un hito clave en su carrera fue el lanzamiento de su álbum “The Legacy” en 1987, que no solo les abrió las puertas de la escena internacional, sino que también los situó como una de las grandes fuerzas emergentes del metal de la época. A lo largo de más de cuatro décadas, han mantenido su vigencia con discos que reciben elogios constantes y una base de fans fieles que ha trascendido generaciones.

La banda es conocida por combinar riffs poderosos, solos técnicos y letras que denuncian la opresión y la corrupción, en temas que se han convertido en clásicos imprescindibles, como “Over the Wall”, “Into the Pit”, “Down for Life”, “Return to Serenity” y “Brotherhood of the Snake”. Testament es sinónimo de energía desbordante y maestría musical, ingredientes que desplegarán para sus seguidores chilenos.

Además, Testament ha compartido escenario con leyendas del metal como Black Sabbath, Iron Maiden, Judas Priest, Slayer y Megadeth, confirmando su estatus como una de las bandas más respetadas y premiadas en la historia del metal. Su Latin American Tour 2025 comenzará el 6 de agosto en Costa Rica, para luego pasar por diez ciudades de la región, con Santiago como uno de los puntos destacados del recorrido, donde el público podrá reencontrarse con una banda que sigue marcando la pauta en el género.