Medio Ambiente

Rapa Nui secuencia su biodiversidad estudiantes isleños exploran el ADN de sus especies nativas

Entre el 28 y el 30 de abril, una expedición científica encabezada por la Universidad de Chile llegó a Rapa Nui con una doble misión: secuenciar por primera vez el ADN de dos especies endémicas; el ave Petrel de Henderson (Pterodroma atrata) y el caracol marino Pure (Monetaria caputdraconis), y acercar la ciencia genómica a estudiantes de la isla. La actividad, parte del Proyecto 1000 Genomas, representa un avance significativo tanto en el estudio de la biodiversidad chilena como en la democratización del conocimiento científico.

El objetivo principal de la secuenciación es entender la diversidad genética de estas especies únicas, evaluar cómo se han adaptado a su ecosistema insular y detectar posibles amenazas a su supervivencia. Esta información es esencial para el diseño de estrategias de conservación efectivas, especialmente en un contexto de creciente presión ambiental por el cambio climático y la actividad humana.

Pero el valor de esta misión no se limita al ámbito académico. Para Miguel Allende, director del Instituto Milenio Centro de Regulación del Genoma (IM-CRG), esta expedición es también un hito educativo: por primera vez, jóvenes rapanui de tercero y cuarto medio tendrán acceso directo a tecnologías de secuenciación de ADN en tiempo real, participando activamente en un proceso científico de alto nivel. “Es una manera poderosa de despertar vocaciones, fortalecer el vínculo entre identidad y ciencia, y que la propia comunidad se convierta en protagonista de la conservación de su entorno”, aseguró el académico.

La delegación que desarrolla el trabajo en terreno está compuesta por investigadores, autoridades gubernamentales y científicas como Juliana Vianna, de la Pontificia Universidad Católica, y Héctor Ramírez, del Centro de Modelamiento Matemático. También viajó el subsecretario de Ciencia, Cristian Cuevas, quien destacó la colaboración interdisciplinaria y la integración comunitaria de la iniciativa. “Necesitamos datos y evidencia para avanzar hacia un desarrollo sostenible. Este es un ejemplo concreto de cómo la ciencia puede generar impacto real en los territorios”, afirmó.

Uno de los hitos de la visita es el “Taller de Biodiversidad en Ambientes Extremos”, organizado por el IM-CRG y la Iniciativa 1000 Genomas, con el respaldo de Oxford Nanopore y Congreso Futuro. La actividad permitirá a estudiantes manipular tecnología de vanguardia y explorar directamente el genoma de especies que forman parte de su patrimonio biológico. Como cierre, el 30 de abril se celebrará una feria científica en el Marae de Hanga Piko, abierta a la comunidad, con actividades interactivas, exposiciones fotográficas y espacios de diálogo con investigadores.

El Proyecto 1000 Genomas, impulsado por el IM-CRG y respaldado por nueve universidades del país, busca secuenciar la biodiversidad chilena en un esfuerzo conjunto por generar conocimiento de frontera y formar capital humano en áreas estratégicas. Esta labor científica, particularmente significativa en zonas remotas como Rapa Nui, busca no solo documentar la riqueza biológica nacional, sino también involucrar a las comunidades en su resguardo, promoviendo una ciencia más inclusiva y conectada con el territorio.

Muerte de un puma en Torres del Paine activa investigación en Chile

El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Chile confirmó que se encuentra en plena investigación tras el hallazgo de un puma muerto en las cercanías del Parque Nacional Torres del Paine. La denuncia, recibida junto a Carabineros, activó inmediatamente el protocolo de investigación técnica ordenado por la Fiscalía. Desde el inicio, el SAG ha trabajado en estrecha colaboración con las autoridades pertinentes, recopilando todos los antecedentes necesarios para esclarecer las circunstancias de este hecho que ha conmocionado a la comunidad local y a organizaciones de conservación.

El equipo médico veterinario del SAG realizó la necropsia al ejemplar, un procedimiento clave para determinar las causas de la muerte. El informe final, que integra todos los resultados técnicos obtenidos, será entregado este lunes a la Fiscalía como parte del proceso judicial. Mientras el análisis sigue en curso, el Servicio ha optado por no revelar detalles específicos del examen para resguardar el debido proceso y evitar entorpecer la investigación.

José Guajardo Reyes, Director Nacional del SAG, afirmó que se ha instruido máxima colaboración con la Fiscalía y que la institución actúa con total rigurosidad técnica. “Nuestro compromiso con la protección de la fauna silvestre es absoluto. Esperamos que la investigación permita aclarar este lamentable hecho”, sostuvo. El puma, especie emblemática de la fauna sudamericana, se encuentra protegida por la Ley de Caza en Chile, que sanciona con severidad cualquier daño contra ejemplares de fauna silvestre.

La muerte de un puma en un área cercana a Torres del Paine, uno de los parques nacionales más visitados del país y reconocido mundialmente por su biodiversidad, ha despertado preocupación entre ambientalistas y expertos. El puma no solo cumple un rol esencial en el equilibrio del ecosistema, sino que también constituye un símbolo de la fauna nativa de la Patagonia chilena.puma, Torres del Paine, SAG, fauna silvestre, investigación judicial

El SAG aprovechó la ocasión para recordar a la ciudadanía la importancia de denunciar cualquier acto que infrinja la Ley 19.473, que protege a la fauna silvestre. Asimismo, reiteró su compromiso de informar de manera transparente una vez que la investigación avance, reforzando su responsabilidad en la conservación de especies protegidas.

Chile alberga una de las poblaciones de pumas más australes del mundo, especialmente en la región de Magallanes. El monitoreo y la protección de esta especie se han vuelto cada vez más relevantes frente al aumento de conflictos entre fauna silvestre y actividades humanas, como el turismo y la ganadería. Cada incidente como este pone en evidencia la necesidad de fortalecer las medidas de protección y de educación ambiental en zonas de alta biodiversidad.

SAG impulsa tecnologías para anticipar plagas

Anticiparse a las plagas antes de que afecten los cultivos es el objetivo de los nuevos proyectos que impulsa el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) junto a la Universidad de Chile, la Universidad Santo Tomás y con apoyo financiero de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA). Estas iniciativas buscan fortalecer la sanidad vegetal del país mediante herramientas tecnológicas que integran datos en tiempo real desde los campos agrícolas y modelos predictivos de plagas, todo enmarcado en los principios de la Agricultura 4.0.

El primer proyecto, en conjunto con la Universidad de Chile, desarrolla el primer sistema de alerta temprana y modelo fenológico para Proeulia auraria, una plaga nativa que ha provocado importantes pérdidas en la exportación de frutas como uvas, cítricos y carozos. A través de sensores instalados en predios agrícolas y el análisis de datos climáticos, esta herramienta permitirá predecir su comportamiento con mayor precisión, y estará disponible de forma gratuita para productores, técnicos y servicios del agro.

De forma paralela, el SAG trabaja junto a la Universidad Santo Tomás y la CONAF en la creación de la plataforma “Smart Agro”, una solución digital que combinará manejo fitosanitario y riego inteligente, enfocada en cultivos como vides, paltos y cítricos. Esta plataforma ofrecerá apoyo en la toma de decisiones considerando factores como el estrés hídrico de las plantas, la condición del suelo y la aparición de plagas, optimizando el uso de recursos y mejorando la sostenibilidad agrícola.

Según el director nacional del SAG, José Guajardo Reyes, estas herramientas permitirán anticipar brotes y responder con mayor eficiencia ante los más de 200 eventos fitosanitarios que se presentan anualmente en Chile. Se espera que ambos proyectos, con una duración de tres años, tengan versiones beta disponibles hacia fines de 2025 y una implementación nacional proyectada para 2027. Los datos generados se integrarán a la Red de Pronóstico Fitosanitario del SAG, ampliando su cobertura y fortaleciendo su rol en la protección de los cultivos nacionales.

La lucha por la biodiversidad en el Valle de Huasco frente a la industria energética

Ubicado en la región de Atacama, el valle de Huasco es un oasis de biodiversidad en el desierto más árido del mundo, reconocido por el fenómeno del desierto florido, donde especies endémicas y paisajes únicos surgen tras las lluvias. Sin embargo, décadas de industrialización y contaminación, junto con la falta de políticas ambientales efectivas, han puesto en serio peligro este frágil ecosistema.

El reportaje expone el impacto de la minería y las termoeléctricas en la salud de las comunidades locales y en especies endémicas, como las cactáceas Eriosyce napina y Copiapoa dealbata. Los altos niveles de metales pesados en el suelo y el aire han sido vinculados con un aumento en enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares entre la población. A lo largo de la investigación, se destaca la resistencia de organizaciones locales que luchan por preservar su patrimonio natural ante los proyectos extractivos y una transición energética mal gestionada. Las voces de activistas exigen políticas públicas más estrictas y una educación ambiental más sólida para proteger el valle.

Alicia Tapia Pizarro, artesana y defensora del valle del Huasco, subraya que “si de verdad queremos energías renovables para nuestros territorios, está en el suelo, en la vida. Imagínense la gran cantidad de medicina que existe en el desierto de Atacama que ni siquiera ha sido estudiada”. Esta reflexión pone en evidencia el valor no solo ambiental, sino también cultural y medicinal del desierto, un patrimonio que podría desaparecer si no se toman medidas urgentes.

Soledad Fuentealba, activista socioambiental de la zona, resalta las deficiencias de la legislación medioambiental en Chile, que según ella, protege más a las empresas extractivas que a las comunidades. “La dificultad está en la legislación medioambiental, que más que proteger a las comunidades o a la salud de la gente, protege a las empresas”, señala Fuentealba, evidenciando la impotencia que sienten los habitantes frente a la falta de respuestas.

El impacto ambiental en el valle de Huasco no se limita solo a la contaminación del aire y el suelo. La expansión de las actividades mineras y energéticas ha llevado a la destrucción de hábitats naturales, afectando gravemente a la flora y fauna de la región. Jorge Godoy Fritis, guardaparque del Parque Nacional Llanos de Challe y fotógrafo naturalista, describe la situación con preocupación: “Recorrer cualquier cerro aledaño a Huasco es encontrarse con polvillo negro. Especies como Eriosyce napina y Eriosyce crispa (cactáceas en peligro de extinción) están inmersas dentro de un polvillo que inclusive es capaz de modificar su color”.

El reportaje forma parte de la iniciativa “Narrar la TEJ”, que busca visibilizar las tensiones entre el desarrollo energético y la justicia socioambiental en América Latina, amplificando las voces de las comunidades afectadas. Este trabajo es un llamado a la reflexión y la acción global: la protección del valle de Huasco y su desierto florido no solo es un derecho de sus habitantes, sino un compromiso con la biodiversidad y las generaciones futuras.

Investigación revela claves sobre enfermedad que afecta la frutilla

Un estudio liderado por el profesor Nicola Fiore, académico del Departamento de Sanidad Vegetal de la Universidad de Chile, ha identificado el origen y los mecanismos de transmisión de una enfermedad emergente que afecta el cultivo de frutilla en la zona central del país. La investigación determinó que el patógeno responsable es un fitoplasma transmitido por un insecto del género Cixiosoma sp. y que una maleza, Galega officinalis L., actúa como reservorio del microorganismo. Estos hallazgos refuerzan la necesidad de implementar políticas de prevención para proteger la producción frutícola.

La enfermedad, conocida como Strawberry Phyllody, puede generar pérdidas de hasta un 30% en los huertos afectados. Según Fiore, su aparición en Chile se suma a casos reportados en Argentina, lo que hace urgente su control. El equipo de investigación logró caracterizar molecularmente el fitoplasma y demostrar, mediante pruebas de transmisión, que el insecto Cixiosoma sp. es el responsable de propagarlo entre las plantas. Dado que se trata de un hallazgo nuevo, la especie aún no ha sido descrita taxonómicamente.

Además, se comprobó que la Galega officinalis L. cumple un rol clave en la propagación del patógeno, ya que los insectos vectores se alimentan de ella y luego transmiten la bacteria a los cultivos de frutilla. La presencia de esta maleza en los alrededores de los huertos representa un desafío para los agricultores, especialmente los pequeños productores, quienes deben adoptar estrategias preventivas como el uso de mallas antiáfidos para reducir el contacto entre los insectos y las plantas.

Dado que no existe un tratamiento curativo para los fitoplasmas, el control se debe centrar en la prevención. Si bien el uso de insecticidas es una opción, su efectividad puede verse limitada por la resistencia que desarrollan las plagas ante el uso reiterado de las mismas moléculas químicas. Por ello, Fiore enfatiza la importancia de invertir en estudios epidemiológicos que permitan comprender mejor la diseminación del patógeno y diseñar estrategias de manejo eficientes y sostenibles.

El investigador también advierte sobre la necesidad de fortalecer el financiamiento para la investigación básica en Chile, ya que contar con estudios sólidos es clave para el desarrollo de nuevas tecnologías y soluciones en fitosanidad. Finalmente, aclara que el consumo de frutillas afectadas por este fitoplasma no representa ningún riesgo para la salud humana.

Este estudio, financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt) y publicado en 2024 en la revista Plant Disease, entrega información crucial para productores, investigadores y autoridades del sector agrícola.

Innovación en la agricultura con productos sostenibles y de alto valor agregado

El Centro Regional de Estudios en Alimentos Saludables (CREAS), en alianza con pequeños agricultores de las provincias de Petorca y San Felipe, ha desarrollado innovadores productos alimentarios para enfrentar la crisis hídrica y potenciar la agroindustria local. Entre ellos destacan un espumante de durazno, un helado vegano de golden berry y snacks para mascotas elaborados a partir de huesos de caballo. Estas iniciativas surgen del “Programa de vinculación entre la agroindustria alimentaria y la Agricultura Familiar Campesina mediante D+I en productos alimentarios”, financiado por el Gobierno Regional de Valparaíso.

La iniciativa busca potenciar el desarrollo de productos innovadores a partir de materias primas locales, promoviendo el aprovechamiento de subproductos agrícolas y reduciendo el desperdicio de alimentos. A través del apoyo técnico y la investigación aplicada, se han generado alimentos con valor agregado que responden a las nuevas tendencias de consumo, como la alimentación saludable, la producción sustentable y la reducción del impacto ambiental.

Estas soluciones no solo fortalecen la economía de los pequeños productores, sino que también contribuyen a la sostenibilidad del sector agrícola. Con la articulación entre ciencia, innovación y tradición, el programa demuestra que la diversificación y el desarrollo de nuevos productos pueden ser herramientas clave para enfrentar los desafíos del cambio climático y la escasez hídrica en la agricultura familiar campesina.

Lanzan fichas digitales para promover el conocimiento del bosque nativo

Con el fin de fomentar la educación y protección fitosanitaria del bosque nativo, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) presentó una serie de fichas informativas digitales sobre especies nativas de Chile. Estas publicaciones, disponibles quincenalmente en Instagram (@sagchile) como parte de la iniciativa SAGEduca, ofrecen información accesible sobre las características, hábitat y curiosidades de los árboles nativos. La primera ficha, publicada el 21 de marzo en el Día Internacional de los Bosques, estuvo dedicada a la araucaria, símbolo de la biodiversidad chilena.

Estos materiales se suman al trabajo educativo que el SAG desarrolla para docentes, niños, niñas y sus familias, promoviendo la formación de ciudadanos responsables con la protección de los recursos naturales. Además de las fichas, SAGEduca pone a disposición del público una variedad de recursos en www.sag.cl, como juegos, libros interactivos y videos educativos sobre fauna y flora nativa.

Con esta iniciativa, el SAG reafirma su compromiso con la educación ambiental y la conservación de la biodiversidad, acercando el conocimiento ecológico a la ciudadanía y promoviendo prácticas sustentables para el cuidado de nuestro entorno natural.

La lucha por salvar los glaciares de los Andes

A más de 5,100 metros de altitud, el glaciar del Huayna Potosí en Bolivia se desmorona ante el avance del cambio climático. Donde antes había una gruesa capa de hielo azul, hoy sobresalen rocas desnudas y un lago recién formado marca el retroceso del glaciar, que disminuye a un ritmo alarmante de 24 metros al año.

Un equipo internacional de científicos de los Andes y el Himalaya, con apoyo de la FAO y el OIEA, ha instalado sensores de neutrones de rayos cósmicos para medir la acumulación de nieve y monitorear el deshielo. Los datos confirman lo inevitable: el glaciar está desapareciendo, amenazando la seguridad hídrica de comunidades enteras.

Miles de personas dependen de este glaciar para el abastecimiento de agua potable, la agricultura y el pastoreo en el altiplano boliviano. Sin embargo, el aumento de las temperaturas, los sedimentos que oscurecen el hielo y fenómenos como El Niño están acelerando el proceso. De mantenerse la tendencia actual, el glaciar occidental del Huayna Potosí podría desaparecer en solo 20 años.

Ante esta crisis, las comunidades han comenzado a almacenar agua mediante embalses y nuevas técnicas agrícolas para mejorar la absorción del suelo. Los científicos buscan generar conciencia y movilizar recursos para enfrentar los desafíos del futuro.

El retroceso del Huayna Potosí no es un caso aislado, sino parte de un patrón global de pérdida de glaciares que afecta a millones de personas. La reducción de estas reservas de agua congelada no solo impacta los ecosistemas locales, sino que también altera el equilibrio hídrico de regiones enteras. A medida que la crisis se profundiza, la colaboración entre gobiernos, científicos y comunidades se vuelve esencial para encontrar soluciones sostenibles y mitigar los efectos del calentamiento global.

Nueva tecnología para el tratamiento de aguas residuales industriales

Las industrias mineras, metalúrgicas y afines generan grandes volúmenes de aguas residuales con altas concentraciones de metales pesados y otros contaminantes, lo que puede representar un riesgo para el medioambiente y la salud de las comunidades cercanas. Frente a esta problemática, es fundamental desarrollar métodos de tratamiento eficientes, económicos y sostenibles.

Actualmente, existen diversas técnicas para la depuración de estos líquidos, como la ósmosis inversa, la precipitación y el uso de resinas de intercambio iónico. Sin embargo, estos procesos suelen ser costosos y con un alto nivel de toxicidad. Ante esta situación, un equipo de investigación de la Facultad de Química y Biología de la Universidad de Santiago de Chile (Usach) ha desarrollado un innovador material filtrante a base de óxidos de hierro para la eliminación de metales pesados en aguas residuales industriales.

Según la Dra. Karen Manquián, una de las investigadoras a cargo del proyecto, esta tecnología se diferencia de las soluciones tradicionales por su uso de materiales de hierro y técnicas de microencapsulación, lo que permite una filtración más efectiva y sostenible. Además, destaca su capacidad para eliminar metales pesados y metaloides como el arsénico, comúnmente presente en afluentes industriales.

Esta innovación no solo proporciona una alternativa más económica y con menor impacto ambiental, sino que también abre la posibilidad de reutilizar los líquidos tratados en otros procesos industriales. Actualmente, la Usach ha iniciado el proceso de solicitud de patente para esta tecnología, con el apoyo de la Dirección de Gestión Tecnológica de la Vicerrectoría de Investigación, Innovación y Creación (VRIIC).

El cultivo que da impulso a la baya de moda

Mientras el asaí es reconocido mundialmente por sus propiedades antioxidantes y beneficios para la salud, para la comunidad indígena de Porvenir representa mucho más: una fuente de sustento y equilibrio ambiental.

Antes de 2009, la recolección de asaí implicaba la tala de palmeras para la extracción de palmito. Sin embargo, con el apoyo de la FAO a través del Mecanismo para Bosques y Fincas, la comunidad ha adoptado un modelo sostenible basado en la producción artesanal de bayas de asaí. Esta transición no solo ha duplicado la producción, alcanzando más de 100 toneladas por cosecha, sino que ha permitido preservar el ecosistema y generar empleo local.

“El cambio fue difícil al principio, pero la comunidad vio que al proteger los árboles también aseguraban su futuro”, explica Lisandro Saucedo, exdirigente de la Asociación de Productores Forestales.

Inspirados por este éxito, los habitantes de Porvenir están explorando otros recursos naturales no madereros, como la palma real o buriti, cuyos frutos ahora recolectan sin talar los árboles. También han innovado en la producción de biocombustibles con residuos de asaí y buriti.

El reconocimiento a su esfuerzo ha llegado con certificaciones internacionales de sostenibilidad y la construcción de una planta de procesamiento con energía solar, que permitirá una economía circular eficiente.

Más allá del impacto económico, esta transformación ha fortalecido el sentido de orgullo y pertenencia en la comunidad. “Porvenir es mi vida, mi hermoso pueblo. Ahora trabajamos con lo que tenemos y lo hacemos de manera sostenible”, afirma Pedro Gutiérrez, recolector de asaí.