Cultura

Textiles africanos y memoria colectiva en la Bienal de Arte Textil 2025

El pasado jueves 2 de octubre se inauguró en el Centro Cultural La Moneda la segunda Bienal de Arte Textil (BAT), un encuentro que, desde su primera edición en 2019, ha buscado expandir los límites del arte contemporáneo al diálogo con la tradición, la memoria y los oficios manuales. En esta ocasión, la muestra Abolir el desierto abre una ventana hacia el continente africano, reuniendo 25 piezas textiles de países como Ghana, Nigeria, Malí, Sudáfrica o Camerún. Bajo la curaduría de Matías Allende Contador, la exposición propone un recorrido por los lenguajes simbólicos del textil como herramientas de resistencia, identidad y vínculo comunitario.

El valor de esta muestra no solo reside en su riqueza estética, sino en la forma en que los tejidos narran procesos políticos y sociales. Desde el kente de Ghana —antiguamente reservado a la realeza Ashanti— hasta los bogolan de Malí, teñidos con barro y cargados de significados espirituales, cada tela habla del paso del tiempo, de las manos anónimas que la crearon y de las comunidades que encontraron en el arte textil una forma de preservar su historia frente al colonialismo. En ese sentido, Abolir el desierto busca restituir una mirada justa y plural sobre África, reconociendo la modernidad técnica y la potencia cultural que sus saberes han aportado al mundo.

“Estos textiles, que hoy visten la Galería de Patrimonio del Centro Cultural La Moneda, también ponen en valor a aquellas personas anónimas que los crearon”, explica Regina Rodríguez Covarrubias, directora ejecutiva del espacio. “Son resultado de saberes colectivos que se traspasan de generación en generación, y con esto se subraya la fuerza del patrimonio inmaterial como memoria colectiva y comunitaria”. Sus palabras conectan con la esencia del proyecto: rescatar la herencia africana como parte del tejido simbólico que une a distintas culturas, incluida la latinoamericana.

El curador, Matías Allende Contador, plantea que la muestra busca “desmontar las jerarquías entre las artes y la artesanía, proyectando estos textiles como referencias para creadores contemporáneos”. Su visión no se limita al rescate patrimonial, sino a abrir un horizonte político y cultural que entienda los oficios textiles como un espacio de emancipación y solidaridad entre pueblos. Allende incluso vincula las raíces africanas con expresiones culturales de nuestro continente, recordando cómo ritmos y tradiciones como la cueca, la chacarera o el reggaetón son también herencias vivas de la diáspora africana.

La exposición forma parte de la colección Textiles del Mundo, una de las más completas de América Latina, donada en 2018 a la Universidad de Talca por el coleccionista estadounidense Edward Shaw y la artista chilena Bernardita Zegers. Esta iniciativa, según Zegers, responde al deseo de que los textiles “no quedaran encapsulados”, sino que pudieran itinerar y descentralizar la cultura desde regiones como el Maule hacia el resto del país. La colaboración entre la universidad y el Centro Cultural La Moneda refuerza esa visión: abrir espacios donde el arte, la historia y la memoria viajen más allá de los límites institucionales o geográficos.

En paralelo, la BAT impulsa una serie de actividades de mediación y educación que expanden la experiencia más allá de la galería. Habrá recorridos guiados con comunidades afrodescendientes e indígenas, visitas para personas mayores, talleres de escritura poética y de telar, además de una jornada de música y danza para cerrar el ciclo. Como señala Rodríguez Covarrubias, “el arte es un derecho, y nuestro trabajo busca construir un espacio plural, inclusivo y sostenible, donde la cultura sea parte de la vida cotidiana y donde el tejido comunitario sea tan fuerte y diverso como estas telas”.

La Bienal de Arte Textil, en su segunda edición, confirma que el arte textil no es un oficio menor ni una expresión del pasado, sino un lenguaje vivo, político y universal. Abolir el desierto lo demuestra con creces: las fibras, los hilos y los colores son hoy metáforas de memoria y resistencia, un recordatorio de que las historias no se escriben solo en papel, sino también en tela.

Lollapalooza Chile 2026 revela su line up diario con sorpresas internacionales y nacionales

La espera terminó. Lollapalooza Chile oficializó sus presentaciones por día para la edición 2026 y, con ello, activó la venta de pases diarios a través de Ticketmaster. El festival más grande del país volverá al Parque O’Higgins los días 13, 14 y 15 de marzo, con un cartel que combina figuras globales, íconos del rock alternativo, leyendas del hip hop y artistas nacionales en ascenso, consolidando una vez más su reputación como vitrina multicultural y transversal.

El viernes 13 abrirá con la fuerza de Sabrina Carpenter, la estrella pop norteamericana que en pocos años se transformó en fenómeno global. La acompañarán Deftones, liderados por “Chino” Moreno, quienes aterrizan con su nuevo disco Private Music (2026) y un setlist cargado de clásicos de los 2000. En la misma jornada se presentará Doechii, la voz disruptiva del rap y el R&B que está reconfigurando el mainstream desde Tampa, además de nombres como Interpol, Kygo, Tom Morello, Young Cister, Men I Trust, Gepe y los siempre irreverentes 31 Minutos.

El sábado 14 llega con uno de los momentos más esperados: la primera visita de Tyler, The Creator a Chile. El artista de California, dueño de un estilo que mezcla hip hop, soul y pop experimental, aterriza con Don’t Tap The Glass (2025), su último trabajo alabado por la crítica. Ese mismo día, Lorde traerá de vuelta himnos como “Green Light” y “Tennis Court”, junto con canciones frescas de Virgin (2025). Turnstile promete desatar el caos con su hardcore moderno y enérgico, mientras Los Bunkers reafirman su rol de banda icónica en la memoria colectiva chilena. A ellos se suman la DJ surcoreana Peggy Gou, Katseye, Orishas, Royel Otis y Judeline, en un line up tan diverso como explosivo.

El domingo 15 será un cierre de alto impacto con la nueva reina del pop queer Chappell Roan, la potencia electrónica de Skrillex y la voz intensa de Lewis Capaldi. Tres shows que prometen marcar el clímax del festival y cerrar con un broche de oro la edición 2026. La jornada también contará con la presencia de Addison Rae, Brutalismus 3000, Akriila y Bandalos Chinos, entre otros nombres que redondean un cartel pensado para diferentes generaciones y estilos.

La producción anunció que ya está habilitada la venta de pases diarios en Ticketmaster, con beneficios para quienes compren con anticipación. Cenco Malls ofrece un 20% de descuento descargando un código en su app Mi Mall, mientras Banco de Chile pone a disposición rebajas similares para sus clientes, con la posibilidad de pagar en cuotas sin interés y usar dólares premio. Ambos beneficios tienen stock limitado y permiten adquirir hasta cuatro entradas por persona.

Con más de tres décadas de historia, Lollapalooza sigue siendo un fenómeno cultural global. Desde su creación por Perry Farrell en 1991, el festival ha marcado pauta no solo en música, sino también en sostenibilidad, activismo y diversidad artística. En Chile, desde su llegada en 2011, el evento ha mutado en una tradición urbana que conecta generaciones y convierte al Parque O’Higgins en un epicentro cultural que trasciende fronteras. La edición 2026 reafirma esa visión con un cartel que mezcla mainstream, vanguardia y memoria, en un espacio donde la música y la cultura se viven como experiencia total.

El Planetario Usach se suma a la Noche de Museos con entradas gratuitas

El Planetario Usach fue el escenario elegido para dar inicio a la nueva versión de Noche de Museos, una de las citas culturales más esperadas del año y que el próximo 24 de octubre transformará a Santiago y otras ciudades del país en un recorrido abierto y gratuito por museos, centros culturales y espacios patrimoniales. La iniciativa, organizada por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, busca que la ciudadanía habite la ciudad desde otro lugar: caminar entre luces y sombras, dejarse llevar por la música, el cine y el teatro, y reconectar con esos rincones que muchas veces pasan inadvertidos en la rutina diaria.

Este 2025, la jornada adquiere un brillo especial al coincidir con los 40 años del Planetario Usach, que se suma con una programación diversa y de alto nivel, mezclando espectáculos artísticos y experiencias inmersivas que invitan a mirar el universo desde la ciencia y el arte al mismo tiempo.

La ministra Carolina Arredondo Marzán destacó la relevancia de extender los horarios de estos espacios y abrirlos a públicos que no siempre tienen acceso. “Es una invitación para que espacios como Planetario ofrezcan un horario extendido, y llamó a las familias a organizarse para disfrutar de las actividades, agendar dicha fecha y acceder a recintos que por distintas razones no han podido visitar”, afirmó. La jornada no solo será una fiesta cultural, sino también un ejercicio de democratización del acceso a la cultura y la memoria.

Desde la Universidad de Santiago, la vicerrectora de Vinculación con el Medio, Ana María Fernández, recalcó la importancia de que las universidades públicas participen activamente en este tipo de instancias. “Es fundamental participar en la discusión sobre los espacios museográficos, que no solo resguardan la memoria y el patrimonio, sino que también generan experiencias de aprendizaje, identidad y encuentro ciudadano”, señaló. Con esto, la Noche de Museos se posiciona no solo como un evento artístico, sino también como un catalizador de ciudadanía.

La directora del Planetario Usach, Jaqueline Morey, también reforzó el llamado a visitar este espacio icónico de Santiago, que además de sus proyecciones astronómicas ofrece un entorno propicio para pasar el día completo en familia. “Contamos con estacionamiento gratuito, ambiente seguro y con un parque maravilloso donde pueden venir a hacer su picnic y pasar todo el día acá”, comentó. Así, la propuesta va más allá del espectáculo nocturno: se transforma en una experiencia integral.

El lanzamiento oficial contó con autoridades como la subsecretaria del Patrimonio Cultural, Carolina Pérez, y la directora del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, Nélida Pozo, además de directores de museos públicos y privados. También se hizo un llamado a todas las instituciones culturales del país a inscribir sus actividades en el sitio oficial de la Noche de Museos, cuyo registro estará abierto hasta el 21 de octubre. La invitación es clara: salir de casa, recorrer la ciudad y hacer de la cultura un punto de encuentro ciudadano.

El regreso de Isabel Allende a Chile marcado por memoria, literatura y libertad

sabel Allende volvió a Chile después de seis años para protagonizar una jornada cargada de simbolismo y afecto. La escritora viva más leída en español fue homenajeada en la Casa Central de la Universidad de Chile con la Medalla Rectoral, un reconocimiento a su trayectoria, su aporte a la literatura y su voz siempre lúcida en torno a la memoria, la democracia y la igualdad de género. Con 28 libros traducidos a más de 40 idiomas y millones de lectores en el mundo, Allende no solo ha construido una obra que trasciende fronteras, sino que además ha convertido su pluma en una herramienta de resistencia cultural.

El Salón de Honor de la Casa Central fue el epicentro de la ceremonia, presidida por la rectora Rosa Devés y marcada por la presencia de autoridades universitarias, representantes del mundo judicial, ministros, senadores y miembros del cuerpo diplomático. La rectora destacó la dimensión política y humanista de la obra de Allende, subrayando que “su escritura, donde las mujeres nunca dejamos de ser protagonistas y donde la imaginación y la creatividad vuelven trascendente lo cotidiano, es un antídoto frente a la tentación de guardar silencio”. En un país que conmemora los 50 años del golpe de Estado, la U. de Chile buscó relevar cómo la literatura puede ser también memoria activa y defensa de los derechos humanos.

Allende, emocionada, agradeció la distinción y se permitió reflexionar con ironía sobre el sentido de la escritura. “Si yo fuera panadera, a nadie le importaría por qué hago pan. ¿Por qué escribo? Porque si no escribo, se me seca el alma y me muero. Porque la materia prima es infinita y gratis: el aire está lleno de historias”, dijo, arrancando aplausos en un auditorio donde la literatura fue entendida no como un lujo, sino como un acto vital.

La académica Carolina Brncic, encargada de presentarla, destacó que el legado literario de Allende es inseparable de los procesos sociales de América Latina. Su obra, explicó, “se ha convertido en expresión de las desigualdades sociales de nuestro continente, de las atrocidades cometidas por las dictaduras del Cono Sur y del drama del exilio”. A través de la ficción y la memoria personal, Allende ha sabido reconstruir historias colectivas, visibilizar identidades marginalizadas y desafiar los límites de la historiografía oficial.

Durante la ceremonia, la autora repasó también los hitos de su carrera, desde sus inicios en la revista Paula con la columna “Civilice a su troglodita”, hasta la escritura de La Casa de los Espíritus, que comenzó como una carta a su abuelo y terminó convirtiéndose en una novela fundacional del realismo mágico latinoamericano. “Nunca más he vuelto a tener esa sensación de absoluta libertad”, confesó sobre ese proceso, describiendo cómo el azar, la memoria y la imaginación se entrelazan en su práctica creativa.

Fiel a su estilo, Allende no eludió los momentos más oscuros de su vida: el exilio, las pérdidas y las reinvenciones constantes. Para ella, narrar su propia historia es también un acto de ficción. “El hecho de escoger cómo voy a contar mi vida, qué voy a destacar y qué voy a omitir es una forma de ficción”, señaló. Hoy, a sus 82 años, asegura que seguirá escribiendo “mientras tenga memoria y capacidad de atención”. Actualmente trabaja en un nuevo libro de memorias, con la intención de convertir un divorcio en aventura y el acecho de la vejez en liberación. “Escribir para vivir, vivir para escribir y escribir hasta el final”, cerró ante una ovación.

El regreso de Allende a Chile incluye además la presentación de su más reciente novela, Mi nombre es Emilia del Valle, en el Teatro Oriente de Providencia. Las entradas, gratuitas, se agotaron en menos de un minuto, confirmando que la escritora mantiene intacta su capacidad de convocar multitudes y de conectar con un público diverso. Una vez más, Isabel Allende demostró que su obra no pertenece solo a la literatura: pertenece a la memoria, a la historia y a la vida cotidiana de toda América Latina.

La Yein Fonda celebra la tradición dieciochera con música y juegos

La segunda jornada de La Yein Fonda volvió a confirmar que este encuentro no es solo un evento dieciochero, sino un rito que cruza generaciones y barrios enteros. Desde las primeras horas de la tarde, las batucadas de Villa Lobito marcaron el pulso y el Perro Chocolo, acompañado de su banda, prendió el recinto con canciones que mezclaron colores, alegría y un ambiente pensado para toda la familia. Entre risas de niños, aplausos de padres y coreografías espontáneas, la fonda instaló un espacio donde tradición y modernidad se encuentran.

El espíritu comunitario se fortaleció con uno de los clásicos que nunca falla: el Bingo, comandado por el Gran Maestro del Bingo, quien se lució en tres horarios distintos. Los asistentes se movían entre las mesas con la ansiedad de cantar “línea” o “cartón lleno”, demostrando que este juego simple pero cargado de adrenalina sigue siendo un ritual transversal en cualquier fonda.

Fundada por Los Tres hace casi tres décadas, La Yein Fonda se ha transformado en un referente que redefine la manera en que Chile celebra septiembre. Desde sus orígenes, el evento rompió con la solemnidad de las fondas tradicionales para dar paso a un encuentro popular, urbano y abierto a nuevas expresiones. Y lo cierto es que, a pesar del paso del tiempo, la fórmula sigue intacta: buena música, comida sabrosa y un ambiente en el que se mezclan generaciones enteras.

Las cocinerías y foodtrucks fueron otro de los puntos altos de la jornada. Desde los platos típicos como las empanadas de Don Guille –que este año ganaron el primer lugar según el Círculo de Cronistas Gastronómicos– hasta propuestas internacionales, la oferta culinaria reflejó la diversidad cultural que hoy define a Santiago. Todo acompañado por una barra abastecida, que mantuvo la tradición del terremoto y la chicha, pero también sumó tragos de autor para un público más joven. Familias completas llegaron gracias a los buses de acercamiento y a los recorridos de Red Movilidad que facilitaron el acceso, transformando el Parque en un verdadero cruce de sabores y sonidos.

Los niños tampoco quedaron fuera de la fiesta. Un carrusel, juegos inflables y zonas de descanso permitieron que la jornada se disfrutara con calma, mientras una feria artesanal y el stand oficial de merchandising ofrecían desde objetos únicos hasta diseños exclusivos de La Yein Fonda. Este detalle confirma que la experiencia no se queda solo en la música, sino que se expande a la construcción de un ecosistema cultural que combina identidad, consumo y memoria colectiva.

Chile y México celebran su hermandad literaria en Estravagario

La escritura nacional vuelve a tomar protagonismo en la escena internacional gracias a Estravagario La literatura chilena en México, una coproducción entre TV UNAM y UCHILETV que se estrenará el 25 de agosto en México y el 26 de agosto en Chile, con acceso gratuito en ambas señales y disponible posteriormente en plataformas digitales. Esta realización audiovisual busca releer la huella que escritores chilenos han dejado en el panorama cultural mexicano y latinoamericano desde mediados del siglo XX hasta nuestros días.

El documental se enmarca en la VII Feria Internacional del Libro de las Universitarias y los Universitarios (FILUNI), organizada por la Universidad Autónoma de México, que este 2025 tiene como invitada de honor a la Universidad de Chile. La colaboración entre ambos canales universitarios busca subrayar las conexiones históricas y artísticas que han tejido la literatura y la vida cultural de los dos países. Con una narrativa testimonial y un enfoque sensible, Estravagario reconstruye la memoria de cómo la creación chilena dialogó con México en distintos momentos de su historia contemporánea.

En palabras de la historiadora Carla Ulloa, la tradición literaria chilena tiene raíces profundas que explican su proyección internacional: “Chile es un país pequeño, con 18 millones de habitantes, pero con una enorme influencia en la literatura del continente. Esto se debe, en gran parte, a la tradición oral del pueblo mapuche, donde la palabra y la poética son sustento espiritual y cultural de nuestra identidad”. Esa visión se cruza con las lecturas de académicos, críticos y poetas que suman sus voces al documental, conformando un mosaico diverso y enriquecido.

La dirección estuvo a cargo de Iván Trujillo (México) y Alicia Scherson (Chile), quienes trazan un recorrido que va desde los universales Gabriela Mistral, Pablo Neruda e Isabel Allende, hasta autores contemporáneos como Alejandra Moffat y figuras clave como Nicanor Parra y Roberto Bolaño. Junto a ellos, se escuchan aportes de especialistas como Soledad Bianchi, Myriam Moscona, Sandra Ivette González, Hernán Bravo, Alicia Salomone y Kemy Oyarzún, consolidando una mirada múltiple sobre el legado literario y su impacto transnacional.

Más allá de la revisión histórica, el documental abre espacio a testimonios íntimos, como el de Alejandra Moffat, quien recuerda su estadía en México: “En el 2014 viajé para allá y terminé viviendo casi nueve años. En ese proceso escribí mi novela Mambo y tuve la suerte de publicarla en el lugar donde nació”. Palabras que reflejan el espíritu de esta producción audiovisual: la literatura como puente, como territorio compartido y como un espacio de encuentro entre Chile, México y el mundo.

Tupuna encarna la tradición chilena en el festival de globos más emblemático del país

La Fundación y Organización Deportiva Dream Here – Sueña Aquí presentó las primeras imágenes de Tupuna, el globo aerostático con forma de moai que representa a Chile en el reconocido Festival Internacional de Globos de Capadocia, Turquía, uno de los eventos más destacados a nivel mundial en esta disciplina. Este proyecto forma parte de la campaña TRAVESÍA CAPADOCIA, que busca proyectar la riqueza cultural y turística nacional en escenarios internacionales.

Tupuna, cuyo nombre significa “el rostro vivo de los ancestros” en lengua Rapa Nui, impresiona no solo por su diseño emblemático sino también por su gran tamaño: un volumen de 3.100 m³ y una altura de 34 metros, comparable a un edificio de diez pisos, superando en 12 metros al Faro Monumental de La Serena. Tras su paso por Turquía, el globo se dirigirá al Festival Internacional de Globos de Albuquerque, Estados Unidos, el más grande del mundo, que se realizará entre el 4 y 12 de octubre. Posteriormente, Tupuna regresará a Chile para visitar Rapa Nui y realizar un tour nacional.

El piloto Luiz Paulo Gnecco Rodrigues de Assis destacó la experiencia única de volar sobre el paisaje de Capadocia, con sus formaciones rocosas y valles infinitos que se transforman con la luz del amanecer. “El clima ha sido un aliado perfecto, con condiciones ideales que permiten disfrutar plenamente el vuelo”, afirmó. Además, valoró la impecable organización del festival, que fomenta la camaradería entre pilotos y público, y destacó la participación de Tupuna como un intercambio cultural y una vitrina para la creatividad y el trabajo artesanal nacional.

Paralelamente, la organización mantiene abierto un sorteo para vivir esta experiencia única. Aunque la primera fase cerró el 30 de julio sin ganadores por no alcanzar el mínimo requerido, la segunda etapa se extenderá hasta el 15 de septiembre. Los premios incluyen pasajes, estadía y vuelos para dos personas en Capadocia. También se sortearán 100 vuelos cautivos en Chile, que permiten ascensos y descensos controlados para apreciar el espectáculo desde el aire de forma segura. Quienes prefieran no volar podrán disfrutar del espectáculo desde tierra, contemplando un cielo cubierto por globos de colores.

Fonda NÓMADE irrumpe en Santiago con música independiente, comedia y tradición sin estereotipos

Estas Fiestas Patrias, Santiago vivirá un nuevo concepto de celebración con la primera edición de Fonda NÓMADE. Del 17 al 20 de septiembre, el emblemático Matucana 100 se transformará en un punto de encuentro donde la chilenidad se mezcla con música de vanguardia, humor y propuestas artísticas que rompen con la rutina de las fondas tradicionales. Aquí, la cueca convive con el ska y la cumbia, la gastronomía típica se fusiona con creatividad contemporánea y la fiesta se vive sin moldes, con un espíritu libre y diverso que reivindica que reír también es patriótico.

La propuesta musical reúne a referentes de distintas generaciones y estilos. Desde Camiseta 22, con su energía de rock, cumbia y ska tras una gira por México, hasta Metalengua, dúo experimental que mezcla rap, poesía y electrónica, recién llegados de una gira europea. Regresan también leyendas como Santo Barrio, pioneros del latin ska nacional, y Sepamoya, que mantiene viva su cumbia experimental tras 24 años. El cartel incluye a Sebastián Alfaro, artesano de canciones con folk e ironía; La Transa, que combina música andina y ritmos latinoamericanos bailables; y Duo Pajarito, con su folclor contemporáneo cargado de valses, boleros y cuecas. Durante los cuatro días, la cueca y las tonadas tendrán un espacio central, creando una celebración cultural que se vive desde temprano y sin interrupciones.

El humor será otro de los pilares de Fonda NÓMADE. El colectivo Comedia con Arbolitex, liderado por Paloma Elgueta (Palomoza) y Jimmy Águila, reunirá a destacados comediantes del stand-up local con rutinas especialmente preparadas para estas fechas. Con su sello de comedia itinerante y al aire libre, la risa se convierte en un acto de encuentro y también de identidad.

Pensada como una experiencia para todas las edades, la fonda contará con teatro infantil, talleres creativos, juegos tradicionales y un espacio visual dedicado a sus “guardianes”: el zorro culpeo, el cóndor, el guanaco y el chungungo. Estos animales, símbolos de movimiento, libertad y raíz, reflejan el espíritu de una celebración que se adapta a su público y conecta con el presente sin perder lo esencial.

Con entradas a precios accesibles y descuentos especiales, Fonda NÓMADE invita a vivir las Fiestas Patrias de manera diferente: más consciente, más auténtica y profundamente nuestra.

El boom chileno del anime más allá del fandom

El anime ha dejado de ser un nicho para convertirse en una industria global con una influencia que trasciende generaciones y geografías. Un estudio de Dentsu para Variety reveló que el 50% de las personas entre 12 y 44 años consume anime regularmente, especialmente entre millennials y Gen Z. Su popularidad se explica por su originalidad narrativa, la diversidad de géneros y un renovado interés por la cultura japonesa, en contraposición con la creciente fatiga hacia los contenidos más predecibles del cine hollywoodense. De hecho, el 29% de los fans de anime en EE.UU. declararon sentirse agotados por las producciones tradicionales.

El mercado mundial del anime, valorado en 24 mil millones de dólares, podría alcanzar los 43 mil millones para 2027. En Chile, su arraigo es profundo y particular. Según Oriel Rodríguez, académico de la Usach y traductor de japonés, este fenómeno comenzó a gestarse a fines de los años 70 con la emisión de series como Mazinger Z o La Abeja Maya en televisión abierta, lo que introdujo a varias generaciones —incluyendo a padres y abuelos de los actuales fanáticos— al universo animado japonés. A diferencia de otros países latinoamericanos, Chile vivió una recepción intergeneracional y continua del anime, un fenómeno atípico que se fortaleció en la década del 80 gracias a la importación de series baratas que rotaban en bloques infantiles como Pipiripao.

Este contexto local se entrelaza con la cultura nacional de consumo narrativo: las teleseries. Rodríguez explica que el gusto chileno por las historias de largo aliento, donde el desenlace se construye lentamente episodio tras episodio, conecta perfectamente con la estructura serializada del anime. En lugar de historias autoconclusivas como en los cartoons occidentales, el anime propone una continuidad emocional que el público chileno ya apreciaba.

Con la llegada de internet y más tarde de los smartphones, el fandom se expandió. Las personas comenzaron a descubrir que no estaban solas en su pasión por la animación japonesa, y se consolidaron comunidades online, foros y páginas especializadas. Este acceso masivo cambió por completo las reglas del juego, tanto para el consumo como para la producción. Japón lo entendió y transformó al anime en un estandarte cultural que hoy marca presencia en merchandising, música, videojuegos y cine.

La fascinación por el anime ya no es solo una tendencia, sino un espejo cultural donde generaciones conectan, se identifican y construyen comunidad. Desde la nostalgia hasta el hype contemporáneo, Chile es prueba viva de cómo la animación japonesa dejó de ser un pasatiempo para convertirse en parte del ADN visual y emocional de su gente.

Isabel Allende y el poder de contar historias que cruzan fronteras

A sus 83 años recién cumplidos, Isabel Allende sigue siendo una figura insoslayable de la literatura latinoamericana. Con más de 77 millones de ejemplares vendidos y traducciones en más de 42 idiomas, la autora de La Casa de los Espíritus, Inés del alma mía y El amante japonés ha tejido una narrativa que no solo retrata la historia reciente de Chile, sino que también ha dejado huella global desde una perspectiva profundamente latinoamericana. Su obra ha sido reconocida con más de 60 premios internacionales, incluidos el Premio Nacional de Literatura de Chile, la Medalla Bodley de la Universidad de Oxford y múltiples doctorados honoris causa.

Eugenia Dos Santos, académica del Departamento de Lingüística y Literatura de la Universidad de Santiago, destaca que una de las mayores contribuciones de Allende fue dar a conocer al mundo la realidad chilena de los años 80, en un momento en que el realismo mágico latinoamericano se consolidaba como corriente estética. A través de sagas familiares, historias íntimas y personajes cargados de simbolismo, la autora construyó puentes entre memoria personal, historia política y búsqueda cultural.

Si bien su obra ha recibido críticas; muchas veces desde el mismo Chile, por supuesta falta de profundidad o por apoyarse demasiado en estructuras ya exploradas por otros escritores latinoamericanos, Dos Santos señala que esa percepción omite su capacidad de conectar con millones de lectores en todo el mundo. Su enfoque en las mujeres, la guerra, el poder y la memoria ha convertido a Allende en una voz imprescindible en los debates sobre identidad, género y literatura del continente.

Además de su narrativa, Isabel Allende ha tenido un rol activo en causas sociales, impulsando desde su fundación iniciativas a favor de los derechos de las mujeres y niñas. Su literatura no solo entretiene: inspira, empodera y provoca conversación. Esa capacidad de impacto, tanto comercial como simbólico, consolida su lugar en el canon de autoras globales cuya influencia va más allá de los libros.