Un abanico de estilos que van desde la música de raíz hasta la electrónica, transformaron el espacio público en un lugar de encuentro entre diversas culturas. Con un gran Carnavalito, banderas, colores y alegría, WOMAD despidió su pasada por Chile y Latinoamérica. Escenarios repletos de público intergeneracional, talleres agotados, sesiones de terapias complementarias gratuitas y actividades patrimoniales fueron parte de la experiencia que recibió familias completas, con niños, adultos mayores y jóvenes.

Giorgio Varas, director general de WOMAD Chile, se mostró satisfecho con la respuesta del público y de todos quienes participaron en esta octava edición: “Aunque vemos con una alegría enorme como el festival cierra con mejores cifras cada año, lo más importante para nuestro equipo es sentir cómo el espíritu WOMAD contagia nuevos adeptos y se va construyendo una comunidad de personas que comparten valores y ganas de descubrir el mundo. Esto nos confirma que entregamos una experiencia que nos anima para seguir  camino por un largo tiempo”.

Mientras que Daniel Jadue, alcalde de Recoleta, indicó el regreso del festival como un éxito rotundo: “Estamos muy contentos porque estamos superando las expectativas de público que teníamos. Este es el segundo WOMAD que retomamos después de la pandemia y ha sido un encuentro con mucha presencia de chilenos y de extranjeros. Más del 60% de las bandas vienen del exterior. Además, esta versión es muy importante en un mundo donde la xenofobia y el fascismo aumentan su poder e influencia sobre las masas. Un festival que promueve la paz, la fraternidad universal, la hospitalidad y alianza entre los pueblos, es fundamental”.

De viernes a domingo, el festival se tomó la cartelera cultural de la capital con su propuesta única en Latinoamérica: entrada liberada para descubrir las músicas de más de 10 países que resonaron en el corazón del barrio La Chimba, trasladando el polo cultural de la ciudad a una zona patrimonial e histórica en la comuna de Recoleta, que ofrece este encuentro para todo Chile.

Una treintena de conciertos llenó de fervor y aire festivo al público que asistió a cada una de las presentaciones, que nos abrieron las fronteras de India, Brasil, Palestina, Italia, República Democrática del Congo, Colombia, Portugal, Argentina, Bolivia, España, Ghana, Bélgica y Vietnam.

La octava edición estuvo marcada por la imponente presencia de Chico César y su himno Mama Africa, entonado al unísono por miles de voces, y la fanaticada de Juana Molina y sus sonidos electrónicos envolventes. El colombiano Edmar Castañeda demostró su condición de inigualable con el arpa eléctrica, conmoviendo al público, que además lo sorprendió entonando para él una canción de cumpleaños, mientras que Nachda Punjab Cultural Mirror of India presentó un entretenido set de danzas y músicas tradicionales del norte de su país. También destacaron el afrofuturismo de Kizaba (RD del Congo), el combat folk de Modena City Ramblers (Italia), la electrónica total de The Synaptik (Palestina/Jordania) y la calidez y comunión de Senza (Portugal). Cerrando la parrilla de artistas internacionales, encontramos las sólidas presentaciones de jóvenes talentos como nusar3000 (España), La Chiva Gantiva (Bélgica/Colombia) y Rumba de Bodas (Ghana/Italia), además de la experiencia de los consolidados Kala Marka (Bolivia). 

Junto a ellos, una fina selección de talentos nacionales desfiló por los tres escenarios de WOMAD Chile, que fueron testigo de los excelentes conciertos de Javier Barría, Madela, Nicole Bunout, Antonella Sigala, Operación CAF, Voces de la Tierra, Mizar, Sharmatix, La Plaza del Puma, Hueo & Los Yatiris, Colectivo Cantata Rock y Carlomarco,  a los que se suman los DJ Premium Banana, Lava, Aka.Ro, Ripio, Lorelei, Alquinta & Koby Perc, Dra. Snoozelova, Kamila Govorčin y Looprana, quienes animaron el escenario electrónico.

La experiencia se completó con una oferta de terapias complementarias y diversas alternativas gastronómicas con once foodtrucks, un café, bar y restobar, con áreas de descanso, terraza y sombra, tanto en la explanada de Plaza La Paz como en el Parque Complejo Recreativo. 

WOMAD Chile trabaja de manera permanente con la comunidad aledaña al recinto y con las vecinos y vecinas de Recoleta, y gracias a este vínculo el festival contó con más de una veintena de stands con productos y servicios generados por emprendedores locales.

Un año más para WOMAD Chile, que se despide anunciando su regreso en 2024 con el mismo espíritu, para desatar el carnaval y la alegría de una fiesta familiar.