Las altas temperaturas, que podrían llegar a 39°, afectan tanto a las personas como a los animales de compañía. La doctora Sonia Anticevic, académica de la Universidad de Chile, advierte sobre los signos de un golpe de calor en perros y gatos, como el aumento en la frecuencia respiratoria. Explica que los animales regulan su temperatura principalmente a través de la lengua, orejas y cojinetes, por lo que, si respiran agitadamente y de manera acelerada, podrían estar sufriendo un shock térmico.
Si esto ocurre, recomienda trasladarlos a un lugar fresco con aire acondicionado o ventilación adecuada, aplicar hielo en sus patas y orejas, ofrecerles agua fría o utilizar mantas refrescantes para ayudar a estabilizar su temperatura.
Para prevenir estos episodios, sugiere no cortarles el pelo en verano, ya que actúa como un aislante natural contra el calor. También destaca la importancia de mantenerlos hidratados y ofrecerles alimentos refrescantes, como helados sin azúcar o cubos de hielo con caldo de hueso o frutas poco dulces.
En cuanto al contacto con el agua, recomienda evitar que accedan libremente a piscinas profundas, ya que no todas las mascotas flotan con facilidad, y optar por alternativas seguras como regadores o piscinas pequeñas diseñadas para ellos.
Asimismo, existen bloqueadores solares especiales para perros y gatos, especialmente recomendados para animales de piel clara o con mayor sensibilidad a los rayos UV. Finalmente, enfatiza la importancia de evitar los paseos en horas de mayor calor, ya que el cemento caliente puede causar quemaduras en sus patas. Lo ideal es sacarlos a pasear temprano en la mañana o después de las 19:00 horas.