Las tensiones entre Irán y Estados Unidos volvieron a escalar este lunes, con los primeros contraataques iraníes luego de la Operación Martillo de Hierro, donde fuerzas estadounidenses bombardearon las instalaciones nucleares de Fordo, Natanz e Isfahán. En respuesta, Irán atacó bases norteamericanas en Qatar, intensificando un conflicto que muchos temen pueda transformarse en una confrontación de mayor escala en Medio Oriente.
Para el analista internacional Gilberto Aranda, académico del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, hablar de una tercera guerra mundial es prematuro, pero advierte que el involucramiento directo de Estados Unidos abre la puerta a un conflicto armado prolongado y con posibles nuevos actores regionales. A su juicio, la amenaza del parlamento iraní de bloquear el estrecho de Ormuz no solo tiene una dimensión bélica, sino también económica global. “Eso impacta directamente a países como Chile, no solo por el alza del petróleo, sino por los efectos en toda la cadena logística global”, advierte.
El eventual cierre del estrecho de Ormuz; paso obligado de entre el 25% y el 30% del crudo mundial, podría alterar de forma significativa los mercados internacionales. Sin embargo, según Jorge Berríos, director académico del Diplomado en Finanzas de la Universidad de Chile, aunque ya se prevé una subida en los precios del petróleo, la situación sigue estable, con el barril Brent rondando los 75 dólares. El experto señala que una interrupción real en Ormuz podría disparar el valor del crudo, pero anticipa que Estados Unidos desplegaría su flota naval para evitarlo.
En el caso de Chile, los efectos serían parciales. Aunque el país importa petróleo desde Estados Unidos, Brasil y Ecuador; y este último tiene vínculos con los precios del Medio Oriente, el impacto directo estaría contenido en torno al 30 o 40% del total importado. Aun así, Berríos advierte que cualquier alza internacional golpeará de forma transversal, independientemente del origen del crudo. El futuro inmediato, afirma, dependerá completamente de lo que ocurra en Ormuz: si el flujo se interrumpe o no, y qué tan rápido pueda contenerse el conflicto.