Los humedales, al igual que los bosques, son considerados pulmones vitales del planeta. Su capacidad para capturar dióxido de carbono, liberar oxígeno, suministrar agua potable y albergar el 40% de las especies terrestres y marinas los convierte en ecosistemas esenciales. Sin embargo, en Chile —donde representan cerca del 5,9% del territorio— enfrentan un futuro incierto. En el último siglo, alrededor del 60% de estos espacios han desaparecido debido al impacto humano, la contaminación y la crisis climática.
Conscientes de esta urgencia, la Universidad de Santiago de Chile impulsa el proyecto Fondef “Investigación y desarrollo de ECO-H”, un módulo de diagnóstico, predicción y visualización en tiempo real de la salud integral de los humedales. Liderado por el Dr. Juan Carlos Travieso, investigador de la Facultad Tecnológica, el plan busca innovar en el monitoreo y generar una herramienta capaz de entregar información útil para la conservación. “Lo que buscaremos desarrollar es una plataforma tecnológica para conocer el estado actual de los humedales, predecir la tendencia futura y generar recomendaciones para su conservación o recuperación”, explica el académico.
La propuesta combina imágenes satelitales históricas, datos ambientales y algoritmos avanzados para realizar diagnósticos ágiles, predicciones confiables y alertas tempranas. Según Travieso, uno de los principales problemas de los sistemas actuales es que los datos recolectados no se convierten en conocimiento práctico. “Actualmente, se realizan estudios ecosistémicos en el contexto de litigios con mineras, empresas o comunidades, y se requieren paneles de expertos que pueden demorar entre tres y seis meses en emitir un informe. En cambio, con esta tecnología queremos entregar diagnósticos ágiles y predictivos, con capacidad de alertar de manera temprana sobre cambios en los ecosistemas”, señala.
El proyecto, que se extenderá por dos años, cuenta con la colaboración de Andes Electrónica, especialista en monitoreo tecnológico, y la Fundación Valle Lo Aguirre, administradora de la Laguna Carén, donde se realizará el piloto inicial. También recibe el respaldo de la Vicerrectoría de Investigación, Innovación y Creación de la Usach, a través del programa Puente DGT. El prototipo se instalará en Laguna Carén, reconocida por su biodiversidad de aves, y se espera escalarlo a nivel nacional, con la ambición de expandirlo a ecosistemas internacionales en una etapa posterior.
Más allá del inventario de humedales ya existente en Chile, ECO-H busca avanzar hacia un sistema integral que permita evaluar la salud de estos espacios, anticipar escenarios críticos y recomendar medidas de restauración o conservación. Con ello, el país podría contar con una herramienta tecnológica única en la región para enfrentar la crisis hídrica y ambiental, transformando la forma en que se protege y gestiona uno de los ecosistemas más valiosos y amenazados del planeta.