Post Tagged with: "calidad del aire"

El encierro calienta pero también enferma

Aunque el invierno aún no llega oficialmente, las temperaturas en la zona central de Chile ya empujan a miles de personas a sellar puertas y ventanas para conservar el calor. Sin embargo, en esta batalla contra el frío, muchos están olvidando un hábito clave que se volvió costumbre en tiempos de pandemia: ventilar los espacios cerrados. Hoy, cuando la amenaza no es solo el Covid-19, sino también el aire viciado, la salud vuelve a estar en juego.

Mario Pinto, académico de la Facultad Tecnológica de la Universidad de Santiago y experto en seguridad industrial, advierte que la falta de ventilación puede deteriorar la calidad del aire interior al punto de afectar directamente el bienestar físico y mental de las personas. En casas y oficinas cerradas, el oxígeno comienza a escasear mientras aumentan los niveles de dióxido de carbono y, en casos extremos, incluso monóxido. A esto se suma el humo de estufas, vapores de cocinas y otros contaminantes que, sin una mínima circulación de aire, pueden provocar desde mareos hasta fatiga crónica.

El remedio, aunque incómodo en días fríos, es simple: abrir ventanas por breves intervalos. Pinto sostiene que bastan entre uno y tres minutos para renovar el aire, dependiendo del tamaño del espacio y del acceso al exterior. En un departamento pequeño, apenas 60 segundos bastan para recuperar condiciones saludables. En oficinas, donde muchas veces se impone un cierre hermético en otoño e invierno, la situación puede ser más crítica. Allí el aire solo se recircula, acumulando residuos respiratorios humanos y químicos, lo que afecta la concentración, el ánimo y puede causar síntomas físicos.

La OMS también lo respalda. En espacios sin ventilación, los aerosoles que portan virus; como el Covid-19 o la influenza, pueden permanecer suspendidos por más de un metro y durante largos periodos. Por eso, abrir una ventana puede ser tan importante como abrigarse bien o prender la estufa.

Así que no se trata de elegir entre calor o salud. Se trata de entender que el aire limpio también es parte del confort. Un par de minutos de aire fresco pueden hacer más por tu cuerpo que una hora de calefacción ininterrumpida.

Pichilemu se convierte en epicentro científico para enfrentar el cambio climático

Pichilemu, la emblemática ciudad costera de la región de O’Higgins, reconocida mundialmente por su oleaje ideal para el surf en playas como “El Infiernillo” y Punta de Lobos, se ha convertido en un punto estratégico para el monitoreo científico del cambio climático en Chile. La amenaza del aumento del nivel del mar, las variaciones en el oleaje y el calentamiento de la temperatura marina han impulsado a un grupo de investigadores del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2), en colaboración con el Parque Punta de Lobos y la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA), a establecer un sistema de medición de gases de efecto invernadero (GEI) a largo plazo en esta zona clave del océano Pacífico.

Rodrigo Seguel, investigador del CR2 y académico de la Universidad de Chile, destaca que esta iniciativa busca generar datos que permitan evaluar la efectividad de las políticas ambientales y apoyar estrategias de mitigación en un contexto donde Chile continental carecía de un sitio de observación permanente. A nivel regional, solo existen tres puntos similares: en Ushuaia (Argentina), Natal (Brasil) y Rapa Nui, todos con más de una década de mediciones que han sido fundamentales para comprender fenómenos como la quema de biomasa y el transporte de contaminantes a gran escala. Incorporar a Punta de Lobos en esta red coloca a Chile en una posición relevante dentro de la vigilancia global del clima.

El lugar fue escogido no solo por su importancia ambiental y geográfica, sino también por condiciones atmosféricas que garantizan la calidad de las muestras. Las mediciones se toman preferentemente cuando el viento proviene directamente del océano, lo que asegura un aire limpio y libre de contaminación urbana o industrial, condición esencial para obtener datos precisos sobre los gases que inciden en el calentamiento global.

El proyecto contempla capacitar al personal del Parque Punta de Lobos para realizar tomas de muestras manuales y automáticas, bajo una logística coordinada entre el Parque, CR2 y NOAA. Los frascos con las muestras de aire se envían al Laboratorio de Monitoreo Global en Boulder, Colorado, para su análisis detallado, garantizando un flujo constante y riguroso de información.

Patricio Mekis, director ejecutivo del Parque Punta de Lobos, resalta que este convenio no solo amplía la investigación científica en la zona, sino que también demuestra que el parque mantiene una calidad ambiental excepcional, especialmente en cuanto a la pureza del aire. Esta calidad, afirma, contribuye a un mejor bienestar para la comunidad regional y posiciona a Pichilemu como un ejemplo de conservación y vida sana en armonía con el entorno natural.

Más allá del monitoreo, la iniciativa busca generar conciencia sobre la importancia de proteger la calidad del aire y los ecosistemas marinos, promoviendo actividades educativas como seminarios y talleres dirigidos a los funcionarios del parque y la comunidad, con un enfoque interdisciplinario que fortalezca la conexión entre ciencia, gestión ambiental y sociedad.

En un contexto global donde los efectos del cambio climático golpean con fuerza las zonas costeras, el trabajo en Punta de Lobos no solo aporta datos clave para la política ambiental chilena, sino que también subraya el compromiso del país con la acción climática internacional, reafirmando el valor de sus espacios naturales como centros de investigación y preservación.