El apagón que afectó a gran parte del país este martes no solo dejó sin electricidad a millones de chilenos, sino que también evidenció la fragilidad de las telecomunicaciones. Durante la emergencia, muchos usuarios experimentaron problemas para realizar llamadas, enviar mensajes de texto y utilizar aplicaciones como WhatsApp.

Gustavo Alcántara, académico de la Usach especializado en tecnologías y aplicaciones, explicó que las redes funcionaron con sistemas de respaldo, lo que provocó que los dispositivos alternaran entre 4G y 3G a medida que el corte se prolongaba. Las compañías priorizan la estabilidad del servicio en condiciones normales, pero en situaciones de emergencia, los sistemas de respaldo solo ofrecen una solución temporal y limitada.

El especialista señaló que, en estos eventos, el alto tráfico de llamadas y mensajes satura la red, generando fallas en la conectividad. También destacó que, durante la emergencia, Entel tuvo un mejor desempeño en comparación con otras operadoras.

Las antenas de telecomunicaciones, esenciales para la transmisión de señal, tienen una autonomía de solo cuatro horas, lo que explica la interrupción del servicio tras la tarde del martes. Alcántara subrayó la necesidad de revisar las exigencias de autonomía de estos sistemas y evaluar mejoras, ya que los usuarios esperan un servicio confiable incluso en situaciones críticas.

La Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) anunció una investigación para esclarecer las causas del apagón, determinar responsabilidades y evaluar posibles medidas correctivas, incluyendo el impacto en la señal de las telecomunicaciones.