La Organización de Naciones Unidas reiteró esta semana su apoyo a la Autoridad Palestina como única instancia legítima para ejercer el control político en toda Palestina, incluida la Franja de Gaza, en respuesta a las declaraciones de su presidente, Mahmud Abás. El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, enfatizó también la necesidad de que Hamás deponga las armas y libere a los 59 rehenes israelíes que mantiene en su poder desde el estallido de las hostilidades.
“La Autoridad Palestina es la autoridad que reconocemos en todo el territorio palestino y queremos que los palestinos puedan elegir su propio futuro”, señaló Dujarric, en un llamado que intenta reencauzar la gobernanza en Gaza hacia una autoridad reconocida internacionalmente, en medio del persistente conflicto armado.
Desde el ámbito académico, Cristian Garay, investigador del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de la Universidad de Santiago, sostuvo que esta declaración refleja el juicio crítico de la ONU hacia Hamás. Recordó que el grupo islamista tomó el control de Gaza tras un golpe violento contra los militantes de Al-Fatah, la organización fundada en 1958 por Yasser Arafat. “El liderazgo de Hamás en la Franja es considerado irresponsable e inhumano”, explicó Garay, subrayando el daño que su administración de facto ha provocado a la población civil.
La postura de la ONU también responde a una necesidad estratégica más amplia. Garay indicó que reconocer la autoridad legítima de Al-Fatah no solo busca restablecer un marco político en Gaza, sino también ofrecer una vía para reducir la violencia en la región. “Un gobierno palestino legítimo en Gaza podría disminuir los ataques israelíes y contribuir a resolver la tragedia de los rehenes, cerrando un capítulo doloroso que Hamás ideó”, afirmó el académico.
La Franja de Gaza sigue atrapada en una espiral de violencia y crisis humanitaria. En este escenario, la apuesta por la legitimidad de la Autoridad Palestina aparece como una salida política que, aunque compleja, pretende abrir un horizonte de estabilidad en uno de los territorios más golpeados del conflicto.