Cómo inciden el pasado y la memoria en la comprensión de los desafíos políticos y culturales del presente? Esta fue la pregunta que reunió a destacadas figuras de Chile y el extranjero a 50 años del golpe de Estado, en el Seminario Internacional “Democracia y Memoria”, organizado por la Universidad Diego Portales. La instancia, realizada este 12 de septiembre en el Centro Cultural Gabriela Mistral, contó con exposiciones y paneles de conversación en que participaron destacadas/os intelectuales del mundo de la filosofía, literatura, periodismo y la academia.
El rector de la UDP, Carlos Peña, abrió las exposiciones reflexionando sobre los vínculos que median entre democracia y memoria. “Al revés de lo que solemos creer, lo que el pasado nos diga, silencie u oculte no depende de lo que ocurrió, sino del significado que asignemos a los hechos”, sostuvo. Vinculando su exposición con la conmemoración del 11 de septiembre de 1973, manifestó que “no se trata de que los hechos cambien (…), como si el Golpe no hubiera ocurrido; los desaparecidos no fueran tal; o la tortura, una pesadilla de la que fuera posible despertar. Los hechos como tales siguen siendo los mismos, pero el sentido que poseen cuando se les mira retrospectivamente puede ser modificado”.
En este sentido, se refirió al debate político en torno a los 50 años del golpe de Estado: “La actitud frente al pasado no puede ser reducida como se ha pretendido en nuestro debate reciente, a la mera investigación histórica, si no también es necesario mirar el pasado y decir si lo que allí ocurrió fue correcto o incorrecto y si merecería o no la pena repetirse. Ese punto de vista, que en Chile ha renacido con particular impulso a medio siglo del Golpe, malentiende la índole del pasado e ignora el tipo de quehacer intelectual que podemos adoptar frente a él”, sostuvo Peña
Por su parte, el destacado periodista y autor estadounidense Jon Lee Anderson repasó en una charla los populismos y autoritarismos latinoamericanos. “El narcotráfico, la pobreza, la desigualdad y el pandillerismo han ido ganando cada vez más terreno y más vidas en América Latina en esta etapa democrática del continente (…). El ciudadano común se siente desamparado ante un fenómeno parecido al wild west”, sentenció. También sostuvo que “los nuevos autoritarismos no están llegando al poder como Pinochet, matando y bombardeando el palacio presidencial: ahora llegan por las urnas gracias a fake news, redes sociales y bastante maña”.
Por su parte, la filósofa y académica francesa Aïcha Messina, quien dirige el Instituto de Filosofía de la UDP, expuso sobre la relación entre memoria y olvido. “Lo que habría que pensar es cómo la memoria nos permite olvidar o, mejor, avanzar, cambiar; cómo el relato de la memoria permite hacer del presente un lugar de articulación entre pasado y futuro”, señaló. Reflexionando sobre la dictadura en Chile y la Segunda Guerra Mundial, agregó que “lo más doloroso de la violencia no es solo matar, torturar, humillar; sino producir a la vez la negación de todo esto. De alguna manera, el negacionismo es parte de la operación misma de la violencia política. No es una mera posición en el pensamiento, una opinión: es parte del ejercicio de la violencia”.
En una segunda sesión, el escritor cubano Leonardo Padura, ganador del Premio Nacional de Literatura de ese país, abordó la conversación en una exposición titulada “Censura, autocensura y cancelación”. “El gran conflicto político, social y artístico en cuestión radica en que la libertad de creación, que es individual, sólo se concretará si existe la libertad de expresión y de circulación de las ideas”, manifestó, y agregó que “el arte censurado, complaciente, o por lo menos etéreo, que practican muchos creadores cubanos es el más lamentable resultado de la existencia de la censura”.
Por su parte, el catedrático español José Luis Villacañas realizó un paralelo entre los regímenes de Franco en España y Pinochet en Chile. “Allende y la Unidad Popular lanzaban sus propuestas en continuidad con el espíritu previo del Estado chileno. Toda esa historia quedó quebrada por Pinochet”, sostuvo, y añadió que “su aspiración fue corromper al pueblo chileno de tal manera que no pudiera confiar en sí mismo nunca más, algo que con Franco era una inercia histórica profunda. Pinochet instituyó una Constitución económica injusta y una cultura individualista para que se tornara imposible una Constitución existencial alternativa. Las dificultades de la constituyente hoy son evidencia de esto”.
En el evento, también participó el crítico y académico mexicano Christopher Domínguez Michael, quien repasó una decena de libros sobre el Golpe y la dictadura en Chile, referenciando a autores como Diamela Eltit, Roberto Bolaño, José Donoso, Pedro Lemebel y Alejandro Zambra. En otra charla, el periodista estadounidense David Rieff señaló que “Chile sigue siendo un país en el que no existe un consenso sobre la memoria (…). Hemos de moderar nuestras expectativas sobre lo que la memoria puede lograr en una sociedad dividida, y actualmente pocas sociedades no lo están”.
La exposición final estuvo a cargo de la ensayista y crítica literaria chilena Adriana Valdés, quien se refirió al Plan Nacional de Búsqueda anunciado por el gobierno, señalando que este “ayuda a despejar las confusiones que se dan en nuestra esfera pública cuando se habla de memoria, porque hay otra memoria, hay una memoria intencionada y ficcional, la instalación de una verdad que se le solicita al gobierno en fechas como esta. De hecho, la conmemoración de los 50 años se fue al diablo cuando se le exigió al presidente abandonar todo plan que, como hace este seminario, incluyera una reflexión acerca de la memoria”.