Si bien es cierto que el vino es uno de esos productos que no se pueden consumir por streaming, hoy las RRSS tienen mucho que enseñarnos para complementar nuestros conocimientos, pero ojo, no reemplazarán jamás el contacto humano con el producto, sus territorios y sus creadores.
Por una parte el mercado del vino chileno se ha visto fuertemente afectado por el COVID-19, sin embargo la situación sanitaria actual ha incentivado el comercio electrónico de este producto.
No cabe duda de que todo ha ido cambiando de forma vertiginosa y los canales digitales de distribución acercan los mostos a nuestras casas sin necesidad de pisar la calle. Esto además nos abre la posibilidad, como nunca antes en la historia, de recibir en nuestra puerta un abanico jamás visto de calidades, estilos, valles y diversos métodos de elaboración, ya sea naturales o convencionales.
Los canales digitales democratizan el vino y llevan a los pequeños productores a competir de igual a igual con las grandes compañías. De esta manera, ahora podemos acceder a productos muy singulares, como querer tener un vinilo que nos encanta en una nube digital.
El desafío estará entonces en saber qué comprar para no equivocarnos, y como la degustación es un ejercicio comparativo, es necesario salir a los wine bar a probar por copa distintas cosas, hasta encontrar los estilos y tendencias que más nos gustan para cada momento y presupuesto, porque el vino es como un compañer@ de viaje, debemos saber qué viaje gastronómico queremos hacer para acertar con qué vino recorrerlo.
En esta contingencia que se arrastra desde el estallido social y ahora pandémico, la venta de vinos por internet no se detiene y exhibe incrementos notables, multiplicándose la oferta con despachos a domicilio. Esto solo irá en aumento y la generación actual de los internautas nativos será la más activa en detectar ofertas, participar en catas virtuales en que los vimos llegan a tu casa por currier e interactuar en todos los medios digitales disponibles.
Así las cosas, la aceleración de los cambios que estamos evidenciando juegan a favor de este nuevo consumidor al cual las bodegas podrán llegar directamente pero mas les vale, con un contenido ágil, franco y honesto, pero lo más importante, constante, ya que la fidelidad en su decisión de compra no está entre sus mayores atributos y su déficit atencional es difícil de predecir.
Aquí algunos datos recomendados para comprar vinos entretenidos: