El 23 de abril de 2005, a las 20:27 horas, el cofundador de YouTube, Jawed Karim, subió un breve video titulado Me at the Zoo, grabado en el zoológico de San Diego. Con apenas 18 segundos de duración y un sencillo comentario sobre los elefantes, este archivo inauguró no solo una plataforma nueva, sino una transformación profunda en la manera de compartir y consumir contenido audiovisual en internet.
Hoy, Me at the Zoo acumula más de 227 millones de visualizaciones y es considerado un ícono del nacimiento de YouTube. Desde esos primeros pasos como repositorio de videos caseros grabados con cámaras domésticas y teléfonos móviles, la plataforma creció vertiginosamente. La posibilidad de alojar cientos de miles de videos impulsó la diversificación de sus servicios, entre ellos YouTube Live, un desarrollo que marcó el camino para que gigantes tecnológicos como Meta y Google incorporaran el video como eje central de sus redes sociales.
Según David Jofré, académico de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Santiago de Chile y experto en transformaciones sociotecnológicas, YouTube no solo cambió la industria del entretenimiento iniciando la era del streaming, sino que también sirvió de laboratorio para el surgimiento de un nuevo perfil profesional: los influencers. Inicialmente, se trataba de aficionados que, con el tiempo, profesionalizaron su producción de sonido e imagen, anticipando las dinámicas que hoy dominan el ecosistema digital.
Las cifras actuales de YouTube ilustran su magnitud: cada minuto se suben más de 500 horas de video, diariamente se consumen más de mil millones de horas de contenido solo en televisores, y su formato de videos cortos, YouTube Shorts, ya supera los 70.000 millones de visualizaciones diarias. A ello se suma un crecimiento en el consumo de podcasts, con mil millones de usuarios activos mensuales en esta categoría.
En el terreno musical, YouTube ha sido testigo de récords históricos. “Despacito” de Luis Fonsi y Daddy Yankee lidera el ranking global con 8.600 millones de visualizaciones, seguido por “See You Again” de Wiz Khalifa y Charlie Puth (6.600 millones) y “Shape of You” de Ed Sheeran (6.400 millones). Sin embargo, el video más visto de la historia no proviene del pop ni del reggaetón: “Baby Shark”, la canción infantil lanzada en 2016, acumula más de 25 mil millones de reproducciones y 81 millones de suscriptores en su canal original.
De cara al futuro, el principal desafío para YouTube será mantenerse vigente en un ecosistema de medios cada vez más acelerado y competitivo. Como explica Jofré, la plataforma ha resistido durante dos décadas mientras otras propuestas digitales han caído en la irrelevancia. Su capacidad para innovar técnica y comercialmente será clave para continuar siendo preferida por millones de usuarios en todo el mundo.