Ciencia e innovación

Académico por Día de la Astronomía: “Chile es uno de los principales ojos de la humanidad para ver el universo”

Este 21 de marzo se celebra el Día de la Astronomía en Chile. Para el astrónomo y académico de la Facultad de Ciencia de la Universidad de Santiago, Sebastián Pérez, la conmemoración reafirma las características privilegiadas que tiene el país para posibilitar el desarrollo de esta ciencia.

“Chile cuenta con condiciones climáticas excepcionales para realizar observación astronómica y, por eso, pensamos que el país es uno de los ojos principales para ver el universo que tiene la humanidad”, considera el Director del Centro de Estudios Interdisciplinarios en Astrofísica y Ciencias Espaciales (CIRAS) de la Usach.

Respecto al desarrollo de la astronomía en Chile, el doctor en astrofísica de la Universidad de Oxford y autor de la novela para niñas y niños ‘Cazadores de Eclipses’ considera que “vamos por buen camino”.

“Se ha ido relevando y visibilizando la importancia que tiene la ciencia para el desarrollo del país. La astronomía, al ser una ciencia muy interdisciplinaria, activa y que convoca mucho el interés de  las personas, es clave para seguir poniendo a la ciencia en la agenda pública”, enfatiza.

Sin embargo, el investigador en formación planetaria, que ha destacado por su rol en el desarrollo de técnicas de detección de protoplanetas usando el observatorio ALMA, reconoce que “todavía nos falta mucho camino por recorrer, para darle la importancia que realmente se merece la ciencia, en general, en Chile, y, en particular, la astronomía”.

Finalmente, destaca los conceptos con que trabaja la universidad para abordar la astronomía, como la democratización del conocimiento y la diversidad; o el desarrollo de iniciativas, como el proyecto Astrodiálogos, “que combina la astronomía mapuche con la astronomía de la comunidad científica, a través de una experiencia en realidad virtual”.

Nuevo libro presenta innovadora forma de aprender y enseñar matemáticas

Este 1 de marzo llegó a las librerías “La Gran Aventura del Conocimiento”, un libro que invita a hacer las paces con una asignatura que ha sido temida y rechazada por muchos durante la etapa escolar. Es que por años se ha mantenido la idea de que las matemáticas son una ciencia rígida que no deja espacio a la creatividad. Sin embargo, en este volumen Leslie Jiménez Palma, académica de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, y Constanza Rojas-Molina demuestran lo contrario.

¿Qué tienen que ver las matemáticas con el tiempo, los terremotos, la programación, la música, la cultura o el lenguaje? Por medio de ejemplos concretos, las autoras y divulgadoras científicas explican cómo las matemáticas se vinculan con distintas áreas de nuestras vidas. “Se pueden abstraer conceptos luego de experimentar con ellos, y luego de haber llegado a la abstracción volver a verlos en lo cotidiano, con metáforas o conectados a otras áreas. Por eso, es importante integrar las matemáticas con otras disciplinas, que se comprendan de manera conectada con lo cotidiano, la vida, las artes, con las otras ciencias”, señala la profesora Leslie Jiménez.

La publicación invita a experimentar una nueva forma de aprendizaje, a través de divertidas y coloridas ilustraciones, y de la invitación a plasmar en el libro tus propios apuntes o sketchnotes. De esta forma, “La Gran Aventura del Conocimiento” propone un método para aprender y enseñar matemáticas basado en el desarrollo de la autoestima del lector y en la capacidad de valorar el error, entendiéndolo como parte necesaria del proceso. El libro, además, está escrito en un lenguaje cercano y coloquial, pensado para que estudiantes recurran a él o para que docentes y familias se apoyen en sus páginas para guiar procesos de aprendizaje.

La Gran Aventura del Conocimiento es un libro único en su tipo, que puede ser interpretado como la metáfora del proceso creativo de una persona que trabaja en matemáticas. Sus contenidos están organizados en cuatro grandes capítulos que llevan por título las estaciones del año, invitando a explorar distintas áreas de esta disciplina, según el momento del calendario en el que nos encontremos.

Leslie Jiménez Palma y Constanza Rojas-Molina dan voz, además, a aquellas mujeres matemáticas cuyos progresos fueron desmerecidos durante épocas donde la brecha de género en STEM era aún más notoria, tales como Guacolda Antoine, Emmy Noether, Marie Curie y Salomé Martínez.

Respecto a este tema, las autoras son enfáticas en rescatar la importancia de disminuir la brecha de género en estudios de ciencias exactas. “Promover la contratación de mujeres académicas en las universidades en las áreas con subrepresentación y las cuotas de ingreso a las carreras universitarias son medidas que ayudan a disminuir esta brecha”, afirma la académica de la Facultad de Ciencias de la U. de Chile.

En este mes de retorno a clases, La Gran Aventura del Conocimiento anima a reencontrarse y reencantarse con las matemáticas, ofreciendo un método innovador y actual para comprenderlas.

Especialistas aconsejan cómo recuperar el cuerpo y la mente en vacaciones

¿Cómo recuperar la mente en vacaciones? ¿Cómo lograr desconectarse, recargarse y estar bien físicamente para enfrentar otro año en pocas semanas? La respuesta es simple, pero requiere valorar este tiempo libre como un momento necesario no solo para disminuir el estrés psicológico del trabajo, sino también como una oportunidad para que el cuerpo pueda reencontrarse con lo natural. Y lo natural es dormir, moverse, el agua y los alimentos naturales, plantean los especialistas de la Universidad de Chile. 

Los principios básicos son: mover más el cuerpo, hidratarlo más y acercarlo a la naturaleza ¿Cómo llevamos esto a la práctica? Para activar lo físico, caminar, explorar más el entorno, correr, y si es posible nadar. En cuanto a la hidratación, beber más agua que bebidas o jugos artificiales. Y respecto de la alimentación, evitar los excesos con el alcohol -usual en vacaciones- y nutrir el cuerpo con alimentos saludables, como frutas, mariscos y pescados, en el estado más simple y lo menos procesados posible. 

“Es como darle la oportunidad al cuerpo para que esté en contacto con lo que necesita, que es lo natural. El cuerpo no está hecho para las cosas procesadas. Y así como queremos liberarnos de lo artificial, como el computador, la oficina y el aire acondicionado, tenemos que tratar de acercar nuestro cuerpo a lo que sí le es natural, que es el agua, la naturaleza, el viento, a moverse, a alimentarse de comida no procesada, ni empaquetada, ni de larga duración”, indica la Dra. Karin Papapietro, médico especialista en Nutrición Clínica del Hospital Clínico de la Universidad de Chile (HCUCH). 

En cuanto a la salud mental, el psicólogo Sebastián Castillo, de la unidad de Psicología de la Clínica Quilín de la Universidad de Chile, dice que para sentirnos distintos hay que hacer cosas distintas. En esta línea, entrega cuatro recomendaciones para lograr desconectarse y recuperarse: reflexionar y definir los objetivos para las vacaciones, desconectarse efectivamente del trabajo, destinar tiempo para dormir bien, y usar las vacaciones para descansar más que para solucionar pendientes. 

El primer consejo es reflexionar y definir los objetivos para las vacaciones. Preguntarse ¿qué quiero hacer con mis días libres? ¿viajar, conocer, estar en casa? Y en función de los objetivos, tomar lápiz y papel para definir una pauta y estructurar actividades diarias. Considerando los tiempos para el descanso, pero también para el favorecimiento y fortalecimiento de los vínculos significativos y el goce individual. “Tiene que ser pensado, no al azar tipo ‘hoy empezaron mis vacaciones, no sé qué voy a hacer’, sino que de verdad asumir que tengo que sacarle provecho a los días libres y para eso es necesario reflexionar y definir los objetivos reales. Es vital planificar y bajarlo al papel. Hacer el ejercicio de escribir lo que quieres es muy recomendable”, sostiene el psicólogo. Si las vacaciones son en pareja, con hijas o hijos, o en familia, incluirlos en la reflexión.

El segundo punto es desconectarse efectivamente del trabajo. “Los dispositivos tecnológicos y el acceso a Internet también son un factor de estrés en la medida que impiden una desconexión total de las labores, pues al mirar el celular lo más probable es que llegue alguna notificación del correo o de los chats laborales. Es imposible desligarse así”, señala el especialista en salud mental. Por lo mismo, aconseja lo que se conoce como “apagón digital” para favorecer el descanso. “Borrar WhatsApp o el correo del trabajo mientras estoy de vacaciones o apagar los datos móviles son estrategias simples y efectivas. Y si yo soy el jefe, dejar que los trabajadores descansen y no contactarlos”, agrega. 

La tercera consideración es disponer de tiempo para dormir bien. Destinar la mayor cantidad de horas de sueño posible para recuperarse de las madrugadas y el déficit de tiempo de descanso que significan los días laborales. “Este punto es trascendental, pues en general dormimos mal y pocas horas. Con mayor razón si el trabajo implica postergar diariamente las horas de sueño, madrugar constantemente, acostarse tarde y realizar las actividades de la vida cotidiana constantemente cansado. La recomendación, entonces, es descansar, dormir y cuidar el sueño. Si no, volveré al trabajo con la misma sensación de agotamiento total”, dice Castillo.

El cuarto consejo es usar las vacaciones para descansar más que para solucionar pendientes. Gran parte de las y los trabajadores destinan los días libres para realizar trámites que no pueden hacer por los horarios de la faena, como ir al médico, al dentista, tomarse exámenes, arreglar la casa, etc. “Si en el trabajo no te dan permiso para llevar a tu hijo al médico, se entiende que se usen las vacaciones para eso, pero no puede ser que tu semana libre la gastes en trámites de lunes a viernes. Es una mala idea que no favorece el descanso y la recuperación, pues se viven como tareas similares al trabajo. El tiempo libre debe ser priorizado para actividades recreativas y de descanso, como salir con amigos, pololear, compartir en familia, etc.”, detalla el especialista. 

La Dra. Papapietro, directora del Centro de Tratamiento Integral de la Obesidad y Enfermedades Metabólicas del HCUCH, plantea que lo primordial es comprender que las vacaciones son un tiempo valioso no solo para descansar la mente, sino que también para recuperar el cuerpo, que sufre con las exigencias físicas del trabajo. “Si uno intenta sugerir que junto con mejorar el estado psicológico podríamos aprovechar de mejorar nuestro estado físico, lograríamos grandes mejoras. Y esto es simple de concretar, sencillamente acordándose de hidratarse más, por ejemplo”, señala. 

Más que sugerir una alimentación saludable, que está asociada al prejuicio de que cuesta más, de que es más difícil, de que es una obligación, es mejor asociar la idea a “hidrátate más y evite los excesos”, indica la nutricionista, bajo la premisa de que las vacaciones son precisamente para liberarse de los deberes. “Y cuando pueda elegir, optar por alimentos más naturales. Porque cuando uno ya a la persona le empieza a hablar de que coman más verduras y más frutas, usted entra en la rutina de la recomendación de todo el año. Y eso está inconscientemente asociado a una obligación”, agrega la especialista del HCUCH.  

Otro consejo es tratar de evitar comer ultraprocesados u otras comidas poco saludables, que son tan propias de la época del trabajo y del apuro, y aprovechar que tenemos más tiempo en vacaciones para acercarnos a los alimentos más naturales. Y eso significa reemplazar el pollo con papas fritas de la semana por pescados o mariscos en el estado más natural posible o de privilegiar frutas y verduras. “Eso le digo a mis pacientes, en vez de ponerles una regla o una dieta, que son conceptos que están prejuiciados. En este momento, la invitación es a reconocer que es un momento no solo para la mente, sino también para el cuerpo”, dice la Dra. Papapietro. 

Esa es otra forma beneficiosa de disfrutar las vacaciones: mover el cuerpo, no de hacer ejercicio entendido como ir al gimnasio, porque eso también está asociado a un deber. Entonces, aprovechar de tomar caminatas, de respirar aire puro. Darse la oportunidad de activarse, sea caminando por el barrio, corriendo en la playa, subiendo un cerro, lo que sea. Y respecto de la alimentación, entregarle al cuerpo la alimentación más natural posible en base a disminuir los excesos, como el alcohol.

“Lo más importante es invitar a pensar que estos momentos beneficiosos no son solo para el estrés psicológico, sino que también es una oportunidad para el cuerpo de encontrarse con lo natural. Y lo natural es moverse, el agua y en los alimentos no procesados o empaquetados o de larga duración”, resume la Dra. Papapietro. 

Megarraptores dominaron comunidad de dinosaurios carnívoros que habitaron la Patagonia chilena

El enigmático anquilosaurio Stegouros elengassen, que fue portada de la revista Nature en diciembre de 2021; mamíferos primitivos como Magallanodon baikashkenke y Orretherium tzen; ranas pertenecientes al grupo Calyptocephalellidae y al género Kuruleufenia; y tortugas del género Yaminuechelis son parte de la fauna descrita que habitó la Patagonia chilena hacia el fin de la Era de los Dinosaurios, registro al que se suma el hallazgo de restos de saurópodos y otros dinosaurios herbívoros. Pese a los numerosos hallazgos paleontológicos realizados a la fecha en esta zona cercana a las Torres del Paine, en la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena, aún faltaba una pieza fundamental de este ecosistema por identificar: los depredadores que dominaban la cadena alimenticia en este mundo cretácico.

Este es el aporte de un estudio elaborado por investigadores de la Universidad de Texas, de la Universidad de Chile, de la Universidad de Concepción, del Instituto Antártico Chileno (INACH) y del Museo Nacional de Historia Natural, a partir de piezas fósiles rescatadas en el sector del valle del río de Las Chinas durante campañas paleontológicas organizadas por el INACH y realizadas entre los años 2016 y 2020. El trabajo, recientemente publicado en la revista Journal of South American Earth Sciences, describe a una serie de terópodos (que significa pie de bestia), un suborden de dinosaurios -en su mayoría carnívoros- cuyos representantes más conocidos a nivel popular son Tyrannosaurus rex y Velociraptor. El descubrimiento, que representa el registro fósil más austral de este tipo de dinosaurios fuera de la Antártica, aporta información relevante sobre la diversidad de la fauna que habitó el extremo austral del mundo cerca del fin de la Era de los Dinosaurios, ocurrida hace 66 millones de años.

Los restos encontrados en la Patagonia chilena corresponden principalmente a dientes y restos óseos postcraneales que dan cuenta de una comunidad diversa de terópodos carnívoros que vivió ahí entre 66 y 75 millones de años atrás, época en que la geografía de esta área presentaba un gran delta fluvial y abundante vegetación. Marcelo Leppe, director del Instituto Antártico Chileno y coautor del artículo, destaca que el presente trabajo es un enorme avance en la comprensión del enigmático complejo paleontológico del cerro Guido-Las Chinas, escenario de la Patagonia austral que contiene los últimos 20 millones de años de la Era de los Dinosaurios, y agrega que esta impresionante localidad posee varios récords más, “pues es la localidad de fines del Cretácico con depósitos continentales (ríos, lagos, pantanos y deltas costeros) más austral del mundo, además de ser un lugar que concentra sucesivas etapas de la historia de la conexión física entre Patagonia y Antártica, que ocurrió intermitentemente entre 83 y 66 millones de años”.

Sarah Davis, recién graduada del doctorado de la Universidad de Texas en Austin, quien ha colaborado con la Universidad de Chile y el INACH en este y otros estudios desde 2017, destaca que “los fósiles que describimos en este trabajo son un paso más en el conocimiento de la diversa fauna de vertebrados del valle de Las Chinas y proporcionan importantes datos para estudiar la distribución de los terópodos en las altas latitudes australes. Además de proporcionar pruebas de la coexistencia de dinosaurios depredadores grandes y pequeños en la región durante esta época, también describimos restos de dos linajes de aves diferentes durante un período clave para desentrañar la evolución de las aves. Quisiera destacar que esto incluye los registros sudamericanos más meridionales del grupo de aves que incluye las aves que tenemos hoy en día, los únicos dinosaurios que sobrevivieron a la extinción masiva de fines del Cretácico. Esperamos que el trabajo en este sector ayude a clarificar los patrones de extinción y supervivencia de los dinosaurios, incluyendo los grupos de aves”, comenta.

El descubrimiento de estas piezas permite plantear que en el tope de la cadena alimenticia de este ecosistema habrían estado los megarraptóridos, depredadores similares a los famosos tiranosauroideos, que podrían haber alcanzado entre los 6 a 10 metros de longitud y un peso por sobre la tonelada. “La evidencia postcraneal que se tiene, principalmente en la Formación Chorrillos, en Argentina, nos indica que estos animales eran de tamaño grande. Estamos hablando de entre seis o siete metros hasta nueve o diez metros de longitud. Entonces, es posible esperar que en Las Chinas haya existido un dinosaurio carnívoro grande. La característica principal de su morfología general es que los megarraptores tienen cráneos alargados y grandes brazos con poderosas garras”, indica Jared Amudeo, investigador de la Red Paleontológica de la Universidad de Chile.

Restos dentales de la parte media y posterior del hocico, pertenecientes a distintos especímenes, fueron parte del hallazgo analizado en este estudio. “Una de las características que nos permitió identificar con gran confianza que pertenecen a megarraptóridos son, primero que todo, que los dientes están muy curvados hacia la parte posterior. Segundo, que la parte distal de los dientes, que dan hacia la parte de atrás del hocico, tienen muchas serraciones, que son como un cuchillo que sirve para cortar carne, y que en la parte mesial no tiene. Esa es una de las características principales que tienen los megarraptóridos”, señala Amudeo sobre estos megarraptores directamente relacionados con especies de Sudamérica como Orkoraptor burkei o Megaraptor namunhuaiquii.

El investigador de la U. de Chile explica, además, que los megarraptores son un clado bien enigmático de dinosaurios que, de acuerdo a estudios recientes, estarían emparentados con los tiranosauroideos y habrían convivido con el anquilosaurio Stegouros elengassen, especie que probablemente fue parte de su dieta. “Es de suponer que los megarraptores cazaban a Stegouros, ya que es un taxón muy abundante en Las Chinas. Hemos encontrado otras coronas dentales de los mismos niveles de Stegouros, que no están publicadas, pero también son de megarraptóridos y coexistieron en el mismo lapso. También es probable que se haya alimentado de ornitópodos que se han encontrado de manera abundante en Argentina, pero aún no tenemos evidencia directa de ello”.

Jared Amudeo, quien actualmente cursa el Magíster en Ciencias Biológicas de la Facultad de Ciencias de la U. de Chile, identificó también algunas piezas dentales de la subfamilia Unenlagiinae, que pese a ser dinosaurios no aviares probablemente tenían la totalidad de su cuerpo cubierto con plumas. El investigador, que en su corta carrera se ha especializado en fósiles de piezas dentales, destaca la importancia del descubrimiento de dos especímenes del grupo de los unenláginos, que representan el registro más austral de este peculiar grupo de terópodos cercanamente emparentados con los velocirraptores y de aspecto similar a ellos, así como con otras especies que habitaron Gondwana como Buitreraptor y Austroraptor, el cual llegó a medir más de seis metros de longitud.

“Uno es posiblemente un unenlágino. Posiblemente, porque hay algunos rasgos que se comparten con unenláginos descritos, pero presenta otros que no son comunes. Podría ser un carácter evolutivo novedoso que nos indicaría que se trata de una especie nueva de unenlágino o tal vez de un representante de otro clado diferente. Por otro lado, tenemos un unenlágino no ambiguo, que también muy probablemente represente a otra especie nueva. Hay muchos dientes que revisé, que no están publicados en este estudio, que presentan una singularidad. Probablemente sea esto otra novedad que tienen estos ejemplares de Las Chinas, los cuales nos permiten plantear que lo que podemos encontrar en esta zona es diferente a lo que ya está publicado en Argentina y en Brasil”, destaca el integrante de la Red Paleontológica de la U. de Chile.

Este trabajo también permitió identificar a dos grupos de aves que vivieron en la Era de los Dinosaurios: Ornithurinae y Enantiornithes. Los primeras corresponden a un grupo directamente emparentado con las aves actuales, similares a una huala o a una gavia, conocida también como colimbo o loon en Norteamérica. Enantiornithes, en tanto, fue el grupo de aves más diverso y abundante del Mesozoico, “son parientes de las aves modernas, pero no son el grupo que les dio origen. Tenían una forma general similar a un gorrión, pero con dientes”, explica Jared Amudeo. “Lo importante es que los relojes moleculares de divergencia de origen de las aves modernas está en este lapso de tiempo. La presencia de aves, más no aves actuales, en esta zona y durante este tiempo nos da más indicios de que aquí, en esta parte de Sudamérica, se podrían encontrar cosas importantes, por ejemplo, uno de los ancestros comunes directos de las aves actuales”, agrega.

Respecto al hallazgo de estas aves, Sarah Davis enfatiza que resulta emocionante que el fósil de terópodo más joven hallado en el yacimiento hasta el momento sea el de un ave ornitura, el grupo de aves que incluye a los pájaros que conocemos hoy. De hecho, todas las aves modernas también son terópodos que evolucionaron en formas emplumadas, voladoras, y con cerebros de mayor tamaño. En este sentido, la presencia de este grupo en latitudes tan altas, como Las Chinas y sectores de la Antártica, puede apuntar a estos lugares como posibles refugios o lugares seguros para las aves durante la extinción masiva, donde pudieron escapar de lo peor de la catástrofe y sobrevivir hasta convertirse en los grupos que conocemos hoy.

Marcelo Leppe plantea que aún existen muchas preguntas sobre este misteriosa ventana al pasado. Estos ambientes se encontraban bajo una inmensa presión de abruptos enfriamientos globales y ascensos bruscos de temperatura, fluctuaciones de los niveles del océano, masivas erupciones volcánicas en la India (que se encontraba al oriente de África en ese entonces) y culminando con el impacto del meteorito en la península de Yucatán hace 66 millones de años, que produjo la tercera mayor extinción de la vida en toda la historia natural. “Aún necesitamos saber cómo la vida se abrió paso en ese apocalíptico escenario, para dar origen a nuestros típicos ambientes australes de Sudamérica, Nueva Zelandia y Australia, donde los terópodos continúan presentes, ya no con dinosaurios tan impresionantes como los megarraptóridos, pero sí con una diversidad de aves que siguen viviendo, después de 70 millones de años, en bosques, pantanos y marismas de Patagonia, Antártica y Australia”, concluye.

Crean herramienta para identificar de forma automática las galaxias donde se producen nuevas supernovas

Las supernovas o explosiones estelares que se producen al final de la vida de cierto tipo de estrellas son uno de los objetos astronómicos que más han interesado a científicos y científicas de todo el mundo. La razón de ello es que estos fenómenos tienen gran importancia en diversos campos de estudio de la astronomía. No solo son útiles como grandes laboratorios de astrofísica estelar, ya que al explotar siembran el espacio con distintos elementos químicos, sino que también sirven para medir distancias cosmológicas y entender la composición química de las galaxias que las albergan.

Sin embargo, como en muchas áreas de la astronomía, la gran cantidad de datos que producen nuevos y modernos instrumentos puede hacer que su detección sea como encontrar una aguja en un pajar. Por esta razón, el desarrollo de herramientas computacionales es fundamental a la hora de analizar y seguir aprovechando la información que nos entregan.

Con esto en mente, el equipo de ALeRCE, bróker astronómico chileno impulsado por el Centro de Modelamiento Matemático (CMM) de la Universidad de Chile, el Instituto Milenio de Astrofísica (MAS), el Data Observatory y la Universidad de Concepción, desarrolló DELIGHT, nueva herramienta que permite identificar automáticamente las galaxias donde ocurren nuevas supernovas en el cielo y con ello determinar la distancia a la supernova con una alta precisión, un trabajo que fue publicado en la revista The Astronomical Journal.

Según explica Francisco Förster, director de ALeRCE e investigador asociado del CMM y del MAS, DELIGHT “funciona en base a una red neuronal artificial que recibe como entrada la posición en el cielo del candidato a supernova y que retorna la posición más probable de su galaxia”. El sistema entrega respuesta a un problema astrofísico importante de ser resuelto debido a las dificultades que se presentan por las distintas escalas y formas que tienen las galaxias.

“DELIGHT fue diseñado para funcionar muy rápidamente, utilizando imágenes de archivo multi resolución del cielo para lograr una descarga más rápida, pensando en su aplicación de forma masiva en los futuros telescopios de survey. Es una herramienta que puede utilizar toda la comunidad que haga investigación sobre supernovas o transientes, en general, y en particular a quienes quieran trabajar con grandes muestras de estos eventos”, comenta el investigador.

Basándose en el sistema visual de los animales, los expertos de ALeRCE crearon una red neuronal que fue entrenada con más de 16 mil ejemplos que el equipo ha identificado manualmente al reportar de forma diaria nuevos candidatos a transientes en el Transient Name Server, herramienta oficial de la Unión Astronómica Internacional para comunicar nuevos objetos de este tipo. De acuerdo a Förster, este entrenamiento se realizó usando las librerías Tensorflow y Ray Tune, utilizando tarjetas GPU propias, obtenidas gracias al proyecto de infraestructura de los fondos Quimal de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, que ALeRCE se adjudicó a través del MAS en 2019.

“Esta herramienta tiene un gran potencial para acelerar el proceso de detección y caracterización de nuevas supernovas en grandes muestras de estos objetos. De hecho, ya está siendo de gran ayuda para la selección de galaxias anfitrionas diariamente, permitiéndonos ahorrar más de 30 minutos diariamente en el proceso de selección de galaxias de candidatos detectados por ALeRCE en el stream del ZTF (Zwicky Transient Facility). También hemos encontrado otros usos. Agregando información provista por DELIGHT, podemos detectar automáticamente y con más precisión eventos de destrucción de marea, que ocurren cuando una estrella se acerca a un agujero negro y es destruida por fuerzas de marea”, concluye el astrónomo.

Ovejas y cabras son entrenadas para combatir los incendios forestales mediante el pastoreo

Una decena de incendios forestales activos por día ha reportado la Corporación Nacional Forestal (Conaf) las últimas semanas, mientras que la Onemi ha declarado alerta roja en varias comunas de la zona centro-sur del país. Estos siniestros ya han consumido más de 31 mil hectáreas en el último semestre, con su respectiva flora y fauna, y han significado personas damnificadas e incluso la pérdida de vidas humanas.

Este complejo escenario, lamentablemente, en verano siempre empeora. Los especialistas coinciden en que el esfuerzo debe estar en la prevención, siendo la primera recomendación cortar el pasto seco, la maleza y todo tipo de vegetación que es el combustible principal de las llamas. Más aún este año, en el que se reportó un aumento de las lluvias en la zona centro y sur del país. Este es el foco de una iniciativa de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias (Favet) de la Universidad de Chile que busca la ayuda de ovejas y cabras para disminuir la vegetación combustible y reactivar los suelos degradados.

La aptitud de estos animales para hacer cortafuegos al pastar fue un accidente en el desarrollo de la tesis de la egresada de Medicina Veterinaria de la Casa de Bello, Gabriela Chávez. Cuando un incendio atacó el área del Campus Sur donde pastaban las ovejas, las llamas se detuvieron claramente en el área que había sido pastoreada. Así, la tesista decidió sumar esta arista a la investigación. 

“Mi tesis se trata de regeneración de suelo con pequeños rumiantes, y el hallazgo que tuvimos fue haciendo unos corrales experimentales de prueba en el fondo de la Facultad, en un sitio que está erosionado y el pasto crece bastante. Un día empezó un incendio y resultó que el corral, que es un cuadrado, se salvó con un perímetro como de un metro. El fuego llegó hasta ese perímetro porque una de las ovejas había salido del corral y no se alejan del grupo, entonces se mantuvo dando vueltas alrededor y fue eso, el que se hubiera salido, que permitió que el fuego no nos agarrara, hizo un cortafuegos”, dice la tesista Gabriela Chávez. 

Juan José Toro Letelier, coordinador de Extensión y Vinculación con el Medio de Favet, explica que este proyecto parte de la necesidad de poder controlar la biomasa combustible, o sea, el pasto seco que creció en la temporada primavera y que ahora en el verano es un riesgo de incendio permanente. Es buscar una solución sustentable, barata, simple y que además sea armónica con su profesión, que es el cuidado de los animales.

“Acá en Mundo Granja, criamos ovejas y cabras. Estamos probando primeramente con las ovejas porque son más dóciles y están más acostumbradas al manejo animal. Y posteriormente vamos a empezar con las cabras. La idea es que pastoreen en el lugar donde nosotros necesitamos controlar la biomasa para que puedan comer y tumbar el pasto. Si nosotros no hiciéramos esto, el pasto estaría largo, parado, erguido y obviamente muy vulnerable a cualquier chispa o activación de fuego”, dice el médico veterinario. 

“Además lo bostean, orinan y lo babean. Entonces, queda con una humedad que impide que pase el fuego o hace que pase de una manera menos brusca o violenta. Es un cortafuego natural. Básicamente, eso es lo que buscamos, que los animales nos generen un cortafuego y prevenir los incendios. Esto es un experimento, pero esto es extrapolable, se hace en otras partes del mundo y es la solución más sustentable para prevenir incendios, sobre todo en este contexto de verano actual, donde el pasto es una amenaza de incendio en muchas regiones del país”, agrega el Dr. Toro.

Además de prevenir el fuego, recuperan la vida del suelo. “Lo que queremos lograr es que el suelo recupere naturalmente su fertilidad para que esta paja seca después de que ellas salgan se pueda degradar paulatinamente gracias a la actividad microbiológica que tiene el suelo normal. Entonces, los animales al digerir el pasto pueden integrar nuevamente esa microbiología y esa fertilidad natural que no estaba antes”, agrega la egresada de la U. de Chile. 

Esta técnica de control de la vegetación también la están aplicando en otra área del campus con buenos resultados, explica la futura médica veterinaria. “Estamos extrapolando este hallazgo usándolo en la Facultad, que tenemos este crecimiento de pasto importante, y ellas han sido capaces de ir bajando bastante la carga de materia vegetal seca. La idea es poder entrenar también a las cabras, igual cómo entrenamos a las ovejas, que es un proceso lento, pero mejor lento y seguro, y poder hacer esta misma intervención con un grupo mixto”, dice Gabriela. 

Esta investigación es una de las seleccionadas en el Programa Tesis País, una iniciativa desarrollada por la Fundación Superación de la Pobreza que apoya tesis con temáticas de inequidad, pobreza, desarrollo local, entre otros, pues busca entregar estas soluciones a los pequeños agricultores y ganaderos.

Biobanco permitirá conocer realidad latinoamericana del Parkinson

En los últimos 25 años, se han duplicado los casos de Parkinson en el mundo, llegando en 2019 a los 8,5 millones de personas que padecen la enfermedad, según informe “La enfermedad de Parkinson: un enfoque de salud pública”, elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En Chile, esta patología podría afectar a cerca de 40 mil personas, y -de acuerdo a proyecciones de la comunidad científica local- un tercio de ellas vive con la condición sin saberlo. Las cifras además muestran que nuestro país podría ser el que registra mayor prevalencia en América Latina: 1,6 casos por cada cien mil habitantes.

Este fenómeno es foco del proyecto Latin American Research Consortium on the Genetics of Parkinson Disease (Large-PD), estudio internacional apoyado por The Michael J. Foundation for Parkinson’s Research que instalará un biobanco en la Universidad de Chile para recopilar muestras y datos de pacientes con Parkinson. La iniciativa tiene como objetivo evaluar las características genéticas, demográficas y clínicas de esta enfermedad en la población latinoamericana para determinar sus factores incidentes y cómo variables que van desde el consumo de alimentos a la exposición a virus podría influir en su prevalencia. 

“Una de nuestras principales metas es poder crear estos recursos localmente, que las muestras que se saquen del país queden en ese lugar y se constituyan como una fuente de investigación para el futuro. Cuando estudiamos pacientes recogemos bastantes datos clínicos y epidemiológicos, y el objetivo es que esa información quede organizada a través de biobancos”, señala el Dr. Ignacio Fernández-Mata, académico de The Genomic Medicine Institute of the Cleveland Clinic de Estados Unidos y director del proyecto regional Large-PD.

El investigador principal en nuestro país es el Dr. Patricio Olguín, académico del Instituto de Neurociencia Biomédica (BNI) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, quien remarca que la comunidad internacional interesada en aportar evidencia científica de base para comprender el Parkinson hoy está enfocada en una política de intercambio de datos. En este contexto, señala, los biobancos son una solución de vanguardia para revertir la brecha de conocimiento sobre la realidad de la patología en zonas del mundo que no sean Europa o Estados Unidos.

“En el caso de América Latina, existe una subrepresentación sobre el impacto de la enfermedad. Los principales consorcios que estudian enfermedades neurodegenerativas son de Europa o Estados Unidos, así es que lo que conocemos de estas condiciones proviene de este tipo de datos”, plantea el científico chileno. En esta línea, agrega, “cuando pensamos en que futuros tratamientos para el Parkinson provendrán de tecnologías como la medicina de precisión, es algo que necesitamos poder revertir”.

Ambos investigadores participaron en la conferencia “Intercambio de Datos y Biobancos: La Experiencia del Parkinson”, realizada este martes 15 de noviembre en el marco del encuentro “Intercambio de Datos y Biobancos”. La actividad, organizada por el Instituto de Neurociencia Biomédica (BNI) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, contó además con la participación de la Dra. Alicia Colombo, directora del Biobanco de Fluidos y Tejidos de la Universidad de Chile.

El Biobanco instalado en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile está generando una colección de muestras y datos de 600 pacientes como parte del proyecto Large-PD, iniciativa en la que también participan a nivel local el Centro de Trastornos del Movimiento (CETRAM), la Clínica Dávila y la Universidad del Desarrollo. El Dr. Fernández-Mata señala que la alianza que coordina a nivel latinoamericano tiene vínculos con 46 organismos científicos en 14 países de la región y que el propósito central de estas colaboraciones es crear una red de biobancos y mejorar la calidad de las investigaciones.

El neurogenetista de la Cleveland Clinic de Estados Unidos, quien estudia desde hace más de 20 años este síndrome aún incurable, describió que -a escala global- el síndrome afecta a uno de cada mil individuos y al 1% de las personas mayores de 75 años. Su incidencia es transversal a todos los grupos étnicos, pese a que podría existir un mayor riesgo en poblaciones europeas y latinas en comparación a las africanas y asiáticas.

Según explicó, “conocemos más de 20 genes asociados a formas familiares del Parkinson, más de 80 genes asociados a riesgo de desarrollar la enfermedad. Pero el problema que tenemos, y la razón por la que se están creando proyectos como Large-PD en todo el mundo, es que más del 90% de los estudios genéticos provienen de Europa o Estados Unidos. Eso crea un desbalance importante sobre el Parkinson y todas las enfermedades que puedan tener componentes genéticos”.

A nivel mundial, de acuerdo a la OMS, la discapacidad y las defunciones debidas al Parkinson están aumentando más rápidamente que las causadas por cualquier otro trastorno neurológico. De hecho, las estimaciones actuales sugieren que en 2019 provocó 5,8 millones de años de vida ajustados por discapacidad, un aumento del 81% desde 2000, y que causó 329.000 muertes. Esto supone un incremento de más del cien por cien desde el año 2000 a la fecha. Frente a estos números, el Dr. Olguín remarcó la urgencia de que el país fortalezca la comprensión de las bases genéticas, epidemiológicas y clínicas de esta enfermedad con mejores plataformas de investigación.

La enfermedad de Parkinson es una afección degenerativa del cerebro asociada a síntomas motores (lentitud de movimientos, temblores, rigidez, trastornos de la marcha y desequilibrio) y a una amplia variedad de complicaciones no motoras. La progresión de estos síntomas da lugar a altas tasas de discapacidad y necesidades de atención. Numerosas personas diagnosticadas con la enfermedad de Parkinson también desarrollan demencia durante el transcurso de la enfermedad.

Entre sus factores de riesgo, destaca el aumento de la edad, aunque las personas más jóvenes también pueden verse afectadas, tal como ocurrió al actor Michael J. Fox, que fue diagnosticado a los 29 años. Por otra parte, la enfermedad afecta más a los hombres que a las mujeres. Actualmente, se desconocen sus causas, pero varios estudios han demostrado que factores ambientales como los plaguicidas, la contaminación atmosférica y los disolventes industriales podrían aumentar el riesgo de padecerla.

El Dr. Fernández-Mata indica que resulta fundamental avanzar en una comprensión más precisa. En esta línea, hoy lidera investigaciones que exploran la relación entre el Parkinson y el uso de pesticidas en Brasil; el consumo de mate en Argentina y Uruguay; y el café en Colombia. “Es posible que en países como Chile o Perú existan otras situaciones interesantes de estudiar y para eso es fundamental contar con estas bases de datos. Los biobancos jugarán cada vez más un papel más importante, además como nexo entre grupos de investigación en un mismo país o a nivel regional. Es una forma de fomentar la investigación local y no depender de otros”, sostiene.

Se conoce que hay más de cien genes involucrados en el desarrollo de la enfermedad, y cada variable puede ir incrementando el riesgo, afirma. “En términos simples, contar a nivel local con un biobanco permite que en vez de tener diez investigaciones con cien muestras, el país cuente con mil muestras. Que alguien pueda acceder a ellas causará mayores impactos, en especial en una enfermedad tan compleja como el Parkinson, sobre la cual todo lo que sabemos es conocimiento que se ha generado en los últimos 20 años”, indica.

En su último informe sobre la enfermedad, publicado este año, la OMS advirtió la “desigualdad” que existe en la disponibilidad de recursos y servicios para brindar tratamiento y atención a pacientes de Parkinson, especialmente en países de ingresos bajos y medianos. El Atlas de Neurología de la OMS (2017), asimismo, proporciona estimaciones de 0,03 neurólogos por 100.000 habitantes en países de bajos ingresos y 4,75 por 100.000 habitantes en países de altos ingresos.

Por todo ello, el organismo dependiente de Naciones Unidas ha destacado la necesidad de impulsar políticas de salud global para implementar estrategias enfocadas en la enfermedad; mejorar la educación y concientización para prevenir y reducir los riesgos de la patología; y asegurar el acceso al tratamiento y a la atención sanitaria. El fortalecimiento de evidencias científicas que perrmitan incrementar la comprensión de base para tratamientos y estrategias preventivas en la salud pública podría ser un pilar en la búsqueda para equiparar las condiciones en que los estados enfrentan esta patología.

El investigador comenta que “es fundamental, no tanto para el presente, pero sí para el futuro. Para el presente se podría mandar muestras a USA, Europa, hacer los análisis, incrementaríamos el conocimiento de esta enfermedad en estas poblaciones. Si alguien quisiera hacer algo más, podría hacer estudios de interacción del ambiente y la genética, y cosas específicas. Ejemplo, en Argentina y parte de Brasil estamos viendo asociación con el mate”.

“Que todas las muestras que se capturen queden en un biobanco y que más científicos puedan acudir a esa cohorte y usarla puede tener importantes impactos a nivel de la investigación. El mejor acceso a datos clínicos y genéticos de calidad, en una forma colaborativa de trabajar, podría darnos a futuro mejores análisis, trabajos de investigación y conocimiento respecto a factores como la ancestría o los de tipo ambiental en la región”, concluye Patricio Olguín, investigador del BNI de la U. de Chile.

Investigadores desarrollan nueva metodología para el modelamiento de tsunamis

La amenaza de tsunami ha sido objeto de estudio en numerosas investigaciones. En este contexto, el artículo “Stochastic tsunami modeling induced by kinematic complex sources”, publicado por la prestigiosa revista Scientific Reports de Nature, revisa diversas metodologías utilizadas y señala que, “en general, las amenazas de tsunami dependen del carácter probabilístico de las diferentes fuentes de tsunami, tales como, terremotos, deslizamientos, volcanes, impacto de asteroides, entre otros”.

El estudio, desarrollado por Mauricio Fuentes y Sebastián Riquelme, investigadores del Programa Riesgo Sísmico (PRS) de la Universidad de Chile, consideró la revisión de la Evaluación Probabilística de Amenaza de Tsunami (PTHA) para fuentes sísmicas, incluyendo diferentes métodos para cuantificar incertidumbres. En la publicación, se indica que “es bien sabido que la mayoría de los tsunamis han sido generados por grandes terremotos en zonas de subducción. Alrededor del 70% (1.942 de 2.767) de todos los tsunamis identificados están relacionados con fuentes sísmicas”. Es por esto que se vuelve crucial desarrollar una herramienta que permita generar fuentes sísmicas realistas a partir de la investigación existente en sismología. De esta forma, proponen recrear en un marco probabilista físicamente aceptable las posibles formas en que un tsunami podría generarse e impactar en una determinada localidad.

La propuesta de metodología se validó con un caso de estudio que fue la trinchera Kuril-Kamchatka (en el Pacífico Noroccidental, al este de las islas Kuriles, la isla japonesa de Hokkaido y la península rusa de Kamchatka). Uno de los autores de la publicación científica, el investigador del PRS Mauricio Fuentes, comenta que “fue interesante utilizar la zona de Kuril-Kamchatka porque es un caso poco estudiado. Suelen ocuparse otras regiones de Chile, Japón o Estados Unidos”. Añade que, en cualquier caso, las simulaciones realizadas con esta nueva metodología se pueden aplicar a cualquier zona del planeta.

El resultado de esta investigación es un nuevo modelo de fuente sísmica estocástica, es decir, que recoge el carácter aleatorio del proceso de liberación de energía sísmica del terremoto, cuyo enfoque se emplea para evaluar la amenaza de tsunami. Este modelo de fuente sísmica se puede utilizar en otros campos, como en la evaluación de la amenaza y riesgo sísmico o para crear sismogramas sintéticos en la estrategia de simulación del movimiento fuerte del suelo para representar y caracterizar un escenario posible de peligro sísmico.

Mauricio Fuentes afirma que “los resultados de esta investigación plantean un cambio importante en la manera en que se estaba modelando. Tienen, al mismo tiempo, aplicaciones muy directas para la elaboración de cartas y mapas de amenaza de tsunamis”.

Lo anterior se refrenda en el capítulo de conclusiones del artículo científico, donde se indica que la “metodología propuesta es simple y directa de aplicar, siempre que se disponga de datos, y se puede aplicar en cualquier lugar que esté expuesto a terremotos tsunamigénicos. La inclusión de fuentes sísmicas más realistas permite reducir las incertidumbres sistemáticas”.

Sobre los siguientes pasos, Fuentes concluye que “habrá que retomar los puntos que han quedado abiertos y seguir explorando el comportamiento aleatorio de ciertos parámetros necesarios para modelar la fuente tsunamigénica”.

OMS publica lista de 19 hongos peligrosos que causan la muerte de más de 1,6 millones de personas al año

Cryptococcus neoformans, Aspergillus fumigatus, Candida albicans y Candida auris fueron los cuatro hongos de importancia crítica que entraron en la “lista negra” de patógenos fúngicos publicada recientemente por la Organización Mundial de la Salud, especies asociadas a enfermedades graves como la meningitis, infecciones de distintos órganos y sistémicas y a la resistencia a los antimicóticos, este último, un fenómeno de creciente preocupación global.

Esta “Lista de patógenos fúngicos prioritarios” la integran en total 19 tipos de hongos categorizados como de prioridad “crítica”, “alta” y “media”, organismos de importancia médica que provocan la muerte de más de 1,6 millones de personas al año y causan enfermedades a largo plazo en cientos de millones más.

Eduardo Álvarez Duarte, investigador del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Universidad de Chile y representante en nuestro país de la “Acción Mundial para las Infecciones Fúngicas” (GAFFI), afirma que “esta lista prioritaria de hongos de importancia médica es crucial para el mundo y, por supuesto, para nuestro país. Por primera vez en la historia, se coloca el foco en hongos que causan una serie de enfermedades, muchas veces silentes. El número real de estas infecciones en Chile es desconocido, por lo que el real impacto a nivel local no se conoce con certeza. De hecho, el único esfuerzo nacional fue realizado junto a GAFFI el año 2017, donde estimamos que alrededor de 350.000 chilenos al año sufren de una micosis potencialmente letal”.

De acuerdo al documento publicado por la OMS, “esta lista está centrada en los patógenos fúngicos responsables de micosis sistémicas agudas y subagudas para las que existe resistencia a los medicamentos u otros problemas de terapéutica y gestión o, dada su prevalencia. Los patógenos incluidos están todos asociados con graves riesgos de mortalidad y/o morbilidad”, particularmente entre la población inmunocomprometida, como las personas de mayor edad o pacientes diabéticos, VIH/SIDA o con cáncer, entre muchas otras afecciones. El profesor Álvarez precisa que la definición de estos patógenos como prioritarios se estableció básicamente en función de cuatro parámetros críticos: prevalencia en la población, mortalidad asociada, resistencia a antifúngicos y acceso al diagnóstico.

Uno de los hongos críticos es Cryptococcus neoformans, “que tiene una alta prevalencia a nivel mundial, y una mortalidad que oscila entre un 40 y 60%. Este es un microorganismo con el que hay que tener ojo. Las meningitis fúngicas son un tema importante, sobre todo considerando que los pacientes inmunocomprometidos van al alza. Tenemos una masa de pacientes en esta categoría, personas mayores y con enfermedades de base, que crece, así como las expectativas de vida y la población envejecida”, señala el especialista. Además, el acceso al diagnóstico de esta micosis en otras latitudes, como algunos países de África, es difícil, en circunstancias de que es una técnica cuyo costo aproximado no supera los US$5. Otro de los hongos incluidos en la categoría de críticos es Candida albicans, que si bien presenta una resistencia a los antifúngicos más bien baja, “registra una mortalidad asociada, de entre un 20 a 40%. Algunos autores hablan de entre un 20 a 50%, es decir, es un hongo con el que hay que tener ojo por su índice de mortalidad. También es uno de los hongos que produce más infecciones fúngicas, es muy prevalente”.

El académico de la Universidad de Chile destaca que 14 de los 19 hongos incorporados a esta lista actualmente están en el país, incluyendo los cuatro calificados como de importancia crítica. Advierte, además, que algunos de estos se han expandido por el mundo cada vez con mayor intensidad, gracias al desarrollo del turismo a escala global y los procesos migratorios. De hecho, dos de las especies de hongos encontradas recientemente en Chile corresponden a micosis importadas desde zonas tropicales y subtropicales: Candida auris (categorizado como crítico) e Histoplasma capsulatum. Respecto a esta última especie, “ya hemos diagnosticado cerca de 40 casos de esta micosis importada. Candida auris, en tanto, apareció hace un par de años en nuestro país y ha generado alarma por su alta resistencia a los antifúngicos y a compuestos que se ocupan como desinfectantes ambientales. Esta capacidad le ha permitido instalarse en ambientes intrahospitalarios y provocar brotes”, advierte Álvarez.

La resistencia a los antifúngicos es uno de los aspectos de mayor preocupación global. Esta propiedad puede estar asociada a capacidades específicas de cada especie de hongo, como es el caso de Candida auris, pero también puede desarrollarse por el uso indiscriminado de los pocos antifúngicos existentes. Tal es el caso de los azoles, fármacos que se utilizan como antimicóticos en humanos, pero también en la agricultura, por ejemplo, para el control de Aspergillus fumigatus, que vive en ambientes de prácticamente todo el mundo. De acuerdo al representante de GAFFI en Chile, este hongo de prioridad crítica, que puede provocar infecciones respiratorias como la aspergilosis, “ha presentado mutaciones en algunos de sus genes y muchas de ellas se relacionan con la resistencia a los antifúngicos que se ocupan en la agricultura. Es un mecanismo de adaptación, de evolución, que el hongo ha desarrollado para seguir viviendo”, explica.

El problema es que esta resistencia desarrollada en la agricultura finalmente también afecta a los tratamientos que se ocupan en humanos, especialmente en pacientes inmunocomprometidos. Este fenómeno, conocido como resistencia cruzada, implica que “si un paciente desarrolla una infección por este hongo que se hizo resistente a los azoles por su utilización en la agricultura, se puede hacer resistente a los azoles utilizados en humanos y ya no habrá con qué tratarlo. Significa que si se complica puede morir”. A esto, se agrega la posibilidad de que las capacidades de resistencia puedan traspasarse entre distintos hongos, tal como ocurre con las bacterias. “Por mucho tiempo se pensaba que estos mecanismos no estaban presentes en hongos. No obstante, hay algunos estudios que han demostrado que entre hongos sí hay intercambio de información genética, por lo que no podemos descartar que existiese un traspaso de información genética codificante de resistencia, aunque probablemente no es el mecanismo más usual”, plantea.

La organización “Acción Mundial para las Infecciones Fúngicas (GAFFI)” ha trabajado con la OMS durante varios años para incluir a todos los antifúngicos y métodos de diagnóstico clave en las Listas de Diagnósticos Esenciales y de Medicamentos Esenciales. “Las enfermedades fúngicas son una amenaza mundial, con una gran desigualdad en el acceso a diagnósticos y medicamentos antifúngicos que pueden salvar vidas. El compromiso de la salud pública, con la integración de los diagnósticos en la atención rutinaria, tiene el potencial de salvar innumerables vidas cada año. El compromiso de la OMS es fundamental para mejorar la salud mundial y hacer frente al creciente espectro de la resistencia a los antifúngicos”, sostiene David Denning, director ejecutivo de GAFFI.

En este sentido, la lista elaborada por la OMS tiene como objetivo impulsar nuevas investigaciones e intervenciones políticas tendientes a reforzar la respuesta mundial a las infecciones fúngicas graves, colocando especial atención a la resistencia a los antifúngicos. “Afortunadamente, en Chile tenemos un sistema de diagnóstico de las micosis bien implementado, lo que nos permite realizar diagnósticos certeros y rápidos. Esto contribuye enormemente a la proyección exitosa de la infección en los pacientes, disminuyendo la letalidad. Este sistema evidentemente funciona bien en grandes ciudades, pero posiblemente aún falte en las ciudades más pequeñas o extremas”, comenta el profesor Álvarez respecto a la situación del país.

Indica también que “es importante visibilizar el problema, extender la red diagnóstica y -por sobre todo- generar las instancias educativas y de formación de capital humano competente en la materia, labor que venimos realizando desde nuestro laboratorio en los últimos años”. Uno de los aspectos centrales, señala, es la educación de la población para evitar que las personas se automediquen, mal utilicen antifúngicos y prevenir así que los hongos desarrollen mecanismos de resistencia. “También medidas tendientes a hacer un uso racional de los antifúngicos en la agricultura, normas para el uso racional de antifúngicos en seres humanos y animales, y la disposición de fondos para proyectos que -por ejemplo- permitan la búsqueda de nuevos antifúngicos, ya que hoy tenemos entre 10 y 12, no más que eso. Entonces, es necesario hacer mayor investigación al respecto”, concluye.

10,4 toneladas de residuos electrónicos recolectó la Reciclatón e-waste de la U. de Chile

Metales y minerales como el aluminio, el oro, la plata, el cobre y el estaño, además de elementos raros como el europio, el itrio, el neodimio o el terbio, se pueden encontrar entre los componentes de los dispositivos electrónicos que usamos a diario. Celulares, notebooks e impresoras, y también sus cables, contienen en su interior una verdadera mina urbana, que se desperdicia al llegar a los vertederos, donde además contaminan el suelo.

Para ayudar a combatir esa contaminación y lograr que muchos de estos aparatos puedan ser reparados y tengan una segunda vida, la Oficina de Ingeniería para la Sustentabilidad (OIS) de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, organiza la Reciclatón e-waste, que este año logró recolectar 10,4 toneladas de residuos electrónicos en tres días.

“La Reciclatón de este año marcó un hito en nuestras campañas, siendo la más exitosa que hemos realizado. No solo acopiamos la mayor cantidad de residuos a nivel histórico, sino también vimos un aumento en la participación, tanto de organizaciones como de personas naturales que fueron a donar. De hecho, la participación de este último grupo creció en cerca de un 40% con respecto a la versión del año pasado”, contó Pablo Garrido, jefe de la OIS-FCFM. 

“Este tipo de eventos nos permite generar una cultura más sustentable y apoyarnos como Universidad de Chile en esta misión. Según las cifras de este año, el 46% de los residuos acopiados fueron de la Universidad, no sólo de la FCFM, también de otras facultades como Ciencias, Arquitectura y Urbanismo, Odontología y Campus Sur. Del mismo modo, también nos permite vincularnos con la comunidad, el 24% de los residuos fueron entregados por organizaciones externas a la Universidad y un 30% por personas naturales”, comentó Reynaldo Cabezas, secretario ejecutivo del Comité por la Sustentabilidad de la Universidad de Chile.

El principal cúmulo de residuos se logró en computadoras (2989,8 kg) –entre ellos había 300 notebooks–, seguido de impresoras (2013,2 kg), pilas y baterías (1433,8 kg). Se recopilaron más de 900 kg en cables y componentes, y más de 250 kg de mouses y teclados. Gran parte de los computadores y otros dispositivos serán reacondicionados por la Fundación Chilenter, para ser entregados a organizaciones sociales del país, como escuelas y centros de emprendimiento.

“Aportar a incentivar la cultura del reciclaje en nuestro país es una de las misiones que tenemos. Todos los componentes que llegaron van a ser revisados y pasarán a nuestros procesos de reacondicionamiento y/o reciclaje. Felicitamos una vez más al equipo de la Facultad de Ingeniería por hacer posible esta iniciativa”, sostuvo Matías González Pacheco, director ejecutivo de Chilenter. 

En esta versión, además de 41 organizaciones que llevaron sus residuos electrónicos, 383 personas fueron a entregar los suyos a la Facultad. “Es una tremenda recompensa el poder escuchar los agradecimientos de las personas y organizaciones externas a nuestra institución, felicitando al equipo. Se puede notar que aprecian que la Universidad de Chile genere este tipo de instancias de vinculación con el medio, tomando como vehículo una mayor responsabilidad con nuestros residuos y con la sustentabilidad”, subrayó Garrido. 

Además de dispositivos electrónicos, este año también se recolectaron baterías de auto, cuyos componentes principales, el ácido sulfúrico y el plomo, contribuyen a la contaminación del agua y del suelo. Recimat, empresa nacional encargada de reciclarlas, se llevó más de una tonelada.