Las várices son el trastorno circulatorio más común en la población occidental, principalmente en mayores de 15 años, siendo las mujeres las más propensas a padecerlas: casi el 50% de ellas las sufren y el 15% de los hombres.

Esta patología, tal como señala el cirujano vascular de Clínica INDISA, Dr. Sergio Olmedo “se trata de una dilatación de las venas, habitualmente en las piernas, debido a una debilidad en las paredes de las venas superficiales de las extremidades inferiores, dado que el drenaje venoso de las piernas es contra la gravedad (retorno venoso)”. 

Hay ciertos factores que favorecen su aparición como: sobrepeso, obesidad, embarazo, uso anticonceptivos  orales, sedentarismo y estar de pie o sentada por tiempos prolongados; sobre todo el trabajar en estas situaciones. También se debe destacar que existe un componente hereditario en un porcentaje importante de los casos.

“Hay muchos mitos en torno a las várices. Lo importante es definir que son dilataciones de las venas del sistema superficial de las piernas y no tienen nada que ver con infartos, ni accidentes cerebrovasculares – como mucha gente asocia- por lo tanto no son graves”, explica el Dr. Ricardo Olguín, cirujano vascular de Clínica INDISA.

Por su parte, el Dr. Sergio Olmedo, añade que “lo ideal es consultar antes de que se hagan evidentes, es decir cuando aparecen síntomas, como sensación de pesadez en las piernas, venas agrandadas, hinchazón de tobillo o prurito en la parte inferior de la pierna y tobillo, que pueden derivar mayores molestias y algunas complicaciones.

Si sientes que tienes estas molestias, estos consejos te pueden ayudar a la prevención y tratamiento inicial:

• Hacer actividad física aeróbica para favorecer el drenaje venoso de las piernas

• Evitar y tratar el exceso de peso

• Usar medias o calcetas de compresión elástica graduada

En cuanto al tema genético, “lo que se hereda es la predisposición a desarrollar várices, debido a que en algunas personas el colágeno, componente de la pared de las venas, es menos resistente, lo cual genera mayor tendencia de las venas a dilatarse”, explica el Dr. Olguín.

Por último, el tratamiento en general se enfoca inicialmente en aliviar los síntomas y evitar complicaciones, partiendo con controlar el peso, hacer ejercicio y usar calcetines elásticos. Asimismo, existen algunos medicamentos que ayudan a aliviar la sintomatología pero no que eliminen las várices ni mejoran el drenaje venoso.  

Y, luego de que un paciente ha sido evaluado por el especialista con una ecografía doppler venosa, está el tratamiento quirúrgico, “que es efectivo para tratar el reflujo venoso y extraer las várices, pero no elimina la posibilidad de desarrollar nuevas dilataciones venosa con el paso del tiempo si no se manejan los factores de riesgo mencionados”, finaliza Dr. Olmedo.