La líder ultraderechista Giorgia Meloni se atribuyó la victoria en las elecciones generales de Italia y se convertiría en la primera mujer en ocupar el cargo de primera ministra del país europeo.

Para el director del magíster en estudios internacionales del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de la Universidad de Santiago, Alessandro Santoni, el resultado es consecuencia de múltiples factores.

“Hay una tendencia hacia la extrema derecha, un resurgimiento en toda Europa”, afirmó el doctor en historia por la Universidad de Bologna. “Había quedado congelada después de la Segunda Guerra Mundial y, a partir de los años 80, el tema de la migración ha creado un contexto político en que la derecha se la jugó con los miedos”, sostuvo.

“El auge de la derecha durante los últimos 30 o 40 años tiene un punto importante en el fenómeno migratorio, siendo el principal factor con el que vuelve a replantarse en un discurso que da seguridad para llegar al ciudadano de pie, que se siente amenazado a perder su trabajo por este nuevo vecino que llega y que lo asocia con delincuencia”, agregó Santoni.

Respecto a la relación de esta situación con lo que ocurre en Chile y cómo lo aborda la política nacional, el académico reconoció que si bien “hay matices distintos en el nexo socioeconómico, con el fenómeno migratorio, evidentemente, la derecha puede utilizar muchas oportunidades políticas”.

Para el experto en historia de las relaciones internacionales, otro factor es la economía. “Esto facilita que desde la derecha se apele a un electorado popular con un discurso bastante populista, anti-impuestos. Tiene que ver con la situación socioeconómica y cómo eso se traduce en estrategias políticas”, sostuvo.

Además, Santoni apunta a una desafección ciudadana por la política institucional. “Hay un factor de cansancio hacia los partidos que es típico en casos así. No hay nada demasiado nuevo, salvo una coyuntura política y un sistema electoral nuevo que hizo que fuera tan aplastante el resultado”, señaló.

Sin embargo, el académico considera que, pese al triunfo, “probablemente tendrán que moderar mucho de su discurso. Un factor importante para entender la política italiana de los últimos 30 años es que los poderes fácticos, como las intuiciones económicas y financieras se sienten, por lo general, más cómodos con la centroizquierda.  Adicionalmente, es esperable que en el camino se generen tensiones entre los partidos socios de la coalición de gobierno”.

Todo eso mientras, paradójicamente, “otros factores, laboral y de seguridad social, han influido mucho en que se genere una base de apoyo a esos partidos en sectores sociales que votaban más bien en la izquierda. Eso le dio un atributo más popular a la derecha”, concluyó.