A fines de la semana pasada, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) anotó un incremento mensual de 1,4% en abril, una variación acumulada de 4,8% en lo que va del año y un alza a doce meses de 10,5%.
El economista y académico de la Universidad de Santiago, Guillermo Pattillo, explicó que las divisiones que anotaron las mayores alzas de precios fueron transporte (21,4% en doce meses), seguido de alimentos y bebidas no alcohólicas (14,8%).
“La inflación está actualmente en los niveles más altos en más de dos décadas y seguirá por arriba de 10% anual hasta agosto o septiembre”, aseguró el académico de la Facultad de Administración y Economía (FAE) de la Usach en su ‘Síntesis Económica Mensual: Abril de 2021’.
La alta inflación que afecta al país alcanzó su mayor incremento anual desde agosto de 1994. Durante el primer año del gobierno del ex Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, el índice se situaba en 11,2%.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, aseguró que “en el segundo semestre de 2022 podríamos empezar a ver bajar el ritmo de la inflación”. No obstante, la última Encuesta de Expectativas Económicas del BC prevé que el IPC cerrará el año con un incremento de 8,9%, versus el 7,8 por ciento esperado el mes pasado.
De acuerdo a Pattillo, la inflación a diciembre será de 6,9%. “Recién en la segunda mitad de 2023 estaríamos en el entorno de la meta del Banco Central. Pero cuán rápido se logre la convergencia a esa meta depende también del apoyo de la política fiscal; a este respecto la incertidumbre hoy es alta”, afirmó.
La economista y académica de la FAE de la U. de Santiago, Marcela Vera, concuerda en que el Gobierno debiese generar políticas para prevenir el alza “y no solo esperar a que el entorno internacional decida cuáles serán los límites de la inflación”.
Según el informe de Pattillo, “el tema central hoy en la OECD es la inflación; en marzo llegó a 8,8% en 12 meses para los países del área; la más alta en más de dos décadas”.
“Un plan de seguridad alimentaria permitiría al Estado chileno garantizar la provisión adecuada de alimentos que se encuentran en permanente alza”, afirma Vera. Ello, para contener aumentos en el precio de la carne, el aceite, el pan o la harina.
“Sería fundamental que el Estado pudiera promover la agricultura familiar campesina, de forma de fortalecer la capacidad productiva en torno a los alimentos”, agrega la experta de la Universidad de Santiago.
Al respecto, el Ministerio de Agricultura decidió crear el informe de Mejores Alimentos de Temporada (MAT). El reporte se actualizará semanalmente para dar cuenta de las principales bajas de alimentos en Coquimbo, Valparaíso, la Región Metropolitana y La Araucanía.
Finalmente, Vera advierte que será fundamental analizar el comportamiento de los commodities en torno a la energía. “Sería importante estimar qué alzas continuarán, para analizar acuerdos que permitan acceder a precios preferentes”, concluyó la economista.