La Región de Coquimbo fue declarada zona de riesgo sanitario debido a la escasez hídrica, una grave situación causada por la sequía que ha afectado la zona durante más de una década. Esta tendencia, que también impacta otras áreas del país, se desprende de la “Actualización del Balance Hídrico Nacional” liderada por académicos de la Universidad de Chile. Los expertos advierten sobre la fuerte reducción de los recursos hídricos presentes y futuros en base a modelos de clima global.

Con motivo del Día Mundial del Agua, celebrado el 22 de marzo, especialistas de la Universidad de Chile han señalado que la situación hídrica es crítica y tiende a empeorar en el futuro. Por ello, enfatizan la necesidad de mejorar la gobernanza del agua para hacer frente a este escenario adverso.

María Christina Fragkou, académica de la Universidad de Chile y coordinadora del Programa Transdisciplinario en Medio Ambiente, resalta que los años húmedos no significan el fin de la crisis hídrica. Señala que los factores estructurales, como el modelo extractivista y la privatización de los recursos, han llevado al agotamiento de las fuentes de agua, exacerbando la crisis.

Pilar Barría, experta en gestión de recursos hídricos, añade que la falta de acumulación de agua en el suelo, los glaciares y los acuíferos agrava la situación. Además, aunque el año pasado hubo más precipitaciones, estas ocurrieron en periodos cortos y de alta intensidad, lo que no contribuye a la recuperación de los almacenamientos de agua.

Los problemas de escasez hídrica y sus soluciones varían según la región. En el norte, no hay reservas de agua, en la zona central falta ordenamiento territorial, y en el sur hay poca infraestructura para almacenar y distribuir. Sin embargo, en todos los casos, la gobernanza del agua emerge como un factor clave para abordar la crisis.

Barría destaca la importancia de fortalecer la gobernanza, incluyendo el marco normativo, la coordinación institucional y la gestión del agua. Además, enfatiza la necesidad de mejorar el abastecimiento de agua potable en áreas rurales.

Por su parte, Ximena Vargas, especialista en hidrología y cambio climático, concuerda con la necesidad de priorizar el uso humano del agua y gestionar adecuadamente los derechos de aprovechamiento del recurso. Añade que se deben diseñar obras de control y almacenamiento considerando el cambio climático y sus efectos en las precipitaciones y el deshielo.

Respecto a las desalinizadoras, las expertas sugieren que son útiles en casos específicos, pero no son una solución sostenible para todas las necesidades de agua. Los costos de transportar agua desde la costa a zonas interiores elevan los precios para la agricultura y la minería.

Eduardo Muñoz, investigador de la Universidad de Chile, señala que mitigar el déficit hídrico mediante el transporte de agua de una región a otra puede agotar recursos naturales y destruir ecosistemas. Propone planificar estratégicamente la gestión del agua con una visión a largo plazo.

Fragkou concluye que agotar todas las fuentes hídricas sin cuestionar el modelo económico y de gestión no traerá soluciones ni justicia para las comunidades afectadas por la falta de agua.

En resumen, los especialistas de la Universidad de Chile llaman a mejorar la gobernanza hídrica y adoptar un enfoque sostenible y equitativo en la gestión del agua para enfrentar la crisis de escasez hídrica en el país.