Frente a la cantidad de dispositivos electrónicos que diariamente aumentan en su uso en el hogar y los múltiples beneficios que nos entrega la tecnología, la pregunta es ¿qué hacer con la basura electrónica que se genera en todas partes? dado que el 90% de los componentes de un dispositivo electrónico pueden ser reciclados.
Eso es lo que preocupaba hace años al ingeniero civil electrónico Felipe Cid, académico e investigador del Instituto de Electricidad y Electrónica de la U. Austral, al ver la acumulación de basura electrónica que se generaba por todas partes y comenzó a planear qué se podía hacer con ella para darle un uso útil, una vez que ya no sirve.
Así nació EcoBots, https://www.ecobots.cl/, un programa de talleres educacionales inclusivos – que apoya a jóvenes en situación de discapacidad mental – sobre el manejo de material electrónico en desuso en la región de Los Ríos y que hace énfasis en cómo el material de la empresas puede ser reciclado y reutilizado para la enseñanza de la robótica por medio de la colaboración de múltiples actores de la comunidad.
El proyecto se basa en la premisa de que el material electrónico en desuso de las empresas puede ser reciclado y reutilizado para capacitar a estudiantes en situación de discapacidad para construir robots. Lo anterior, con el propósito de disminuir la contaminación generada por dispositivos electrónicos. Además, los talleres promueven la realización de prácticas laborales para personas en situación de discapacidad al interior de empresas, en actividades asociadas al reciclaje.
“Queríamos hacer algo barato y que potencie habilidades, porque los profesores lo adoptan fácilmente y la replicabilidad es rápida y eso resultó muy bien. Incluso generaba mayor frustración en los universitarios que les enseñamos robótica, que en los jóvenes con situación discapacidad que son muy metódicos y se enfocan en el problema, no se distraen y eso explica sus capacidades diferentes”, señala el académico de la U. Austral, Felipe Cid.
Los académicos del Instituto de Electricidad y Electrónica de la U. Austral Gustavo Schleyer, Isabel Miranda y Miguel Cárcamo, junto al asesor en reciclaje Gabriel Ortega y liderados por el Doctor en Tecnologías Informáticas y Académico de la U. Austral y experto en robótica, Felipe Cid, son el equipo detrás de Ecobots, proyecto que permitió aplicar un modelo de inclusión laboral a personas con discapacidad relacionado a prácticas de reciclaje de deshechos electrónicos.
Los talleres no sólo permiten entregar nuevas habilidades sobre electrónica y mecánica a jóvenes, sino también demostrar que las nuevas tecnologías tienen la oportunidad de incluir e igualar a quienes se han marginado como sociedad. Según palabras de Cid el proyecto permite que los jóvenes en situación de discapacidad adquieran “competencias transversales como el trabajo en equipo y habilidades blandas; quisimos generar una iniciativa que ayude a un sector un tanto invisibilizado de la sociedad, para que puedan potenciar sus destrezas, mejorar sus competencias transversales y con ello mejorar sus opciones de empleabilidad”
“Existe una segregación en la vida laboral y este proyecto rompe sesgos y prejuicios con respecto a trabajar en equipo con personas en situación en discapacidad. Nosotros logramos que trabajaran en la misma Universidad Austral y en la Forestal Arauco, lo que demuestra que poseen capacidades laborales y esa era otra meta que teníamos como equipo”, señala Felipe Cid, quien dirige el proyecto.
Algo no menor, observó Cid, fue que en la medida en que los talleres avanzaban, lograban distinguir las distintas habilidades de los participantes. Por un lado, estaban quienes lograban desarmar y clasificar el material electrónico; por el otro, estaban quienes mostraban mucha habilidad en la creación de robots.
Tras ganar el Avonni Patagonia, Cid espera que el próximo año se generen más instancias que permitan participar a las familias y al público general, en este proceso cocreado. “La potencialidad que este reconocimiento trae al trabajo futuro “desde nuestro punto de vista, este premio nos da la confianza de saber que estamos impactando positivamente en las personas de la región, y de igual forma, nos inspira a ser más ambiciosos y a plantearnos metas más complejas, que requieren de una mayor entrega por parte del equipo. Esto se debe a que durante el próximo año esperamos generar más instancias de trabajo por medio de talleres y actividades que integren a las familias y a la comunidad en este proceso cocreado desarrollado en la región”, señaló el académico de la U. Austral.
“Creo que este premio evidencia el profundo interés de los jóvenes por aprender cosas nuevas, más allá de los conocimientos de reciclaje, tecnologías, robótica o competencias laborales, enfrentar nuevos retos y desarrollar sus talentos junto al apoyo de otras personas de una edad similar en un entorno de respeto y compañerismo”, comentó el Dr. Cid.
El Premio Avonni es un premio honorífico desarrollado por la fundación ForoInnovación en conjunto con el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, El Mercurio y Televisión Nacional de Chile, a partir del año 2007, el cual busca visibilizar los casos de éxito que están creando valor mediante la innovación en distintas categorías y rubros.