El Rechazo se impuso en el Plebiscito de este domingo con 7.882.958 votos, correspondiente al 61,86%; mientras que la opción apruebo obtuvo 4.860.093 votos, correspondiente al 38,14%.
Para la Directora del Departamento de Filosofía de la Universidad de Santiago, Diana Aurenque, uno de los problemas del proyecto constitucional fue que el carácter progresista de las propuestas no se conectó adecuadamente con las demandas históricas del país.
“Probablemente, antes de querer avances progresistas de esta naturaleza, la gente prefiere ajustes y reformas a lo que ya conoce”, explicó.
La académica del Instituto de Estudios Avanzados de la U. de Santiago, Kathya Araujo, enfatizó que no se puede impulsar procesos sin grandes diálogos sociales. “Esta votación no fue ni por la derecha ni por la izquierda. Es una votación por un texto y una propuesta que no llegó a convencer a la ciudadanía”, consideró.
Pese al resultado, el académico del Departamento de Estudios Políticos de la Usach, Mauricio Olavarría, el proceso constitucional no debiera terminar.
“Al ganar la opción rechazo, hay que ver cómo sigue el calendario constitucional de ahora en adelante, toda vez que la ciudadanía estableció en el Plebiscito de entrada contundentes indicaciones al sistema político, de la necesidad de una nueva Carta Magna, mensaje que ha sido recibido por los distintos actores políticos”, sostuvo.
La politóloga Pamela Figueroa asignó un rol relevante a los partidos políticos de cara a lo que se viene. “Luego de este resultado, la pregunta es qué pasa con la demanda de cambio constitucional que se expresó en 2020, con las propias declaraciones de diversos personeros, que consideran que la actual Carta Magna no cuenta con la legitimidad que requiere”, sostuvo.
Finalmente, la ex presidenta de la Convención Constituyente, Elisa Loncon, puntualizó que independiente de la derrota del Apruebo, no pueden desconocerse los avances del proceso. “Lo que nos corresponde hacer como ciudadanos es reconocer que las mujeres tenemos derechos, que los pueblos tienen derechos y eso es un avance de tipo moral”, concluyó.