“Las normas alimentarias salvan vidas” es el lema de este año del Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos (DMIA) y que busca sensibilizar a la población sobre la importancia de la prevención, detección y gestión de riesgos a través de la inocuidad alimentaria, promoviendo debates, soluciones y formas de mejorar la salud humana, el comercio, la agricultura y el desarrollo sostenible.

El doctor en Nutrición y Alimentos y académico del Departamento de Nutrición de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Andrés Bustamante, explica que “el concepto de inocuidad alimentaria se refiere a la garantía de que un alimento no causará daños al consumidor cuando sea preparado o ingerido de acuerdo con el uso al que se destine”.

“En términos prácticos, representa las condiciones y medidas necesarias durante la producción, almacenamiento, distribución y preparación de los alimentos para garantizar que no tengan agentes físicos, químicos o biológicos en niveles que pongan en riesgo la salud de la población”, señaló el académico.

Por su parte, sobre la importancia de que los Gobiernos se involucren en la inocuidad alimentaria, la académica del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA), Angélica Reyes, aseguró que “es fundamental”.

“Las pérdidas económicas asocias a enfermedades transmitidas por alimentos (ETAs) supera los US $100.000 millones al año, estos incluyen costos asociados a la salud de las personas como los costos por pérdida a nivel de producción”, aseguró Reyes.

La académica del INTA añade que “en términos de seguridad alimentaria, lo vivido en la pandemia nos dio lecciones sobre lo relevante que es asegurar el suministro de alimentos. Siempre los sectores con menos recursos son los más desfavorecidos, y el aseguramiento del acceso a alimentos debe ir de la mano con la inocuidad de estos. Investigaciones asociadas a una optimización de los recursos, mejores diseños de envases de alimentos, optimización del uso de agua entre otros sin duda impactará en la reducción de pérdida y desperdicio de alimentos”.

Además, la académica del Departamento de Nutrición de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Paola Cáceres, explicó que “inocuidad de alimentos a veces se tiende a confundir con el término seguridad alimentaria, de hecho, en inglés, cuando se habla de inocuidad alimentaria se habla de food safety, entonces la traducción tiende a confundirse, pero cuando hablamos de alimentación y nutrición y de seguridad estamos refiriéndonos al hecho de que todas las personas en todo momento tengan acceso a alimentos saludables e inocuos, es decir, la condición de inocuidad es una parte de los requisitos de los alimentos que deben estar disponibles para todas las personas que viene siendo el término de seguridad alimentaria”.

Y, agrega que, “estos dos términos están íntimamente relacionados porque si lo vemos desde la perspectiva de los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, ambas apuntan al objetivo número 2 de Hambre Cero y al objetivo de salud y bienestar porque, en el fondo, no puede haber seguridad alimentaria si es que no existe inocuidad”.

Efectivamente, según datos de la OMS, cada año, 600 millones de personas se enferman debido a los 200 tipos diferentes de enfermedades que pueden ser transmitidas por los alimentos, siendo la población con menos recursos y los jóvenes los más afectados. En total, las enfermedades transmitidas por los alimentos causan 420.000 muertes evitables al año.