El Congreso aprobó el proyecto del Día Nacional de los Pueblos Originarios, que establece un feriado móvil por el solsticio de invierno en el hemisferio sur. El asueto se concretará este año el lunes 21 de junio. Los parlamentarios también aprobaron el veto del Gobierno, para mantener el 12 de octubre como feriado legal.
Para el historiador y académico de la Universidad de Santiago, Fernando Pairican, la aprobación del Día Nacional de los Pueblos Originarios constituye un reconocimiento importante, ya que es una fecha fundamental para su cosmovisión y explica sus relaciones políticas con la tierra.
“Es una buena forma de conmemorar lo que significa para el hemisferio el retorno o el viaje del sol a la espera de su retorno. Es una buena fecha para reflexionar sobre el aporte que hacen las naciones originarias en los Estados nacionales y sobre los derechos colectivos de los pueblos originarios”, indicó.
Por su parte, la constituyente electa y académica del Departamento de Educación de la Usach, Elisa Loncon, destacó la importancia de la aprobación de esta fecha, ya que significaría “un cambio de ciclo”, en que “como nunca antes, se ajustó todo para comenzar una serie de desafíos políticos y sociales”.
“Lo que hay detrás del Año Nuevo de las naciones originarias es que hay un concepto de tiempo distinto al de la cultura occidental, que pertenece a una filosofía diferente y que se establece con el ciclo de la naturaleza. Eso es lo más relevante: la filosofía de los pueblos originarios encuentra un espacio de reconocimiento”, resaltó.
Sin embargo, sobre la mantención del feriado del 12 de octubre, Pairican consideró que dicha fecha “recuerda el genocidio sobre los pueblos originarios”. Para Loncon, la denominación Día del Encuentro de Dos Mundos es paradójica. “Si se analizara profundamente en la historia, no debiera ser feriado en términos de encuentro, porque nunca hubo ese encuentro”, concluyó.