Este lunes, el Servicio Electoral en Chile entregó un recuento actualizado con los resultados del plebiscito, confirmando el triunfo arrollador de la opción Apruebo y la fórmula de la Convención Constitucional.

Con el 99,85% de las mesas escrutadas, los resultados fueron un 78,27% para el Apruebo (5.886.421 sufragios) y un 21,73% para el Rechazo (1.634.100 votos), con 44.846 mesas escrutadas de un total de 44.913, correspondiente al 99,85%.

Sobre qué tipo de órgano debiera redactar la Nueva Constitución, la Convención Mixta sumó 21,01% (1.501.793 votos) y la Convención Constitucional sacó 78,99% (5.646.427 votos), con 44.831 mesas escrutadas de un total de 44.913, correspondiente al 99,81%.

En materia de participación, el Servicio Electoral dio cuenta de 7.562.173 electores, con un porcentaje de 50,90% del padrón, una cifra alta considerando que el proceso se desarrolló en tiempos de pandemia.

A excepción de comunas como Vitacura y Las Condes, la mayoría de las regiones y votantes en el extranjero optaron por el Apruebo.

Tras conocerse los resultados, miles de personas llegaron con bombos, banderas y cánticos hasta Plaza Italia para celebrar el amplio triunfo del Apruebo en el plebiscito de este domingo 25 de octubre.

La reacción ante este escenario no solo fue en nuestro país, donde miles de personas salieron a las calles a celebrar, si no que también en materia internacional. Tras conocerse los resultados, diferentes medios del mundo cubrieron la noticia.

Con este resultado, Chile dio el vamos al proceso de redacción de una nueva Constitución, el cual será redactado por una Convención Constitucional de 155 ciudadanos elegidos íntegramente para ese propósito y que estará conformada de manera paritaria por hombres y mujeres.

La elección de constituyentes será en abril y el órgano tendrá hasta 12 meses para redactar el nuevo texto, cuyas normas deberán ser aprobadas por dos tercios de los integrantes. La nueva carta será sometida a otro plebiscito y en caso de ser rechazada, seguirá vigente la Constitución actual, que ya ha sido reformada varias veces, donde la participación será obligatoria.