La retrospectiva sin precedentes pone en evidencia el valor cultural y profesional que ha adquirido el sector audiovisual documental a nivel internacional. Así lo deja en claro Harm Pietr Bos, programador de la Cinemateca y curador de la muestra: “Los dos hilos rojos del ciclo son, por un lado, el papel desempeñado por los documentales chilenos como cronistas incansables y obstinados de la vida y la sociedad en Chile; por otro lado, la influencia de la topografía muy particular del país, una topografía que no es solo una decoración simple, sino que es una verdadera fuerza impulsora en las películas”.

El homenaje releva las diversas miradas existentes a lo largo del país. Destaca el trabajo de jóvenes cineastas y el compromiso de los numerosos colectivos que testifican la situación social que se vive en Chile pero al mismo tiempo enfatiza en las obras más llamativas de tres figuras preponderantes del cine nacional: Patricio Guzmán, Carmen Castillo e Ignacio Agüero.

Diego Pino, director de Chiledoc, marca sectorial del documental en Chile, explica la relevancia de la muestra tanto para el sector como para quienes se encuentran tras las producciones: “Que se realice una programación de películas chilenas en el Centro Pompidou no es solamente un momento histórico, sino que es una oportunidad, para todo el sector documental chileno, de dar cuenta de la cinematografía que tenemos y de la calidad de nuestras obras, las que han sido destacadas por un espacio cultural tan importante como el Pompidou en un país tan consumidor de cine como Francia. La retrospectiva abre una puerta en la que no sólo damos cuenta de lo que estamos haciendo y de las producciones que se están realizando, sino que es una excelente oportunidad para abrir nuevas ventanas de exhibición alrededor del mundo, lo que a su vez permite ampliar las oportunidades comerciales para las y los realizadores que están tras esas obras”.

Para Bos, quien conoció el documental nacional por producciones de Patricio Guzmán y Carmen Castillo, y quien estuvo en Chile como jurado en FIDOCS, el homenaje nace desde el querer visibilizar, comprender y apoyar lo que sucede en el país: “Los tres meses del ciclo (del 11 de septiembre al 18 de diciembre) no serán demasiado para tratar de comprender mejor la complejidad y la dimensión histórica y social de un país donde la persistencia de las luchas solo se corresponde con la tenacidad de cineastas que los filman. Con una ambición quizás quimérica: llevar un poco del espíritu de Santiago a los cines parisinos”.

Los documentales:  los invitados de honor

La muestra que contará con más de 70 proyecciones es organizada por Biblioteca Pública del Centro Pompidou en París, en colaboración con la Cinemateca Documental, dará inicio el viernes 11 de septiembre con El viaje espacial, dirigida por Carlos Araya y producida por María Paz González y tendrá su fin el viernes 18 de diciembre con la exhibición de La ciudad perdida, dirigida y producida por Francisco Hervé.