El estudio “Falla cortical del arco intravolcánico de deslizamiento rápido de Liquiñe-Ofqui sobre la subducción de la triple punto de Chile” publicado esta semana en Nature Scientific Reports exploró en terreno y imágenes aéreas la Falla Liquiñe-Ofqui en la Patagonia Chilena, especialmente en la zona de Aysén, determinando por la morfología y composición del terreno que una caldera al suroeste de Coyhaique y se llama Mate Grande.

El autor principal de la publicación y académico del Departamento de Geología de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, doctor en Geología Neotectónica, Gregory De Pascale explica que fueron necesarias varias visitas para lograr esta conclusión: “realizamos un estudio de campo, usando embarcaciones, incluido el Cabo del Horno de la Armada de Chile y helicópteros, para el estudio de detección remota de las fallas activas en la Patagonia de la Falla Liquiñe‑Ofqui, en una zona que está cubierta con nieve diez meses al año, de difícil acceso por la altura y geografía que ostenta una tupida vegetación y bosque valdiviano. Durante un vuelo de helicóptero en verano, se podía ver claramente la diferencia de colores entre la roca basáltica, más oscura y que se produce en un evento eruptivo, en comparación con la más clara de las rocas intrusivas como el granito, que se forman dentro la tierra”.

La Falla Liquiñe-Ofqui es el nombre de un conjunto de fallas geológicas que corren cerca de 1.200 kilómetros en dirección norte-sur desde la Región del BioBío hasta el Golfo de Penas en Aysén. “La Región de Aysén presenta una actividad volcánica importante porque es el punto de encuentro de las placas Antártica y de Nazca con la placa de Sudamérica.  La Falla Liquiñe-Ofqui controla dónde se ubican los volcanes en la zona sur de Chile en la superficie. Mate Grande está en medio de la falla, marcando un cambio en la distribución de los volcanes dejando todos los ubicados al norte en el medio o al oeste de la falla con una huella geoquímica diferente al volcán Hudson que es el único que está al este de la falla”, describe el doctor De Pascale.

“El nombre es en honor a la cultura del mate que se bebe en la Región de Aysén, la caldera es como un mate enorme. De ahí su nombre. Es un volcán que tiene una caldera de cinco kilómetros de diámetro, a ochenta kilómetros al suroeste de Coyhaique y al noroeste de Volcán Hudson con menos de cinco mil años de antigüedad, por lo que se considera activo. Mediante los desplazamientos observados en terreno, se puede inferir que terremotos de alta intensidad generados en la Falla Liquiñe-Ofqui provocaron el colapso de parte del cráter del volcán Mate Grande”, explica el doctor De Pascale. 

Doctor De Pascale advierte que al ser un volcán activo, Mate Grande presenta un peligro geológico: “Se espera una ruptura porque la Falla Liquiñe‑Ofqui se mueve rápido, entre 11,6 a 24,6 milímetros por año, lo que podría ocasionar sismos de alta magnitud, pero no es posible saber cuándo ocurrirán. Nos parece relevante monitorear este volcán como la Falla, para tener más información”.

Los investigadores Gregory P. De Pascale, Melanie Froude, Ivanna Penna, Reginald L. Hermanns, Sergio A. Sepúlveda, Daniel Moncada, Mario Persico, Gabriel Easton, Angelo Villalobos y Francisco Gutiérrez visitaron la zona en varias oportunidades entre el año 2015 e inicios del 2020 gracias al financiamiento de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, el Fondo Reino Unido / Chile Newton y por una concesión del crucero de investigación CIMAR 24 del Comité Oceanográfico Nacional (CONA) y la Armada de Chile.