Los sistemas agroalimentarios están experimentando una crisis sin precedentes que afecta la seguridad alimentaria de la población y los medios de vida de miles de agricultores en todo el mundo.  

Consensuar un compromiso común para reducir, en menos de una década, los gases invernadero que provienen del metano, fue el punto de encuentro de la “Primera Conferencia Ministerial sobre Sistemas Alimentarios de Bajas Emisiones”, organizada por los gobiernos de Chile y España con el apoyo del Global Methane Hub y la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, entre otras entidades.  

“Tenemos que mover la historia y actuar frente a la crisis climática sin perder nuestra misión fundamental que es alimentar sano y de manera sustentable”, sostuvo el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, al cierre de la sesión plenaria de clausura de la Conferencia que reunió a representantes de 24 países de los cinco continentes. 

Durante los dos días que duró esta conferencia se abordaron las distintas experiencias y enfoques de políticas locales en materia de reducción de metano para la agricultura. En ese sentido, el ministro Valenzuela hizo un llamado para trabajar en una producción responsable, por el comercio justo y valoró las relaciones público-privadas para avanzar hacia la disminución de emisiones del sector agropecuario.  

“Es extraordinario este hecho histórico de un encuentro de ministerios de agricultura de los cinco continentes para comprometernos en un camino más rápido y pragmático de relación público-privada en la tarea fundamental de reducir los gases invernadero y tener una agricultura más verde y sustentable”, afirmó Valenzuela.  

Por su parte, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, Luis Plana señaló que el sector agrícola debe adaptarse a un nuevo contexto producto del cambio climático. Además, Plana sostuvo que “con esta conferencia hemos impulsado un proceso en el cual un buen número de países se han unido, por lo que es un balance muy positivo. Compartir experiencias, saber que tenemos que adoptar medidas que pueden ser la aplicación diferente en cada uno de los países, pero deben tener un patrón común, me parece absolutamente fundamental”.  

Asimismo, el ministro español añadió que “debemos continuar alimentando al mundo y a nuestras sociedades, produciendo de un modo diferente. Ese es el pequeño gran cambio. Ese modo diferente de producir es sin duda la clave de todo este proceso y yo estoy convencido de que podremos llevarlo a cabo. España se compromete a organizar la segunda edición. Vamos a examinar y consultar a todos los participantes si lo hacemos con carácter anual o bianual”.  

En la misma línea, la subdirectora de FAO, Maria Helena Semedo reiteró su compromiso de apoyar a los países miembros, proporcionando asistencia técnica y política integrada, acceso a la financiación y herramientas para avanzar hacia sistemas agroalimentarios.  

“Hemos sido testigos de un gran nivel de compromiso por parte de los países participantes para hacer frente a las emisiones de metano en los sistemas agroalimentarios. Durante estos dos días conocimos muchas soluciones innovadoras que demuestran que las acciones de reducción del metano pueden proporcionar múltiples beneficios en términos de seguridad alimentaria, adaptación al cambio climático y reducción de la contaminación, la pobreza, la exclusión y la pérdida de la biodiversidad”, dijo la subdirectora de FAO.