Medio Ambiente

Geóloga U. de Chile cuenta cómo encontraron nuevo moai en laguna seca del volcán Rano Raraku

El incendio ocurrido en Isla de Pascua en octubre de 2022, que afectó cerca de sesenta hectáreas en el humedal del volcán Rano Raraku, llamó tristemente la atención del mundo ¿Cómo era posible que se quemara? El evento alertó a la comunidad local y a las autoridades, quienes convocaron al mundo académico para entender lo que había pasado con este humedal ubicado en una zona de lluvias abundantes.

Fue esa interrogante la que motivó a la geóloga de la Universidad de Chile, Carolina Gómez, a realizar un voluntariado científico en la isla. Con la idea de que el desastre era atribuible al cambio climático, organizó a un equipo de diez estudiantes geología y geofísica de la Universidad de Chile, U. Andrés Bello y U. de O’Higgins y, con el apoyo de estos planteles, más la Corporación Nacional Forestal (Conaf) y la comunidad local, partieron en el mes de enero rumbo a la isla.

“El plan original era realizar estudios sobre peligros geológicos en la zona, obtener información climática y organizar actividades de difusión con la comunidad”, relata la profesional. El grupo de voluntarios convocado por Carolina Gómez y Gabriela Barraza estuvo seis semanas realizando estudios geológicos (peligros geológicos, mapeo de fracturas, análisis litológicos), climáticos (mapas de drenaje, estudios de paleoclima y modelos climáticos) y actividades de difusión a la comunidad (charlas de capacitación para guías turísticos y exposiciones para la comunidad). “La comunidad se mostró muy agradecida por nuestro trabajo”, afirma.

Sin embargo, lo que comenzó como un proyecto de carácter geológico cambió por completo el día 21 de febrero pasado, cuando tres de los miembros del equipo (Matías Silva, Luis Godoy y Vicente Castro) descubrieron el famoso moai que luego fue noticia mundial. “Uno de los grupos estaba siguiendo una serie de grietas en la zona del humedal cuando se topan con un moai tendido en el suelo”, cuenta Carolina Gómez.

El aviso del hallazgo, dado por vía telefónica desde la cumbre del Rano Raraku, generó un pequeño revuelo en la comunidad, que llegó con equipos arqueológicos a revisar lo que se había encontrado. “Fue muy bonito porque la comunidad se involucró de inmediato, se realizó una ceremonia para reconocer este descubrimiento”, recuerda. En cosa de días, la noticia apareció en la prensa nacional e internacional, ya que este moai -avistado por casualidad- no estaba presente en los registros arqueológicos de la isla.

“Este hallazgo viene a coronar este primer voluntariado, que fue muy provechoso, tanto desde el punto de vista académico y de la investigación, como social y educativo. Y nos indica que queda mucho trabajo por hacer en la isla, en temas arqueológicos y, principalmente, en aspectos geológicos”, afirma la académica del Departamento de Geología de la Universidad de Chile, Valentina Flores.

Aunque la Isla de Pascua tiene un enorme atractivo arqueológico, la zona es también un lugar de enorme atractivo para los investigadores de las ciencias de la tierra. Su peculiar ubicación, en la mitad del Océano Pacífico y a miles de kilómetros del asentamiento humano más cercano, la transforman en un lugar ideal para realizar estudios relacionados al cambio climático, vulcanología e hidrología, entre otros.

“Por ejemplo, la isla es el único sitio en miles de kilómetros a la redonda donde podemos obtener muestras profundas de sedimento para estudiar. Más tarde, ya en el laboratorio, podemos hacer estimaciones sobre cómo eran los vientos y las lluvias en el pasado analizando las características de los sedimentos presentes en esas muestras”, explica la profesora Flores.

El Fondo Verde aprobó US$ 33,3 millones en donación para combatir el cambio climático en Bolivia

El Fondo Verde para el Clima (FVC), en su Junta número 35 celebrada en Corea del Sur, aprobó un financiamiento por US$ 33,3 millones en donación para el Estado Plurinacional de Bolivia. Los fondos serán destinados a incrementar la resiliencia a la sequía y otros fenómenos extremos del cambio climático, en pequeños agricultores de la Macro Región Valles, incluyendo a los departamentos de Potosí, Chuquisaca, Cochabamba, Santa Cruz y Tarija.  

El proyecto, denominado “Incremento de la Resiliencia Climática basada en Ecosistemas de Comunidades Rurales Vulnerables en la Macro Región Valles del Estado Plurinacional de Bolivia” (RECEM Valles), fue diseñado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en coordinación con el Estado Plurinacional de Bolivia y proyecta beneficiar a más de 58.000 pequeños agricultores, de los cuales 2.700 de ellos son indígenas y el 50% serán mujeres. El proyecto se ejecutará en un plazo de cinco años. Además de los fondos aprobados en calidad de donación, el proyecto contará con un apalancamiento de US$ 30 millones.  

El proyecto centrará sus esfuerzos en la gestión agroecológica, el uso de tecnologías en riego, carpas solares, mantas térmicas, mallas antigranizo, y la promoción del uso de información meteorológica y climática oportuna, impulsando el acceso a mercados e instrumentos financieros con garantías no convencionales. También se buscará conservar y restaurar las condiciones de los ecosistemas locales y mejorar la resiliencia de más de 23.400 hectáreas de producción agroecológica, 4.448 hectáreas de tierras agrícolas y 17.510 hectáreas de microcuencas estratégicas. 

Bolivia es considerado uno de los países más vulnerables del mundo al cambio climático, y la Macro Región Valles -donde será ejecutado el proyecto- es una de las zonas más afectadas por la sequía y otros eventos climáticos. Es la primera vez que el FVC beneficia a Bolivia por medio de un proyecto grande. 

Estimaciones del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, en su Plan de Riego 2017-2020, indican que la agricultura consume hasta el 80% de todos los suministros de agua dulce disponibles.  

“Celebramos este hito para el país que nos permitirá avanzar en el cumplimiento de las metas del Plan de Desarrollo Económico y Social 2021 – 2025 y la Contribución Nacional Determinada de Bolivia en los sectores agua, bosques y agropecuaria 2021 – 2030, presentadas por el Estado Plurinacional a la Convención del Clima, en el marco del Acuerdo de París. La región beneficiada es amplia y diversa como sus pueblos. Es una prioridad para nosotros contribuir a su lucha contra el cambio climático”, dijo el Viceministro de Planificación y Coordinación, Carlos David Guachalla. 

El proyecto fijará una participación del 30-50% de las mujeres en todas las actividades y el acceso a los activos y la financiación de la iniciativa, lo que coadyuvará en la generación de ingresos para que las mujeres y los jóvenes disminuyan la necesidad de emigrar del campo a la ciudad. 

El proyecto también involucra en el desarrollo y ejecución del proyecto, a las organizaciones de los pueblos indígenas y naciones originarias campesinas, quienes fueron consultados y aportaron activamente en la elaboración de la propuesta a través de talleres y consultas en los municipios.  

Según el Representante de la FAO en Bolivia, Rodrigo Roubach, “las mujeres son las responsables del 48% de los cultivos en la Macro Región Valles y esto se incrementa debido a la migración estacional de hombres a zonas urbanas por trabajo. El proyecto beneficiará de forma sustantiva a las mujeres, muchas de las cuales son el núcleo central de sus familias”. 

Especialista por resultados de inédito estudio mundial: “La contaminación atmosférica es una pandemia”

El primer estudio mundial sobre contaminación atmosférica reveló que solo el 0,18% de la superficie terrestre y un 0,001% de la población del mundo vive en niveles de contaminación seguros para los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Para el académico del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Santiago de Chile, Luis Alonso Díaz Robles, los datos relevados por el equipo de científicos que lidera Yuming Guo, de la Universidad Monash de Melbourne, son “preocupantes”.

“Actualmente, en el mundo mueren casi nueve millones de habitantes producto del material particulado, lo que es casi comparable con el COVID-19. Hoy, la contaminación atmosférica es una pandemia”, considera el doctor en ingeniería ambiental de la Universidad de Tennessee.

El estudio, que hace un mapa de la evolución de las PM 2.5 en las últimas dos décadas, arroja que Asia, Australia, Nueva Zelanda, América Latina y el Caribe han aumentado sus indicadores, y una de las zonas que presenta mayores concentraciones es el sur de América, con 15.6 μg/m³.

A juicio del experto en gestión de la calidad del aire y control de la contaminación atmosférica, la situación en la región puede deberse a que en “los países donde hay pobreza energética se tiende a usar combustibles más sucios que Energías Renovables No Convencionales”.

Respecto a la situación en Chile, el académico del magíster en medio ambiente de la Usach valora el aumento en el uso de este tipo de energías, pero considera que “aún nos falta mucho por caminar, sobre todo a nivel residencial”.

“De Santiago hacia el sur, se sigue usando en forma masiva la combustión residencial a leña”, afirma. Además, señala que el factor del aumento poblacional también influye. “En Santiago, no hay un política clara respecto a restringir los vehículos de combustión, como los diésel”, agrega.

Con todo, Díaz Robles considera que sí es posible revertir la situación, a través de la mitigación. “Se puede con inversión; tecnología; voluntad política; normas de emisión y calidad importantes, fuertes y estrictas; y una educación ambiental relevante, para que la gente tome conciencia y avancemos”, concluyó.

A 3 años de que la OMS declarara la emergencia sanitaria: “Hubo un resurgir del material plástico”

Este sábado 11 de marzo se cumplen tres años desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara como una pandemia el coronavirus, un problema que afectó en más de un solo aspecto. Uno de ellos fue a nivel medioambiental. Para la especialista del Centro de Innovación en Envases y Embalajes (LABEN-CHILE) de la Universidad de Santiago y Líder de proyectos de Co-Inventa, Alejandra Torres, uno de ellos fue a nivel medioambiental.

La académica abordó el tema hace una semana y, tras su exposición, la ingeniera química, doctora en ciencia y tecnología de los alimentos y experta en envases, con foco en la protección del Medio Ambiente, vuelve a referirse a esta situación. 

En Chile y el resto del mundo, se está trabajando fuertemente en muchas estrategias con el objetivo de disminuir el impacto medioambiental. En base a esto, se trabaja con la Ley REP (Responsabilidad Extendida del Productor), el Pacto Chileno de los Plásticos y la Regulación de plásticos y productos de un solo uso, pero lo que pasó es que, al llegar la pandemia, las personas, en general, dejaron de preocuparse por el medioambiente para preocuparse más por la salud personal, y cuando hablamos del resurgir del plástico, nos referimos a que muchos productos que empezaron a aparecer en la pandemia venían envasados o se utilizaba material plástico para ello; es decir, material médico, como guantes y mascarillas. Se empezó a provocar un uso indiscriminado, pero en ese momento no era la necesidad preocuparnos de qué pasaba con ellos después, sino cómo afectaban la salud. Por lo tanto, la idea era que, con el uso de este material, no nos fuéramos a contaminar.

“Por un lado, estaba el tema médico. Sin embargo, por el otro, también estaba el delivery, que aumentó muy fuertemente, porque nos permitía no salir de casa. Como sus productos venían en material envasado, bolsa o material plástico, se llegaba y se botaba. Entonces, uno con ello se sentía tranquilo, pensando que así estábamos evitando contagiarnos, pero al ir avanzando la pandemia y habiendo más conocimiento, vuelven a reflotar todas las estrategias que se estaban llevando a cabo, con el resguardo de que se debían mantener ciertas condiciones, porque la pandemia no ha terminado. Con todo, efectivamente, hubo un resurgir del material plástico; un uso y abuso indiscriminado durante la pandemia.

En Chile, hay varias regulaciones en base al material plástico, como la Ley REP, donde uno de los objetivos es trabajar con diferentes productos prioritarios, como envases y embalajes, que es con lo que estamos trabajando nosotros en LABEN. Lo que se pretende es que el productor que pone ese producto en el comercio, después se haga cargo de su residuo como una forma de mejorar la gestión y valorización de esos materiales. También, está la Ley de Bolsas, que se implementó hace varios años y que está en vigencia, pero hay una discusión respecto a cuán efectiva está siendo, dado que en el Retail o en las ferias aún se entregan bolsas plásticas, las mismas que se estaban ocupando antes. En los supermercados, se cobra por otro tipo de bolsa que es de un plástico que no se va a degradar fácilmente, por lo que termina parando en el vertedero, y eso es lo que no queremos. Se está trabajando, pero en Chile aún falta mucho trabajo, difusión y educación, que es lo que al final va a hacer posible que se pueda mantener en el tiempo.

LABEN lleva más de 20 años trabajando en cómo ayudar a la sociedad con respecto al manejo de este material plástico. Hemos tenido varios proyectos de investigación básica o aplicada, trabajo con empresas y, también, participamos con este objetivo en el Pacto Chileno de los Plásticos, con ASIPLA (Asociación Gremial de Industriales del Plástico) y, también, tenemos varios proyectos enfocados al reciclado.

“Además, estamos trabajando en uno que dirijo yo, junto con otros académicos e investigadores. Se trata del desarrollo de una plataforma y una guía del reciclaje. El objetivo y la gracia que va a tener es que va a ser adecuada a la realidad chilena. La idea es que entregue una alternativa a usuarios de envases y embalajes, pero que, también, pueda ser utilizada en el consumidor general que quiera saber qué condiciones debiera tener un material específico para envasar cierto tipo de producto alimenticio. Nuestra idea es que esta guía y esta plataforma impacten, abarcando a toda la sociedad, y sea una ayuda en ese sentido.

 

Avanza la construcción del nuevo sendero a Base Torres

Los trabajos para dotar a la 8va maravilla del mundo de un sendero que esté a la altura de su belleza e interés turístico, no descansan. Como se recordará, el sendero que conduce al Mirador Base Torres empezó a ser intervenido el año pasado por un grupo de expertos y voluntarios con el objetivo de mitigar la erosión causada por el tránsito de miles de turistas. 

Gracias a una alianza entre la ONG AMA Torres del Paine y Conservation VIP, con la colaboración de Torres del Paine Legacy Fund, y con todo el apoyo logístico de Reserva Las Torres, un grupo de 10 expertos en construcción de senderos sostenibles pudo llegar hasta los confines del mundo, en la Patagonia chilena, para dar su concepto, conocimiento y experiencia en las labores de reconstrucción del sendero a Base Torres.

Un año después, con el ánimo de lograr un nuevo sendero a Base Torres en el menor tiempo posible, los trabajos ya están nuevamente en marcha con el aporte de expertos internacionales como Garry Oye, de Conservation VIP, quien estuvo liderando personalmente los trabajos, tal como lo ha hecho en varios lugares del mundo. 

Asimismo, el experto en senderos Jacob Brett Sutra, quien diseñó el nuevo sendero a Base Torres en sus inicios, regresó a la Patagonia para colaborar con Torres del Paine Legacy Fund y los guardaparques de AMA Torres del Paine en labores de desmalezamiento, drenajes, entre otros aspectos determinantes para una planificación sostenible del territorio. 

El experto internacional de senderos sostenible Fischer Toussaint Bissell Gangemi, tiene la misión de continuar los trabajos de voluntariado y colaboración con Reserva Las Torres durante los meses que siguen de esta temporada. 

“Los esfuerzos siguen siendo importantes, ya que la tarea es importante.  Tener un sendero sostenible hacia las famosas torres de granito es simplemente necesario, y todos podemos ser parte de la causa.  El llamado es a todo tipo de empresas turísticas para que puedan colaborar en este trabajo, de contar con un sendero a Base Torres sostenible a la altura de este magnífico destino”, afirmó Mauricio Kusanovic, miembro Directorio de Reserva Las Torres. 

Recientemente, empresas como Venture Patagonia, y Quazar Expeditions han realizado aportes para ayudar y colaborar en la ardua tarea de avanzar con el nuevo sendero, entendiendo que será un gran beneficio para toda una comunidad que vive del Turismo en Torres del Paine, así como para los futuros turistas que visitarán Base Torres en un sendero seguro, amigable con el medio ambiente y que, sin duda, harán de este trayecto una mejor experiencia hacia la 8va maravilla del mundo. 

Comienza la construcción en Chile de ocho proyectos que suman 59 MW

El desarrollador latinoamericano de energía renovable Verano Energy dio inicio a  la construcción de ocho proyectos solares en Chile con una capacidad de 76 MWdc (59 MWac). Dichos proyectos se llevan a cabo a través de contratos EPC y O&M con Fontus Renewables, subsidiaria de EnfraGen.

Fontus Renewables, posee y opera proyectos de energía renovable en Chile y América Latina. Sus activos de energía solar fotovoltaica amplían su cartera de energía renovable existente, apoyando la transición energética de Chile como líder regional en la adopción de energía renovable.

Fundada en 2012, Verano Energy tiene una amplia experiencia en diversos aspectos del desarrollo de proyectos renovables en América Latina, incluidos el diseño, el financiamiento, la construcción y la gestión de activos. En los últimos años, la empresa también ha comprado proyectos solares para aumentar su cartera.

El contrato EPC es el más grande que Verano Energy realiza hasta hoy con terceros. Fontus confía en los servicios EPC de Verano Energy para construir estos proyectos solares a tiempo, dentro del presupuesto y con los más altos estándares.

«Hemos acumulado una experiencia interna sustancial en el desarrollo y ejecución de nuestros propios proyectos y hemos decidido aprovechar nuestro equipo interno de clase mundial para entregar contratos EPC de terceros. Estamos muy entusiasmados de expandir nuestros servicios para construir estos proyectos para Fontus”, señaló Dylan Rudney, director ejecutivo de Verano Energy.

Los ocho de estos programas participarán Proyectos PMG/PMGD de Chile. Proporciona acceso automático a la red y un plan de precio fijo.

La primavera pasada, Verano Energy adquirió 116 MWp de proyectos PMGD en Chile ubicados en 5 regiones de Chile y con un tamaño de entre 2,5 y 11 MWp. La cartera de proyectos de la compañía estadounidense en el país supera los 1,5 GWp.

H2-Uppp firma su primer acuerdo para apoyar la producción de amoniaco verde

Hace unas semanas la agencia de cooperación alemana GIZ y el consorcio europeo-chileno formado por las empresas Soventix Chile SpA, SI Solar Investments GmbH y Pabettin GmbH firmaron un contrato para ejecutar el proyecto de Cooperación Público-Privada (PPP) “SolarNH3-Pool Chile: Optimized green ammonia production pool in Antofogasta for export”, en el marco del Programa Internacional H2Uppp implementado en Chile por el Programa Energías Renovables de GIZ.

Actualmente el amoníaco verde es el derivado del hidrógeno que ofrece las mejores oportunidades en el mercado chileno y de exportación, debido a las ventajas energéticas y logísticas.  Por otra parte, la región de Antofagasta busca posicionarse como uno de los centros de desarrollo más importantes para la producción y exportación de hidrógeno verde y sus derivados, aprovechando su enorme potencial de generación de energías renovables.

En este contexto, el proyecto contempla la elaboración de una serie de estudios para el desarrollo de un parque (pool) de plantas de hidrógeno sostenible en la región de Antofagasta, basado en el aprovechamiento de sinergias y el uso compartido de la infraestructura regional optimizada para la producción y el suministro de hidrógeno a una planta de producción de amoníaco verde de gran escala, incluyendo un análisis técnico-económico y ambiental para el diseño de los diferentes elementos de la cadena de valor del proyecto. Con ello, el proyecto será una contribución para el desarrollo del Hub de Hidrógeno Verde en Antofagasta y para el logro de los objetivos nacionales de descarbonización y protección del clima.

En sus distintas fases, el proyecto contribuirá de forma diversa al desarrollo de la industria del hidrógeno verde y del Power-to-X (PtX) en Chile. Durante las fases de estudio y planificación, el proyecto contribuirá a la optimización de la infraestructura regional para la logística de transporte y almacenamiento, el suministro de agua y de energía, generando así condiciones para optimizar la sostenibilidad medioambiental de diversos proyectos de hidrógeno que se desarrollen en la región.

El Ministerio Federal de Economía y Acción por el Clima (BMWK) de Alemania ha encargado a la GIZ a través del Programa Internacional H2Uppp que apoye el desarrollo temprano del mercado de tecnologías y aplicaciones de hidrógeno verde en países en desarrollo y economías emergentes, mediante asociaciones con empresas privadas.

H2Uppp apoya la identificación y el desarrollo de proyectos, así como la búsqueda de socios entre empresas alemanas y europeas, estando abierta la convocatoria para postulación de proyectos público-privados hasta el 31 de marzo de 2023 en 4echile.cl.

Equipo multidisciplinario estudiará efectos del cambio climático en biodiversidad de las islas oceánicas

Al pensar en las Islas Oceánicas de Chile las imágenes son paradisíacas. Se rememoran bellos y lejanos lugares, donde reina la tranquilidad y el grato ambiente, pero el tema va más allá, la importancia de ese sector para la protección de la biodiversidad del planeta es relevante, ya que se trata de un área donde alrededor del 50% de las especies, de las que se tiene conocimiento, son originarias y sólo están presente en dichos ecosistemas. El endemismo es de los mayores a nivel mundial, y esto hace que sea aún más importante lograr la conservación del área. 

Con la amenaza del cambio climático no hay claridad sobre qué puede pasar en el sector, pero si es un hecho que algún grado de influencia tendrá, el mar se está calentando y perdiendo oxígeno, porque la solubilidad del oxígeno en el agua disminuye al aumentar la temperatura.

Por lo remoto del sector, las investigaciones son recientes, hay mucho que no se conoce y es necesario develar, por ello un grupo de investigadores del Centro de Ecología y Manejo Sustentable de Islas Oceánicas (ESMOI) de la Universidad Católica del Norte (UCN) y la Universidad de Chile, liderados por el académico de la Facultad de Ciencias del Mar de la UCN, Dr. Javier Sellanes López, inició el proyecto “Biodiversidad oceánica bajo la amenaza del cambio climático” o BioDUCCT (por su nombre en inglés), cuyo objetivo es conocer más de la biodiversidad del área para poder determinar el efecto que el cambio climático causa en la fauna del sector.

El proyecto BioDUCCT es ganador del Concurso Anillos de Investigación en Áreas Temáticas Específicas 2022 de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), y permitirá investigar en los montes submarinos de Nazca, y Salas y Gómez, que forman un corredor bioceánico de biodiversidad.

“Estos sectores son áreas biológicamente significativas, debido a la biodiversidad tan característica que tiene la zona y el alto grado de endemismo de las especies, ya que casi la mitad de las especies conocidas son originarias del sector. A nivel mundial es de los valores más alto de endemismo que hay en el océano. Una de las razones por lo que estas zonas son tan significativas biológica y ecológicamente”, recalcó el Dr. Javier Sellanes.

ESMOI lleva varios años estudiando el lugar, no obstante falta mucho por conocer. “Es poco lo que se sabe de la fauna que hay en esa zona, sabemos que es importante, que es única, que hay que protegerla, se han creado los Parques Marinos Motu Motiro Hiva, Nazca-Desventurada, el Mar de Juan Fernández, pero necesitamos saber más sobre qué especies hay en el sector. No sabemos cuál es la velocidad del Cambio Climático en este sector y cómo puede estar afectando a esa biodiversidad tan importante”, enfatizó el académico de la Facultad de Ciencias del Mar de la UCN.


Serán 3 años de investigación en que se estudiarán diversos temas como la biodiversidad de los organismos que viven en el fondo del mar, la conservación marina, oceanografía física del sector, los patrones de biodiversidad de aves, la conectividad de los sectores, entre otros temas.

El trabajo será desarrollado por un equipo multidisciplinario integrado por 5 investigadores principales, los Doctores Javier Sellanes López, Carlos F. Gaymer García, Guillermo Luna Jorquera y Marcel Ramos Quezada, de ESMOI de la Universidad Católica del Norte y el Doctor David Véliz Baeza, de la Universidad de Chile. Además se contará con 2 investigadoras asociadas, las Doctoras María de los Ángeles Gallardo Salamanca y Rocío Álvarez Varas, integrantes de ESMOI.

Ovejas y cabras son entrenadas para combatir los incendios forestales mediante el pastoreo

Una decena de incendios forestales activos por día ha reportado la Corporación Nacional Forestal (Conaf) las últimas semanas, mientras que la Onemi ha declarado alerta roja en varias comunas de la zona centro-sur del país. Estos siniestros ya han consumido más de 31 mil hectáreas en el último semestre, con su respectiva flora y fauna, y han significado personas damnificadas e incluso la pérdida de vidas humanas.

Este complejo escenario, lamentablemente, en verano siempre empeora. Los especialistas coinciden en que el esfuerzo debe estar en la prevención, siendo la primera recomendación cortar el pasto seco, la maleza y todo tipo de vegetación que es el combustible principal de las llamas. Más aún este año, en el que se reportó un aumento de las lluvias en la zona centro y sur del país. Este es el foco de una iniciativa de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias (Favet) de la Universidad de Chile que busca la ayuda de ovejas y cabras para disminuir la vegetación combustible y reactivar los suelos degradados.

La aptitud de estos animales para hacer cortafuegos al pastar fue un accidente en el desarrollo de la tesis de la egresada de Medicina Veterinaria de la Casa de Bello, Gabriela Chávez. Cuando un incendio atacó el área del Campus Sur donde pastaban las ovejas, las llamas se detuvieron claramente en el área que había sido pastoreada. Así, la tesista decidió sumar esta arista a la investigación. 

“Mi tesis se trata de regeneración de suelo con pequeños rumiantes, y el hallazgo que tuvimos fue haciendo unos corrales experimentales de prueba en el fondo de la Facultad, en un sitio que está erosionado y el pasto crece bastante. Un día empezó un incendio y resultó que el corral, que es un cuadrado, se salvó con un perímetro como de un metro. El fuego llegó hasta ese perímetro porque una de las ovejas había salido del corral y no se alejan del grupo, entonces se mantuvo dando vueltas alrededor y fue eso, el que se hubiera salido, que permitió que el fuego no nos agarrara, hizo un cortafuegos”, dice la tesista Gabriela Chávez. 

Juan José Toro Letelier, coordinador de Extensión y Vinculación con el Medio de Favet, explica que este proyecto parte de la necesidad de poder controlar la biomasa combustible, o sea, el pasto seco que creció en la temporada primavera y que ahora en el verano es un riesgo de incendio permanente. Es buscar una solución sustentable, barata, simple y que además sea armónica con su profesión, que es el cuidado de los animales.

“Acá en Mundo Granja, criamos ovejas y cabras. Estamos probando primeramente con las ovejas porque son más dóciles y están más acostumbradas al manejo animal. Y posteriormente vamos a empezar con las cabras. La idea es que pastoreen en el lugar donde nosotros necesitamos controlar la biomasa para que puedan comer y tumbar el pasto. Si nosotros no hiciéramos esto, el pasto estaría largo, parado, erguido y obviamente muy vulnerable a cualquier chispa o activación de fuego”, dice el médico veterinario. 

“Además lo bostean, orinan y lo babean. Entonces, queda con una humedad que impide que pase el fuego o hace que pase de una manera menos brusca o violenta. Es un cortafuego natural. Básicamente, eso es lo que buscamos, que los animales nos generen un cortafuego y prevenir los incendios. Esto es un experimento, pero esto es extrapolable, se hace en otras partes del mundo y es la solución más sustentable para prevenir incendios, sobre todo en este contexto de verano actual, donde el pasto es una amenaza de incendio en muchas regiones del país”, agrega el Dr. Toro.

Además de prevenir el fuego, recuperan la vida del suelo. “Lo que queremos lograr es que el suelo recupere naturalmente su fertilidad para que esta paja seca después de que ellas salgan se pueda degradar paulatinamente gracias a la actividad microbiológica que tiene el suelo normal. Entonces, los animales al digerir el pasto pueden integrar nuevamente esa microbiología y esa fertilidad natural que no estaba antes”, agrega la egresada de la U. de Chile. 

Esta técnica de control de la vegetación también la están aplicando en otra área del campus con buenos resultados, explica la futura médica veterinaria. “Estamos extrapolando este hallazgo usándolo en la Facultad, que tenemos este crecimiento de pasto importante, y ellas han sido capaces de ir bajando bastante la carga de materia vegetal seca. La idea es poder entrenar también a las cabras, igual cómo entrenamos a las ovejas, que es un proceso lento, pero mejor lento y seguro, y poder hacer esta misma intervención con un grupo mixto”, dice Gabriela. 

Esta investigación es una de las seleccionadas en el Programa Tesis País, una iniciativa desarrollada por la Fundación Superación de la Pobreza que apoya tesis con temáticas de inequidad, pobreza, desarrollo local, entre otros, pues busca entregar estas soluciones a los pequeños agricultores y ganaderos.

Impactos de las olas de calor en la agricultura

Tras la llegada de la primavera, varias localidades de la zona central de Chile han tenido que enfrentar una seguidilla de olas de calor que se han concentrado en el mes de noviembre. El fenómeno no solo ha preocupado por sus efectos en nuestro diario vivir, también mantiene en alerta al mundo agrícola, que ha tenido que enfrentar la pérdida de distintos cultivos por esta situación. Así lo señala Marco Garrido, profesor de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile y director del Centro de Estudios de Zonas Áridas de la Universidad de Chile, establecido en la Región de Coquimbo.

Al respecto, Garrido afirma que las olas de calor y su impacto en los cultivos es un problema que afecta a diferentes lugares del mundo desde hace ya varios años y que la zona central de Chile es uno de ellos. El aumento anómalo de las temperaturas se ha vuelto cada vez más recurrente, llegando a alcanzar algunos días una media aproximada de dos, cuatro e incluso seis grados sobre la temperatura normal.

Esta alza afecta una serie de procesos bioquímicos relacionados con el óptimo funcionamiento de los cultivos, que ven severos efectos en su producción. “Representa un desafío y una amenaza para los ecosistemas vegetales, entre ellos, los sistemas agrícolas”, adviertió Garrido.

Uno de los cultivos más perjudicados por estas olas de calor son los correspondientes a frutas. Así lo plantea Reinaldo Campos, profesor de la misma unidad académica, quien precisamente se encuentra desarrollando una investigación sobre esta materia. Según plantea, tanto la fruta como las plantas soportan diferentes grados de estrés, lo que se complejiza aún más cuando se suman distintas variables de estrés. “Se van produciendo efectos que son complementarios y la sumatoria de los mismos va generando situaciones en que la fruta o las plantas en su conjunto tratan de resolver”, señaló Campos.

Entre los efectos identificados en sus investigaciones, en las que evalúa los efectos de las altas temperaturas en uvas y cerezas, figuran modificaciones en la oxidación de la fruta o en la pigmentación de esta, algo que también ha sido evidenciado por distintos agricultores de la zona. “Hoy día, cuando tú conversas con los agricultores o con ingenieros, en general, ellos te empiezan a señalar de síntomas en los cultivos que antes no veías con tanta facilidad” relató.

Del mismo modo, el profesor Campos también destaca que esto no solo es apreciable en el fruto, sino también en la hoja, que incluso puede llegar a quemarse. “Para que un fruto tenga todas las características que se requieren, tiene que tener hojas saludables, porque al final del día lo que está cosechando una planta son luz, agua y nutrientes. Si todo va bien, recién vamos a tener un producto que en algunos casos es fruta y en otros casos también son hojas”, explicó el académico.

De todas formas, existen distintas medidas que se pueden implementar para combatir este problema. De acuerdo a Rodrigo Callejas, académico del Departamento de Producción Agrícola de la Facultad de Ciencias Agronómicas, entre las más comunes se encuentra la instalación de mallas protectoras, que -entre otras cosas- permite que las plantas vayan acostumbrando parte de su función recibiendo la menor cantidad de radiación posible y a una menor temperatura.

“Cuando están las plantas trabajando, tratan de bajar la temperatura interna a través de la evaporación o la transpiración. Con los estomas, están transpirando para regular la temperatura. Por ello, tiene que haber un sistema continuo hasta el suelo que permita tomar el agua, porque si la planta tiene un mal sistema radical, va a colapsar”, detalló Callejas.

Otra de las posibles acciones que se pueden implementar es la creación de sistemas radicales de suelo más eficientes, que permitan que las raíces crezcan y eventualmente puedan asimilar el alza de temperaturas. Al respecto, destaca la importancia de trabajar en la generación de mejores sistemas de raíces, pensados en el contexto del cambio climático. “Si la planta tiene un mal sistema radical, tú le puedes echar toda el agua que quieras, pero la planta no lo va a poder tomar”, afirmó Callejas.

Sin embargo, no solo es a nivel de suelo que se pueden implementar estos cambios. Marco Garrido añade que también se han desarrollados protectores solares para uso agrícola, destacando -por ejemplo- el polvo de caolinita y otros productos tipo talco. “Estos aumentan la refracción de la radiación y al reflejar mayor radiación evitan el sobrecalentamiento”, indicó. Es así como estas alternativas no solo tienen un efecto paliativo, sino que también van anticipando lo que será a futuro el desarrollo de la agricultura en un contexto de cambio climático.